¿Qué tan dañino es el tinte de cabello?

¿Qué tan dañino es el tinte de cabello? Uf… Menos mal que el IARC dice que no es cancerígeno, ¿no? Aunque, bueno, “no cancerígeno” no significa “sano como una lechuga” precisamente. Me deja pensando… ¿qué tan “no cancerígeno” es realmente? Digo, igual me da cosa pensar en todos esos químicos ahí, en mi cabeza, pegaditos a mi cuero cabelludo. Es que… ¿quién sabe qué efectos a largo plazo pueden tener?

Recuerdo una vez que me teñí el pelo de rojo furioso. Quedó divino, sí, pero me picaba la cabeza horrores. ¡Horrores! Y el pelo… ¡seco como paja! Parecía un espantapájaros. Desde ahí, trato de usar tintes más naturales, henna, cosas así. Claro, el color no queda tan… vibrante. Pero bueno, ¿qué prefiero: un rojo nuclear por dos semanas o tener pelo, aunque sea castaño, dentro de diez años? No sé, a veces me entra la vanidad y me tiento con los tintes comerciales. Es una lucha interna constante, ¡ja!

Leí por ahí, no recuerdo dónde, que aunque no hay evidencia concluyente, algunos estudios sugieren que podría haber una relación entre el uso frecuente de tintes y ciertos tipos de cáncer. No me quiero obsesionar, pero es algo que da que pensar. Supongo que es como todo en la vida, ¿no? Nada es 100% seguro. Pero si puedo minimizar el riesgo usando tintes naturales la mayoría del tiempo, lo hago. Total, más vale prevenir que curar. Aunque… un rojito de vez en cuando… ¡Ay, la vanidad! ¿Qué le vamos a hacer?

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