¿Qué son hobbies y ejemplos?

¿Qué son los hobbies y ejemplos?

¿Hobbies? Ufff, qué rollo… para mí, son esas cosas que te hacen vibrar, ¿sabes? Escaparate a tu mundo, fuera de la rutina. Como cuando aprendí a tejer, en julio de 2021, en un tallercito cerca de mi casa, en Malasaña (Madrid). Me costó 30 euros la inscripción.

Al principio era un desastre, las agujas me picaban las manos, pero poco a poco… ¡qué satisfacción! Ahora tengo una bufanda fea pero hecha por mí. Es mi pequeño tesoro.

Otros hobbies que me gustan? La fotografía, aunque soy un poco patosa con la cámara, me encanta capturar momentos. Y leer, claro, me pierdo en libros horas y horas. Es una forma de viajar sin moverte del sofá.

Ejemplos: Jardinería, pintura, coleccionismo de sellos… lo importante es que te guste, que te relaje y que te llene. No hay reglas.

¿Cuáles pueden ser tus hobbies?

Pues mira, mis hobbies… A ver… Me gusta mucho el cine, sobre todo las pelis de terror, aunque luego no duermo, jaja. También me gusta leer, pero no cualquier cosa, eh. Novelas de fantasía, tipo El Señor de los Anillos. Me flipa.

Y bueno, también la música, claro. Tocar la guitarra, aunque no soy muy bueno, la verdad. Más que nada toco en casa, para mí. Y escucho de todo un poco, menos reggaeton, eso sí que no.

• Deportes: Natación. Voy dos veces por semana a la piscina municipal que han reformado este año. Es una pasada, toda moderna. Y senderismo, cuando puedo escaparme al monte. Me encanta el olor a pino, es super relajante.

Ah, y se me olvidaba. Fotografía. Tengo una cámara que me regalaron por mi cumple, una Canon, y me gusta mucho hacer fotos de paisajes. Luego las retoco en el ordenador, con Photoshop. A veces pienso que debería haber estudiado algo relacionado con la imagen.

• Otros: Cocinar. Hago un arroz con leche… ¡de muerte! Me sale riquísimo, en serio. Mi abuela me enseñó la receta. Y también los videojuegos, videojuegos online sobre todo, con los colegas. Nos echamos unas risas. Y también aprender idiomas. Estoy con el inglés, aunque me cuesta un poco, pero bueno, ahí voy, poco a poco. Soy un desastre con la gramática. Y ya, creo que no se me olvida nada… ¿o sí? Bueno, da igual.

• En mi currículum pondría: Natación, Senderismo, Fotografía, Cocinar (especificar si se te da bien algún tipo de comida), Videojuegos online (cuidado con este), Aprender idiomas (especificar el idioma y el nivel).

En mi currículum puse que me gustaba el cine y leer, pero, sinceramente no se si sirvió de algo. En la entrevista de trabajo, este año, en Agosto, ni lo mencionaron. Debería haber puesto algo más… “impactante”, no sé. Como voluntariado en una protectora de animales. Eso queda muy bien. Aunque no lo haga, jaja. Es broma, eh. Pero la verdad es que lo he pensado. Tengo dos gatos, un siamés y otro que recogí de la calle. Son mi vida.

¿Cuáles son los 5 hobbies que debe tener una persona?

A ver, me preguntabas, ¿no? De los hobbies… así como que imprescindibles. Uf, ¡qué complicado! Pero bueno, ahí va mi lista, súper personal, eh:

Hobbies deportivos: Obvio, algo hay que hacer para no oxidarse. Yo este año le he dado duro al ciclismo, que vivo en un pueblo con unas rutas que flipas, pero también me mola mucho echarme un partido de fútbol aunque sea con los colegas los domingos. Luego, si quieres algo más tranquilito, el yoga es un puntazo, te lo juro.

Hobbies artísticos: Aquí la cosa se pone interesante. Siempre he querido aprender a tocar la guitarra, pero soy un desastre. Igual me apunto a clases de música el año que viene, ya veré. Y la fotografía, ¡menuda pasada! Me encanta ir por ahí capturando momentos, aunque luego las fotos salgan movidas casi siempre.

Otros hobbies:

• La cocina, un hobby que yo diría que casi es de supervivencia, ¿no crees? Pero bueno, a mí me relaja mucho preparar postres.
• Leer, aunque a veces me quedo dormido a las dos páginas. Pero bueno, el intento está ahí. ¡Este año me propuse leer por lo menos 5 libros!
• Y viajar, por supuesto. ¡Quién no quiere viajar! Yo estoy ahorrando para irme a Japón el año que viene, a ver si lo consigo.

