¿Cuándo usar crema y cuándo pomada?

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Para lesiones cutáneas inflamadas, húmedas o con ampollas, se prefieren cremas y leches, al ser menos oclusivas y permitir la evaporación. En cambio, las pomadas y ungüentos, ricos en grasa, son ideales para tratar lesiones secas y crónicas con costras o grietas, ya que su acción hidratante y protectora ayuda a restaurar la barrera cutánea.

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Crema vs. Pomada: La Guía Definitiva para Cuidar tu Piel

A la hora de tratar afecciones cutáneas, la farmacia se convierte en un laberinto de opciones. Cremas, pomadas, ungüentos… ¿cómo elegir el producto adecuado para cada situación? La clave está en comprender las diferencias entre estas formulaciones y cómo interactúan con la piel en diferentes estados. Aunque a menudo se utilizan indistintamente, la elección entre crema y pomada puede ser crucial para una recuperación rápida y efectiva.

La Crema: Un Aliado Refrescante para Pieles Inflamadas y Húmedas

Imagina una quemadura solar reciente, una dermatitis con ampollas o una erupción que supura. En estas situaciones, la piel está inflamada, enrojecida y, a menudo, húmeda. Aquí es donde la crema se convierte en tu mejor amiga.

Las cremas son emulsiones de agua y aceite, con una mayor proporción de agua. Esto les confiere una textura ligera y poco grasa, lo que permite una mejor absorción y evaporación. Esta evaporación es precisamente la clave de su eficacia en lesiones inflamadas y húmedas. Al evaporarse el agua, proporciona un efecto refrescante y ayuda a secar la zona afectada, previniendo la proliferación de bacterias y hongos que prosperan en ambientes húmedos.

En resumen, elige una crema si:

  • Tu lesión cutánea está inflamada y enrojecida.
  • La zona afectada está húmeda, supura o tiene ampollas.
  • Buscas una sensación refrescante y ligera.
  • Necesitas una absorción rápida del producto.

La Pomada: Un Escudo Protector para Pieles Secas y Agrietadas

Ahora visualiza una piel agrietada por el frío, un eczema crónico con descamación o una cicatriz reseca que pica. En estos casos, la piel necesita desesperadamente hidratación y protección. Aquí es donde entra en juego la pomada.

Las pomadas son formulaciones con una base principalmente grasa, como la vaselina o la lanolina. Esta alta concentración de grasa las convierte en productos oclusivos, es decir, forman una barrera protectora sobre la piel que impide la evaporación del agua y retiene la humedad natural. Esta propiedad oclusiva es vital para tratar lesiones secas y crónicas. Al hidratar en profundidad y sellar la humedad, la pomada ayuda a restaurar la barrera cutánea dañada, aliviando la sequedad, la picazón y el agrietamiento.

En resumen, opta por una pomada si:

  • Tu piel está seca, agrietada o descamada.
  • La lesión es crónica y presenta costras.
  • Necesitas una hidratación profunda y duradera.
  • Buscas una barrera protectora contra los elementos.

En conclusión, la diferencia fundamental entre crema y pomada radica en su contenido de agua y grasa, y por consiguiente, en su acción sobre la piel. Las cremas son ideales para lesiones inflamadas y húmedas, mientras que las pomadas son la mejor opción para pieles secas y agrietadas. Elegir el producto adecuado puede marcar la diferencia entre una recuperación rápida y un empeoramiento de la condición.

Importante: Siempre consulta con un médico o farmacéutico para obtener un diagnóstico preciso y una recomendación de tratamiento personalizada, especialmente si la lesión es grave, no mejora con el tratamiento tópico o presenta signos de infección. La información proporcionada aquí es solo una guía general y no sustituye el consejo profesional.