¿Qué pasa si te metes al agua con la regla?

Rompiendo Mitos: Nadar con la Regla, ¿Realidad o Tabú?

La menstruación es un proceso natural que, a lo largo de la historia, ha estado rodeado de mitos y tabúes. Uno de los más comunes es la idea de que nadar durante esos días del mes es peligroso o antihigiénico. Pero, ¿qué hay de cierto en todo esto? La respuesta corta es que nadar con la regla es absolutamente seguro y no tiene por qué ser un impedimento para disfrutar del agua.

Contrario a lo que se podría pensar, sumergirse en una piscina, el mar o un río durante la menstruación no implica un riesgo mayor de contraer infecciones vaginales. El flujo menstrual no atrae bacterias ni genera un ambiente propicio para ellas. De hecho, el agua misma, especialmente el agua salada del mar, puede tener un efecto ligeramente limpiador.

Sin embargo, es importante considerar un factor: el cloro. El cloro, utilizado en piscinas para desinfectar el agua, puede ser un arma de doble filo. Si bien elimina bacterias dañinas, también puede alterar el equilibrio natural de la flora vaginal. Esta alteración puede aumentar la susceptibilidad a infecciones como la candidiasis (infección por hongos) o la vaginosis bacteriana, no por el flujo menstrual en sí, sino por la irritación que el cloro puede provocar.

¿Cómo minimizar este riesgo?

La clave reside en una higiene adecuada después de salir del agua. Aquí te damos algunos consejos:

• Dúchate inmediatamente: Utiliza agua fresca y un jabón suave para eliminar los residuos de cloro de tu cuerpo y zona íntima. Evita jabones perfumados o agresivos que puedan alterar el pH vaginal.
• Cambia tu método de protección: Ya sea una copa menstrual, un tampón o una toalla sanitaria, cámbialo tan pronto como salgas del agua para mantener la zona limpia y seca.
• Opta por ropa interior de algodón: Permite que la zona íntima respire y evita la acumulación de humedad.

Protección menstrual en el agua: ¿Qué opciones tengo?

Existen diversas opciones para sentirte cómoda y segura al nadar con la regla:

• Tampones: Son una opción popular y eficaz. Asegúrate de insertar uno nuevo justo antes de entrar al agua y cambiarlo al salir.
• Copas menstruales: Una alternativa ecológica y económica. Ofrecen mayor capacidad que los tampones y pueden utilizarse hasta por 12 horas.
• Trajes de baño menstruales: Una opción novedosa con capas absorbentes integradas. Perfectos para flujos ligeros o como protección adicional junto con un tampón o copa.

En resumen:

Nadar con la regla no es peligroso y no aumenta el riesgo de infecciones vaginales inherentemente. El cloro de las piscinas puede ser irritante, pero una buena higiene posterior, que incluya una ducha con agua fresca y un cambio de método de protección, puede minimizar cualquier riesgo potencial.

Desterremos los tabúes y disfrutemos del agua sin preocupaciones! La menstruación no debería ser un obstáculo para hacer lo que nos gusta.

Consulta a tu ginecólogo: Si tienes dudas o experimentas síntomas de infección vaginal, no dudes en consultar con tu médico para un diagnóstico y tratamiento adecuado.