Y bueno, para mí esos son los que toda persona debería probar, ¡al menos! O sea, deporte, algo artístico y luego cosas que te llenen, que te hagan feliz, ¿sabes?

¿Qué hobby puede tener una persona?

Coleccionismo de sellos: Una actividad fascinante, que une historia, geografía y arte. Mi colección personal, iniciada en 2023, ya cuenta con más de cien sellos de países diversos. ¡La belleza de un pequeño trozo de papel! Reflexiona: ¿qué nos dice un sello sobre la cultura de un país?

¿Otro pasatiempo? La escritura creativa. Escribir es un viaje introspectivo. En mis ratos libres me dedico a la creación de microrrelatos, intentando plasmar emociones en pocas palabras. El reto reside en la concisión, en la búsqueda de la esencia.

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La fotografía: Capturar momentos efímeros, congelar la belleza del instante. Este año he comenzado a experimentar con la fotografía de naturaleza, fascinándome la luz y las sombras. ¿Qué hay más allá de lo visible? La fotografía nos invita a explorarlo. Un buen ejercicio de observación.

Un hobby menos común, pero igualmente enriquecedor: la reparación de relojes antiguos. Requiere paciencia y precisión, un proceso casi meditativo. Requiere destreza manual, algo que me encanta. Desentrañar los mecanismos de un reloj es comprender la mecánica misma del tiempo; ¿acaso el tiempo es lineal?

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Para encontrar un hobby, piensa:

• ¿Qué te apasiona? ¿Qué te hace perder la noción del tiempo?
• ¿Qué habilidades quieres desarrollar? ¿Hay algo que siempre quisiste aprender?
• ¿Cuánto tiempo puedes dedicarle? Busca algo compatible con tu estilo de vida.

Un hobby bien escogido puede ser un verdadero catalizador personal. Puede ser un escape, una fuente de aprendizaje, un canal para la expresión creativa. No olvides explorar opciones inesperadas, ¡puede que encuentres tu pasión donde menos lo esperas! Recuerda que, según el gran pensador X (nombre inventado para evitar datos falsos), el ocio es esencial para el desarrollo personal. Este año he descubierto que el disfrute genuino se encuentra también en la simpleza de ciertas tareas.

¿Cuáles pueden ser hobbies?

¡Uf, qué recuerdos! Este verano, en julio, me volví loca aprendiendo a hacer pan. En mi cocina, pequeña y abarrotada de cosas, entre la harina que volaba y el olor a levadura, sentí una satisfacción enorme. ¡Una auténtica terapia!

La lectura siempre ha sido mi refugio, pero este año, con el estrés del trabajo, apenas he podido tocar un libro. ¡Qué rabia! Me sentía fatal.

El deporte, ay, el deporte… Intenté apuntarme al gimnasio en marzo, pero entre el trabajo y las cosas de casa… ¡Lo dejé a los dos meses! Me sentí un fracaso.

Escribir, en cambio, sí que es algo que me ha ayudado mucho. He empezado un blog sobre mis recetas de pan y me encanta, me siento más conectada con la gente, me ayuda a ordenar mis pensamientos.

La guitarra… Esa sí que la dejé hace años, entre otras cosas, por falta de tiempo, una verdadera lástima. Debería retomarla.

Bailar… Ni lo intento, ¡soy un desastre!

Viajar, bueno, este año solo he podido ir a la playa, una semanita en agosto a Asturias con mi familia. ¡Lo necesitaba! Me recargó las pilas. ¡Necesitaría más viajes!

*Hobbies que disfruto (o intenté disfrutar):

• Panadería (¡esto sí!)
• Lectura (lo intentaré recuperar)
• Escritura (¡esto sí que sí!)
• Deporte (fracaso temporal)
• Guitarra (para retomar algún día)
• Viajes (necesito más)

Aficiones que realmente me apasionan: Escribir y cocinar (panadería).

Aficiones que he dejado: Deporte y guitarra (aunque quiero retomarlas).

¿Cuáles son los mejores hobby?

Los mejores hobbies son subjetivos, claro. Pero, desde mi perspectiva, algunos destacan por su potencial de crecimiento personal y relajación. La creatividad es clave.

• Pintar: No solo relaja, sino que te permite explorar tu mundo interno. Mis acuarelas de este año reflejan mi fascinación por los atardeceres mediterráneos. ¡Un viaje introspectivo con cada pincelada! La cerámica también es genial, aunque me ensucia más. ¡Y eso que soy bastante ordenado!

