¿Qué pasa si me raspo un tatuaje recién hecho?

¿Qué sucede si me rasco un tatuaje recién hecho?

Resistir la tentación de rascar un tatuaje recién hecho es esencial para garantizar su correcta cicatrización y apariencia final. Aquí tienes algunas consecuencias de rascar un tatuaje nuevo:

Daño a la zona tatuada:
Rascarse puede romper la capa protectora de costras que se forma sobre el tatuaje, exponiendo la piel sensible debajo. Esto puede provocar infección, cicatrices e irregularidades en el diseño.

Pérdida de tinta:
El rascado puede frotar la tinta del tatuaje, lo que lleva a la pérdida de líneas y detalles. Los tatuajes recién hechos son particularmente susceptibles a este daño.

Alteración de la cicatrización:
Rascarse interfiere con el proceso natural de cicatrización de la piel, aumentando el riesgo de inflamación y otros problemas. Esto puede afectar la apariencia final del tatuaje, dejándolo borroso o descolorido.

Infección:
Rascarse puede introducir bacterias en la zona tatuada, lo que lleva a una infección. Los síntomas de la infección incluyen enrojecimiento, hinchazón, secreción y dolor.

Para evitar estos problemas, sigue estos consejos:

• Mantén el tatuaje limpio y seco.
• Aplica una fina capa de pomada antibiótica según las instrucciones de tu tatuador.
• Evita el contacto directo con el agua durante las primeras 24 horas.
• Usa ropa holgada para minimizar la fricción.
• Hidrata el tatuaje regularmente con una crema sin perfume.
• Aplica protector solar con SPF 30 o más al tatuaje cuando esté expuesto al sol.

Si experimentas algún síntoma de infección u otros problemas, ponte en contacto con tu tatuador o busca atención médica de inmediato. Siguiendo estas precauciones, puedes ayudar a que tu tatuaje se cure correctamente y conserve su belleza durante muchos años.