¿Cuál es el mejor masaje para el cuerpo?

¿Cuál es el mejor masaje para el cuerpo? Ay, qué pregunta, ¿verdad? Como si hubiera una respuesta fácil, como si todos fuéramos iguales. A mí, por ejemplo, me cuesta un montón decidirme. Depende totalmente del día, del estado en que me encuentre… ¿sabes?

Si estoy hecha un ovillo, con la espalda como si me hubieran pasado un rodillo de carretera, necesito algo… fuerte. Un masaje de tejido profundo, que te deja medio morada, sí, pero que al mismo tiempo… ¡ay, qué alivio! Recuerdo una vez, después de una semana de trabajo infernal, me hice uno. Salí renacida, lo juro. Esas manos, hundiendo el pulgar en los nudos, como si sacaran de mi cuerpo años de estrés… ¡increíble! Es como si te estuvieran desmontando, pieza por pieza, y luego te volvieran a armar, pero mejor, más suelta, más… tú.

Pero otros días, ¿para qué tanta intensidad? Si lo que busco es simplemente desconectar, dejar que el estrés se vaya con cada caricia… entonces prefiero algo más suave, como un masaje sueco, o uno con aromaterapia. Me imagino tumbada, oliendo a lavanda, con la música relajante… ¡pura paz! Es como una caricia al alma, ¿no? Te quedas tan liviana, tan relajada, que casi pareces flotar.

Así que, ¿mejor masaje? No existe, ¿o sí? No hay una fórmula mágica, un tipo de masaje que funcione para todo el mundo. Es como elegir un helado, ¿no? Un día te apetece chocolate, otro día fresa… depende de tu antojo, de lo que tu cuerpo te pida. Y lo mismo con los masajes, creo yo. Deberías probar varios, ver cuál te va mejor según lo que necesites en ese momento. Porque al final, lo importante es que te sientas bien, ¿no es así?