¿Por qué no bajas de peso pero si de talla?

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La disminución de talla sin pérdida de peso se explica por un cambio en la composición corporal. Se pierde grasa, que ocupa mucho volumen, y se gana músculo, más denso y compacto. El peso se mantiene o incluso aumenta ligeramente, mientras la ropa queda más holgada por la reducción de volumen corporal.
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¿Bajas de talla pero no de peso? El misterio de la composición corporal

Muchas personas se frustran al ver que la báscula no refleja el progreso que sí observan en su ropa. Bajas de talla, te sientes más ágil y con mejor forma, pero el peso se mantiene, o incluso aumenta ligeramente. Esto no significa que tu esfuerzo sea en vano; por el contrario, indica un cambio positivo en tu composición corporal.

La clave reside en la diferencia entre masa grasa y masa muscular. La grasa, tejido adiposo, ocupa un gran volumen a pesar de su peso relativamente bajo. Un kilogramo de grasa ocupa mucho más espacio que un kilogramo de músculo. Por lo tanto, cuando realizas ejercicio, especialmente entrenamiento de fuerza, estás perdiendo grasa y ganando músculo.

Imagina dos cubos del mismo peso: uno lleno de algodón y otro lleno de piedras. El cubo de algodón ocupa mucho más volumen. En el contexto de nuestro cuerpo, la grasa es el algodón y el músculo, las piedras. Al perder grasa y ganar músculo, tu volumen corporal disminuye significativamente, aunque el peso en la báscula pueda permanecer similar o incluso incrementarse ligeramente. El aumento de peso, en este caso, es señal de una composición corporal más saludable y eficiente.

Esta transformación explica por qué tu ropa te queda más holgada. La reducción de volumen corporal, producto de la pérdida de grasa, se hace evidente a pesar de la posible constancia o ligero aumento del peso. El músculo, a pesar de ser más pesado por unidad de volumen, es más compacto y define mejor la silueta.

Es importante recordar que la báscula no es el único indicador de salud o progreso físico. Las medidas corporales (cintura, cadera, etc.), cómo te sientes físicamente (energía, resistencia, fuerza) y la forma en que te queda la ropa, son indicadores igualmente, o incluso más, relevantes.

En resumen, si bajas de talla pero no de peso, no te desanimes. Lo más probable es que estés reemplazando grasa por músculo, un cambio positivo que mejora tu salud, fuerza y estética. En lugar de obsesionarte con el número en la báscula, concéntrate en cómo te sientes y cómo te ves. Si tu objetivo es mejorar tu salud y composición corporal, el cambio de talla es una señal de progreso significativo.