¿Qué hacer si mi casa tiene poca presión de agua?

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Para solucionar la baja presión de agua en tu casa, revisa el aireador de la canilla. Si está obstruido, limpia-lo con vinagre y agua. Si la obstrucción persiste, reemplaza el aireador.

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La Presión del Agua Baja: Un Problema Común con Soluciones Sencillas

La molesta y frustrante baja presión de agua en el hogar es un problema más común de lo que se piensa. Desde una ducha tibia y decepcionante hasta un grifo que gotea a paso de tortuga, una presión insuficiente puede afectar significativamente nuestra comodidad y hasta nuestras tareas diarias. Pero antes de llamar al fontanero y afrontar un costoso arreglo, hay una serie de pasos sencillos que podemos tomar para diagnosticar y, posiblemente, solucionar el problema por nuestra cuenta.

El primer paso, y el más sencillo, es revisar los aireadores. Estos pequeños dispositivos, ubicados en la boquilla de nuestros grifos y duchas, están diseñados para mezclar el agua con aire, proporcionando un flujo más suave y evitando salpicaduras. Sin embargo, con el tiempo, estos aireadores tienden a acumular sedimentos, minerales y restos de jabón, lo que obstruye el paso del agua y reduce significativamente la presión.

¿Cómo limpiar un aireador obstruido? El proceso es simple y requiere pocos materiales:

  1. Desmonte el aireador: Generalmente, basta con desenroscarlo a mano. Si se resiste, puede usar unas pinzas de punta fina para aflojarlo con cuidado. Recuerda colocar un recipiente debajo para evitar perder pequeñas piezas.

  2. Limpieza con vinagre: Una vez desmontado, sumerja el aireador en un recipiente con vinagre blanco durante al menos 30 minutos. El vinagre disolverá la acumulación de minerales y residuos. Para una limpieza más profunda, puede utilizar un cepillo de dientes de cerdas suaves para remover la suciedad persistente. Enjuague exhaustivamente con agua tibia.

  3. Inspección: Una vez limpio, examine el aireador cuidadosamente. Si observa alguna pieza dañada o obstrucción irreparable, es recomendable reemplazarlo por uno nuevo. Estos son relativamente baratos y se encuentran fácilmente en ferreterías.

  4. Reinstale el aireador: Una vez limpio o reemplazado, vuelva a colocar el aireador en su sitio, asegurándose de que esté bien ajustado.

Si después de limpiar o reemplazar los aireadores la baja presión persiste, el problema podría ser más complejo y requerir una inspección más exhaustiva. Algunos otros posibles culpables incluyen:

  • Tuberías obstruidas: La acumulación de sedimentos en las tuberías puede reducir el flujo de agua.
  • Problemas con la presión general del agua: Compruebe si sus vecinos experimentan la misma baja presión. Si es así, el problema podría estar en la red de suministro de agua de su zona. En este caso, contacte a la compañía de agua.
  • Problemas con la bomba de agua (si aplica): Si tiene una bomba de agua en su propiedad, verifique su funcionamiento y mantenimiento.
  • Válvulas de cierre parcialmente cerradas: Revise todas las válvulas de cierre de agua, asegurándose de que estén completamente abiertas.

En resumen, la baja presión de agua puede ser un problema frustrante, pero a menudo se puede solucionar con soluciones simples. Comience por limpiar los aireadores y si el problema persiste, explore las otras posibles causas antes de llamar a un profesional. Recuerde que la prevención es clave, realizando limpiezas regulares de los aireadores puede evitar problemas futuros.