¿Qué es ChatGPT y es gratis o se paga?

¿ChatGPT? ¡Ay, qué lío! A ver si consigo explicarlo bien, como si te lo estuviera contando tomando un café. Es una especie de… ¿cómo decirlo? …un amigo imaginario superinteligente, pero de verdad, o casi. Un modelo de lenguaje, dicen los entendidos, creado por unos señores muy listos de OpenAI. ¿Te imaginas? ¡Un cerebro artificial capaz de charlar contigo!

Lo bueno es que hay dos versiones: una gratis, que es como probar un trocito de tarta, y otra de pago, ChatGPT Plus, que es como devorar la tarta entera de un bocado. La gratuita… bueno, sirve para echar el rato, ¿no? Para preguntarle chorradas, como “¿cuál es la capital de Burkina Faso?” (que, por cierto, nunca me acuerdo, ¡y Google tampoco me ayuda siempre!). O para que te escriba un poema, aunque a veces… bueno, a veces los poemas son un poco… insípidos, ¿verdad? Como esos que te escribían en la primaria con rimas fáciles.

Pero la de pago… ¡ah, la de pago! Eso sí que es otra cosa. Recuerdo que un día, estaba atascada con un informe para el trabajo, ¡un verdadero ladrillo!, y la versión gratuita se me quedaba corta. Entonces, dije: “a ver qué pasa”. Y suscribí la Plus. ¡La diferencia era abismal! Era como tener un asistente personal, ¡pero de escritura! Más rápido, más preciso, y con funciones que ni te imaginas. Me ayudó un montón, la verdad. Aunque, claro, hay que pagar. No es una locura, pero… ¿merece la pena? Pues depende, ¿no?

Si solo quieres juguetear un rato, la versión gratuita está genial. Pero si necesitas algo más serio, para trabajar, para escribir, para… ¡para lo que sea!, la de pago es la reina. Yo, después de mi experiencia con el informe, no lo dudé. Vale la pena. Claro, es mi opinión, ¿eh? Cada uno que lo valore como quiera, pero a mí me cambió la vida (o al menos, me simplificó un poco el trabajo…). ¡Ahora ya puedo escribir este texto sin sentirme tan abrumada!