¿Cómo se llama la enfermedad que agrieta las uñas?

Más Allá de la Grieta: Explorando las Causas de la Fragilidad Ungueal

Las uñas, pequeñas placas de queratina que protegen la punta de nuestros dedos, a menudo reflejan nuestro estado de salud general. Una uña agrietada, lejos de ser un simple problema estético, puede ser un síntoma de una variedad de afecciones subyacentes. Si bien la imagen inmediata evoca una simple fisura, la realidad es más compleja. La pregunta “¿Cómo se llama la enfermedad que agrieta las uñas?” no tiene una única respuesta, ya que la grieta es un síntoma, no una enfermedad en sí misma.

La onicolisis, como se menciona, es una condición que puede causar grietas y fragilidad ungueal. Se caracteriza por la separación de la lámina ungueal (la uña propiamente dicha) del lecho ungueal (la piel debajo de la uña). Esta separación, que puede comenzar en el borde libre de la uña y avanzar hacia la cutícula, provoca una uña debilitada, susceptible a las grietas y a la infección. La onicolisis, sin embargo, es sólo una de las posibles causas.

Otras afecciones que pueden resultar en uñas agrietadas incluyen:

• Dermatitis de contacto: El contacto con sustancias irritantes o alérgenos puede inflamar la piel alrededor de la uña, debilitándola y propiciando la aparición de grietas. Productos de limpieza, cosméticos o incluso ciertos metales pueden ser culpables.

• Psoriasis: Esta enfermedad inflamatoria crónica puede afectar las uñas, causando cambios en su color, textura y forma, incluyendo grietas y engrosamiento.

• Eczema: Similar a la dermatitis de contacto, el eczema puede causar inflamación y sequedad alrededor de la uña, llevando a su fragilidad y a la formación de fisuras.

• Hongos: Las infecciones fúngicas, como la onicomicosis, son una causa frecuente de cambios en las uñas, incluyendo engrosamiento, decoloración, desprendimiento y grietas.

• Traumatismos: Un golpe directo o una lesión repetitiva en la uña puede provocar grietas y fracturas.

• Deficiencias nutricionales: La falta de vitaminas y minerales esenciales, como la biotina, puede afectar la salud de las uñas, haciéndolas más propensas a la fragilidad y a las grietas.

Es crucial entender que la simple presencia de una uña agrietada no proporciona un diagnóstico preciso. Si experimenta grietas frecuentes, cambios en el color o la textura de sus uñas, o si el problema persiste a pesar de los cuidados básicos, es fundamental consultar a un dermatólogo o podólogo. Un profesional de la salud podrá determinar la causa subyacente y recomendar el tratamiento adecuado, que puede ir desde cremas hidratantes y cambios en el estilo de vida hasta tratamientos antifúngicos o medicamentos específicos para otras afecciones. No se automedique, ya que un diagnóstico erróneo puede retrasar el tratamiento y empeorar la condición. La salud de sus uñas refleja, en gran medida, su salud general; preste atención a las señales que le envía su cuerpo.

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