¿A cuánto equivale 100 W en LED?

El Mito de los 100W: Descifrando la Eficiencia de las Bombillas LED

Durante años, la bombilla incandescente de 100W fue el estándar de luminosidad en nuestros hogares. Su luz cálida y familiar, sin embargo, venía a costa de una eficiencia energética deplorable. Hoy, la tecnología LED ha revolucionado la iluminación, ofreciendo una alternativa brillante y sostenible. Pero, ¿a cuánto equivalen esos 100W en términos de LED?

La respuesta no es un número simple, sino un concepto: equivalencia lumínica. No se trata de una conversión directa de vatios a vatios. Un vatio (W) mide la potencia consumida, mientras que la luminosidad se mide en lúmenes (lm). Una bombilla incandescente de 100W genera aproximadamente 1600 lúmenes. Una bombilla LED de 15W, gracias a su mayor eficiencia, puede producir una luminosidad similar, incluso superarla en algunos casos.

Entonces, ¿100W incandescente equivale a 15W LED? En términos de iluminación visible, sí, aproximadamente. Esa equivalencia de 15W LED a 100W incandescente se basa en la capacidad de producir una cantidad similar de lúmenes, pero refleja una diferencia crucial en el consumo energético. La bombilla incandescente desperdicia gran parte de su energía en calor, mientras que la LED convierte una proporción mucho mayor en luz.

Esta diferencia radical en eficiencia se debe a la forma en que cada tecnología genera luz. Las incandescentes producen luz calentando un filamento hasta la incandescencia, perdiendo la mayor parte de la energía en forma de calor. Las LED, por el contrario, emiten fotones directamente mediante la electroluminiscencia, generando mucha menos energía térmica residual.

En resumen, no podemos decir que 100W “equivalen” a 15W en un sentido literal de potencia. La equivalencia se establece en términos de luminosidad percibida. Una bombilla LED de 15W ofrece una luminosidad comparable a una incandescente de 100W, pero con un consumo de energía significativamente menor, lo que se traduce en un ahorro considerable en la factura de la luz y un menor impacto ambiental. La clave está en fijarse en los lúmenes, no solo en los vatios, a la hora de elegir una bombilla. Buscar la equivalencia lumínica en lúmenes nos permitirá tomar una decisión informada y eficiente al momento de iluminar nuestros espacios.