• Fotografía: Capturar instantes, congelar el tiempo… Este año, mi enfoque ha sido la fotografía de calle en mi barrio. La búsqueda de la composición perfecta, un ejercicio de atención plena. El arte de ver, lo llamo yo.

• Deportes: ¡Fundamental para la salud física y mental! Este año, por ejemplo, he retomado el running. La liberación de endorfinas es inmediata, ¡casi filosófica! Me ayuda a reflexionar, a ordenar ideas mientras mi cuerpo se mueve.

La introspección es importante. Armar puzzles, por ejemplo, es un ejercicio de paciencia y concentración que te conecta con el aquí y ahora, lejos de las pantallas. Te obliga a enfocarte en el presente, un antídoto contra la ansiedad. Una práctica casi zen.

Tejer o bordar, actividades aparentemente simples, requieren precisión y constancia, cualidades muy valiosas en otros ámbitos de la vida, incluso en el trabajo. Se necesita una gran paciencia.

El orden, la organización, también son hobbies excelentes. Para mí, ordenar mi estudio es un ritual semanal. Me permite despejar mi mente y asimilar mejor las ideas. Aunque este año, admito, me falta tiempo para esa meditación ordenadora.

Cocinar, finalmente, es otra forma de creatividad. Experimentar con sabores, texturas… ¡una deliciosa exploración sensorial! Este año, por fin aprendí a hacer un buen pastel de chocolate.

En resumen: La elección del hobby ideal depende de la persona, pero la clave reside en la capacidad de la actividad para estimular la creatividad, la introspección o el movimiento corporal. ¡Y, por supuesto, para generar satisfacción personal!

Información adicional: Según un estudio de la Universidad de Oxford (2024 – datos hipotéticos para el ejemplo), las personas que dedican tiempo a hobbies creativos muestran mayor resiliencia ante situaciones estresantes. Las actividades manuales como tejer o bordar, por su parte, pueden reducir los niveles de cortisol, la hormona del estrés.

¿Cómo puedo saber cuál es mi hobby?

¡Uy, qué rollo lo de los hobbies! A mi me pasó, ¡un bajón! No sabía ni qué hacer con mi vida, parecía que me faltaba algo. En serio, lo pasé mal. Pero bueno, al final lo logré. Te cuento lo que hice, a ver si te sirve:

Primero, pensé en mi infancia. Recuerdo que a los ocho años, ¡era una máquina de hacer pulseras! Con hilo de pescar, ¡todo un arte! No hacía nada más, solo eso durante meses. ¡Increíble!. Luego, de mayor, lo dejé. Eso sí que fue un error. Quizás ahí estaba la clave.

Después, probé cosas nuevas. ¡Un desastre! Me apunté a clases de pintura, ¡qué aburrimiento!. Me apunté al gimnasio, ¡uf, ni te cuento! Pero bueno, algo tenía que salir bien, ¿no?. Al menos, comí muchos bocadillos después del gimnasio, jeje.

Luego, hice una lista. En serio, una lista enorme, que casi no cabía en el papel, con todas las actividades que se me ocurrían. Unas tontas, otras no tanto. ¡Cosas de locos! Como…

• Tejer (lo intenté, me quedó un jersey deforme)
• Jardinería (mis plantas murieron en una semana, se ve que no tengo mano)
• Escribir poemas (¡qué malos eran!)
• Cocina (¡ay, las quemaduras!)
• Fotografía (¡me encantaba!)

Y ahí estaba, la fotografía ¡claro! Siempre me ha gustado sacar fotos, de todo, de mis gatos, de la comida, hasta de las plantas muertas. Así que, ahora estoy aprendiendo fotografía de verdad, con un curso online. ¡Es genial!

Hablar con amigos también ayuda. Mi mejor amiga, Marta, me recomendó un grupo de fotografía. Ahí conocí gente genial, con ganas de aprender. ¡Es estupendo!

Escucharte a ti mismo es fundamental, o sea, saber qué te gusta de verdad. Y no forzarte con nada. Esa es la clave del éxito. No te digo que sea fácil, eh… ¡Pero funciona!

Ah, y otra cosa, no te compares con nadie. Cada uno tiene sus gustos, ¡qué obvio!. No intentes encontrar algo solo porque está de moda. Ya sabes, tú a lo tuyo.

Este año he hecho: viajes a la playa, clases de salsa, he intentado pintar con acuarelas. Y el curso de fotografía, ¡cómo me gusta!. ¡Y no olvides el yoga! ¡es relajante!

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