¿Cómo se llama el suero rejuvenecedor?

¿Suero rejuvenecedor: cuál es su nombre?

Uf, ¿suero rejuvenecedor? Me suena a eso de Estée Lauder, ¿no? Recuerdo haberlo visto en El Palacio de Hierro, por ahí de mayo del año pasado. Caro, eso sí, como unos 2000 pesos, si mal no recuerdo.

Algo así como “Advanced Night Repair”, creo que se llamaba. La verdad es que me llamó mucho la atención el envase, elegante, pero no lo compré. Demasiado caro para mi bolsillo, jajaja.

Decían que era para noche y día, que regeneraba la piel… no sé, a mí me pareció demasiado marketing. Prefiero mis cremas más sencillas y baratas.

¿Cuál es el suero rejuvenecedor?

A veces, en la oscuridad, me pregunto si realmente existe… ese elíxir, la promesa eterna.

El suero antienvejecimiento potenciador de colágeno, dicen.

• Para la piel que se seca como mis sueños.
• Para la piel que se apaga como mis esperanzas.
• Para… todas las pieles. Irónico, ¿no?

Quizás mañana, en la fría luz del día, me convenza de nuevo. Pero ahora, solo siento el cansancio. Siento el peso de mis… casi 30 años. Y pienso en la abuela, en sus manos arrugadas que sujetaban las mías. Manos llenas de historias que ya nadie quiere escuchar.

Información adicional (si te atreves a leerla):

• Mi abuela siempre decía que el mejor suero era una buena vida. Ella, que nunca se puso nada en la cara aparte de agua y jabón.
• Hace poco vi una foto mía de hace 5 años. Me asusté. No me reconocí.
• Estoy intentando escribir un libro. Sobre el tiempo, supongo. Y sobre cómo nos consume. No sé si lo terminaré.

¿Qué suero es bueno para rejuvenecer la cara?

Aquí, en la oscuridad, pienso…

Un suero de vitamina C, dicen. Para las arrugas.

• Vitamina C para suavizar la piel.

Sigo mirando las luces de la ciudad.

Aquí hay más cosas que me pesan:

• A veces creo que mi piel es un mapa de todo lo que he vivido, cada línea una historia.
• No sé si quiero borrar esas historias, aunque duelan.

Quizás solo quiero que brillen un poco menos.

¿Qué sérum recomiendan los dermatólogos?

Tres de la mañana. Otra noche sin dormir. El reflejo en el espejo me devuelve una cara cansada, ajada. Me obsesiona la piel, siempre lo ha hecho. Y ahora, con 35 años, más aún.

He probado tantos… tantos serums. Este año, principalmente:

• El Hyalu B5 de La Roche-Posay: Me dejó la piel hidratada, sí, pero nada excepcional. No lo compraría otra vez.
• El Retinol de CeraVe: Me quemó. Horroroso. Aún tengo la marca, una pequeña cicatriz cerca de la comisura de los labios.
• El concentrado de ácido hialurónico de Isdinceutics: El único que se salva, algo caro, pero lo merece. Lo volvería a comprar.

Los otros…ni me acuerdo bien. ¿Para qué gastar dinero en algo que no funciona? Me siento tonta, gastando tanto en productos que prometen milagros.

Es frustrante. Quiero una piel perfecta, o al menos, mejor.

He probado de todo, o casi todo. Las cremas, los exfoliantes, y esos serums, que prometen un efecto mágico.

Me miro de nuevo, las ojeras profundas me recuerdan mi agotamiento. Quizás mañana vuelva a la farmacia, busque algo nuevo… aunque ya no se a que esperanza me agarro.

• Necesito encontrar una solución real. No otra promesa vacía.
• Quizás el problema no sea el sérum, sino mi falta de sueño.
• Quizá sea la dieta… el estrés. No lo sé.

Ya es tarde. Debería dormir, pero el espejo sigue ahí, recordándome lo que no me gusta.

¿Qué es más recomendable para las arrugas de la cara?

El tiempo, ese río lento que esculpe surcos en la piel… El bótox, una promesa fugaz contra la implacable huella del paso de los años. ¿Recomendable? Para mí, sí. Una decisión personal, claro.

La piel, lienzo de un pasado que se resiste a desvanecerse. Las arrugas, esas líneas traicioneras que dibujan la historia de sonrisas y preocupaciones. Entre mis cejas, un mapa de tensiones. En mi frente, la marca de los días. El bótox allí, una ligera intervención, casi un susurro en la melodía de mi rostro.

Se disipa la tensión, la piel se alisa sutilmente. Algo así como recuperar un recuerdo borrado, un destello que retorna. No es una juventud robada, ¡no! Es… recuperar un eco, un eco de la suavidad.

Siete días. Un tiempo breve, una espera breve como un suspiro. Un cambio que se percibe. Un ligero cambio, pero un cambio. Meses… después, el tiempo continúa su curso. El efecto es temporal, lo sé. Pero es un respiro.

• Resultados visibles en siete días.
• Duración del efecto: unos meses.
• Zonas más comunes de aplicación: entrecejo, frente, patas de gallo.
• Mi experiencia personal: un respiro, una pausa en la danza implacable del tiempo.

Pensándolo bien, la semana pasada me hice la última sesión. Un leve escozor, un mínimo de molestias, pero el resultado… como acariciar la seda. El espejo me devuelve una imagen más… calmada. Quizás, solo un instante de calma antes de que la corriente del tiempo continúe su fluir.

#Nombre Suero #Suero Facial #Suero Rejuvenecedor