¿Cómo está girando la Tierra en 2024?

La Tierra a toda velocidad: alcanzando el perihelio en 2024

El cosmos es un ballet de movimientos constantes y nuestro planeta, la Tierra, no es la excepción. Si bien percibimos la cotidianidad como algo estático, la realidad es que nos encontramos en un viaje trepidante alrededor del Sol. Este viaje no es a una velocidad constante, sino que se rige por las leyes de la física, acelerando y desacelerando en un baile cósmico fascinante.

El próximo 3 de enero de 2024, la Tierra alcanzará su velocidad orbital máxima, un hito que coincide con un evento astronómico particular: el perihelio. Imaginemos por un momento nuestra estrella, el Sol, como un punto central. La Tierra, en su viaje orbital elíptico, no se mantiene a la misma distancia de este punto, sino que se acerca y se aleja a lo largo del año. El perihelio marca el punto de mayor cercanía entre nuestro planeta y el Sol, un momento en el que nos encontraremos a unos 147 millones de kilómetros de distancia, aproximadamente 5 millones de kilómetros menos que en nuestro punto más lejano, el afelio.

Esta proximidad al Sol tiene un efecto directo en la velocidad de la Tierra. La fuerza gravitatoria del Sol es mayor cuanto menor es la distancia, actuando como un “empujón” que acelera nuestro planeta. Es así como alcanzaremos la increíble velocidad de 110,700 kilómetros por hora, un recordatorio de la increíble fuerza que gobierna nuestro sistema solar.

Si bien la diferencia en distancia con el Sol durante el perihelio y el afelio puede parecer considerable, es importante destacar que esto no se traduce en cambios drásticos en la temperatura de nuestro planeta. La inclinación del eje de la Tierra juega un papel mucho más determinante en las estaciones del año que la distancia al Sol.

En conclusión, el 3 de enero de 2024 seremos testigos de un fenómeno astronómico singular: la Tierra acelerando a su máxima velocidad orbital durante el perihelio. Un recordatorio de que somos parte de un universo en constante movimiento, regido por fuerzas invisibles pero poderosas que moldean nuestro viaje por el cosmos.