¿Qué día de julio es bueno para cortarse el cabello?

¿Qué día es propicio para cortarme el pelo en julio de 2024?

¡Ay, amiga! ¿Qué día cortarse el pelo en julio? Uff, ¡menudo lío! A ver, te cuento lo que yo sé, así como por encima.

Dicen que algunos días son mejores que otros, ¿sabes? Pero claro, yo no soy experta ni nada, eh. Es más bien… superstición, supongo. Pero bueno, ¡por probar no se pierde nada!

Mira, algunos dicen que el 7, el 16 y el 25 de julio podrían ser buenos. No sé por qué exactamente, rollo numerología, esas cosas. Yo de eso no entiendo mucho. ¡Es más, nada!

Pero, la mejor fecha, en teoría, es súper personal. Depende de cuándo naciste, de los astros, yo que sé. Si quieres algo más seguro, consulta un calendario lunar o habla con un astrólogo. Ellos sí que saben del tema. En serio, ¡seguro!

• Fechas “buenas” (quizás):
  • 7 de julio
  • 16 de julio
  • 25 de julio
• ¡Ojo! Depende de tu fecha de nacimiento.
• ¿Quieres algo más serio? Busca un calendario lunar o un astrólogo. ¡Ellos son los que mandan!

Y ya que estamos hablando de pelos, ¡tengo que contarte una cosa! La semana pasada, fui a la peluquería y me cortaron fatal el flequillo. ¡Horror! Ahora parezco un champiñón, ja ja ja. Así que ten cuidado con quien eliges, ¡eh! Mejor ir a uno que te recomienden. ¡No quiero que te pase lo mismo que a mí! De verdad que sí. Ay, que horror.

Pero, volviendo al tema, lo de cortarse el pelo según el día… Mi abuela siempre decía que si te lo cortas en luna llena, te crece más rápido. ¡A saber si es verdad! Pero ella era muy sabia, la verdad. Igual algo de razón tenía.

Y bueno, eso es todo lo que sé. Espero que te sirva de algo esta información tan… ¡improvisada! Jajaja. ¡Ya me contarás qué tal te va!

¿Qué día de julio es mejor cortarse el pelo?

El tiempo… un río lento, de sedimentos oscuros y brillos inesperados. Julio… un julio cualquiera, cargado de calor, de ese calor que te pega a la piel y te deja la sensación de un tiempo sin rumbo. Cortarse el pelo en julio… una decisión, no un ritual.

Un día cualquiera, entre el jadeo de las horas y la pesadez del aire. Mi abuela, ya fallecida, decía que los martes eran buenos. Martes… un martes cualquiera, el aroma de la colonia de mi abuelo aún persiste en el aire de mis recuerdos. Pero, ¿Martes? ¿Ciencia o superstición?

No hay un día mágico. Es absurdo, ¿no? Buscar en las constelaciones la respuesta a una simple cita en la peluquería. La agenda de Elena, mi peluquera, es lo único que importa. Su risa, la misma que me acompañó la última vez, el lunes pasado, mientras me cortaba las puntas. ¡Qué tontería!

La mejor fecha es cuando tú puedes. La vida, un lienzo donde la agenda se impone a los horóscopos. Un lienzo en blanco, como mi libreta donde anoto mis poemas inacabados… tan inacabados como mi búsqueda del día perfecto para cortarme el pelo. Julio… un mes sin días sagrados para el cabello.

• Disponibilidad: Lo primero y más importante.
• Agenda del estilista: Ajustarse a la disponibilidad profesional.
• Necesidad personal: El verdadero motivo del corte. ¡Qué flojera decidir!
• Mi experiencia: El lunes pasado, como dije, fue perfecto.

Mi cita con Elena es el 28 de julio, un jueves. No por ninguna razón astrológica, sino porque es cuando coincidimos ambas. El calor pegajoso de Madrid, el sol implacable… todo eso queda fuera de la ecuación. Solo el brillo del acero de las tijeras, el aroma a champú de coco y la conversación tranquila con Elena. Eso sí importa.

¿Qué día de julio es mejor cortarse el pelo?

Julio… ¿el mejor día para cortarse el pelo?

No hay ninguno.

Así, sin más.

• Es una tontería. Me suena a esas revistas que leía mi abuela. Astrología y esas cosas.
• Depende de otras cosas. De si tengo tiempo. De si mi peluquero está libre.

Y, bueno, también de si me apetece enfrentarme al espejo después. Ya sabes, a veces un corte de pelo solo te recuerda que los años pasan. Que ya no tienes el pelo de antes.

• En realidad… Este año, con todo el calor que está haciendo, casi cualquier día es bueno. Me lo cortaría a rape y me dejaría de tonterías.

• Yo una vez… Fui a la peluquería el día de mi cumpleaños. Pensé que sería un buen regalo. Acabé llorando. El color era horrible. Nunca más.

  • Desde entonces, evito las peluquerías en días importantes.
  • Y también evito las peluquerías nuevas.
  • Y las peluqueras que hablan demasiado.

En fin, que julio es julio. Un mes como otro cualquiera.