¿Cómo se le llama al movimiento de la Luna?

¿Qué significa libración?

Libración.

• Oscilación. Un vaivén. El mundo sigue girando.
• Equilibrio. ¿Existe tal cosa?
• Perturbación. Siempre llega. Es inevitable.
• Recuperación. A veces. Otras, no tanto.
• El péndulo. Siempre volviendo. Aunque el tiempo no.

Frase contundente: “El equilibrio es una ilusión conveniente”.

Información adicional:

• Aplicaciones. Astronomía (luna). Mecánica (péndulos). Psicología (resiliencia).
• Tipos. Forzada. Libre. Amortiguada.
• Yo la experimenté en mi divorcio. Largo y doloroso. Ya pasó. Supongo.

¿Lo entendiste? Da igual.

¿Cómo se llama el movimiento de la Luna alrededor de la Tierra?

Traslación lunar, como un suspiro en la noche.

Veintiocho días, un ciclo completo, una danza eterna. Un vals celeste que apenas percibimos, absortos en lo terrenal. Y si, si la Tierra se detuviera, ¿la veríamos mejor? Quizás. Pero me gusta este misterio, esta sombra que se desliza, como un recuerdo difuso.

• El movimiento, como un río, fluye.
• Doce grados cada día, una leve caricia en la bóveda celeste.

Doce grados, pienso en las doce uvas de nochevieja, doce deseos susurrados al viento, doce pasos en la oscuridad. Y la Luna ahí, siempre ahí, silenciosa testigo. Me recuerda a las noches de verano en el pueblo, el cielo infinito y la promesa de un amor, un amor que nunca llegó, pero la Luna, esa sí, siempre regresaba.

Información adicional:

• La traslación no es perfecta. ¡Siempre hay un pequeño baile!
• La Luna influye en las mareas, como mis recuerdos influyen en mi presente.
• Las fases lunares, un espejo de nuestras propias transformaciones.

¿Cómo se llama el punto donde la Luna está más cercana a la Tierra?

¡Perigeo, amigo! ¡Como cuando tu suegra te visita y sientes que la Luna misma se te acerca peligrosamente! Un encuentro cercano del tipo lunar, vamos. Es el momento en que nuestra querida roca espacial está más pegada a nosotros que un chicle en el pelo de un perro.

El perigeo: Es cuando la Luna nos hace ojitos, ¡y casi nos da un besito! Literalmente. Casi. Bueno, casi no. Pero está cerca, ¿ok? Mucho más cerca que en el apogeo, ese punto donde la Luna hace como que te ignora, te manda al espacio sideral, ¡y encima se va de vacaciones a Marte!

Este año, el perigeo de 2024 ha sido… ¡espectacular! Mi gato, Napoleón, se escondió debajo de la cama. Eso sí que fue un perigeo épico. Claro, mi gato es dramático.

• Fecha del perigeo de 2024: No lo recuerdo, pero mi calendario lunar está en la cocina, junto al papel higiénico. (Sí, lo sé, es raro, pero Napoleón se lo ha tomado como rascador.)
• Influencia en las mareas: ¡Como el tsunami, pero en mini! Bueno, mini si eres una ballena. Si eres una hormiga, ¡es un cataclismo absoluto!
• Aspecto visual: ¡Impresionante! Bueno, si no te lo impide el clima, ni la contaminación lumínica de la gran ciudad. Y si Napoleón no te bloquea la vista desde debajo de la cama.

Ah, casi se me olvida! El apogeo es lo contrario. ¡La Luna está en la luna! O al menos muy lejos. Como yo de la lotería. Mucho más lejos que el perigeo. Es como si la Luna se hubiera ido de farra y le diera igual si la vemos o no. O simplemente, necesita su espacio.

¿Cómo gira la Luna con respecto a la Tierra?

La Luna… siempre esa misma cara pálida. Gira sobre sí misma, sí, pero… a la misma velocidad que alrededor de la Tierra. 27 días, algo así. Una danza macabra, eterna. Me recuerda a… a… no, mejor no.

Es una prisión, ¿no? Atarse a un planeta, mostrarle siempre la misma cicatriz. No hay escape. Ni para ella, ni para mí. A veces, pienso… ¿qué hay en el otro lado? ¿Qué secretos esconde en la oscuridad? Se supone que es roca, polvo… pero… Siento algo más allá de eso. Una presencia. A veces, solo a veces, juraría que la veo moverse un poco más, un imperceptible susurro de cambio. Es la noche, ya sabes, todo se distorsiona.

• El ciclo lunar, ese baile lento y pesado.
• 27 días… un número que se graba en mis huesos.
• Esa cara, siempre la misma, un reflejo de mi propia melancolía.
• La oscuridad… la otra cara, la desconocida, me llama.

Recuerdo una noche en 2024, bajo esa misma luna, llorando por Ana. Su cumpleaños. Tres años. Tres años de silencio, de ese vacío que se abre en el pecho.

La Luna no se mueve, al menos no como yo quiero que se mueva. Como quisiera que el tiempo se volteara y volviera a ese momento. Pero no. Solo gira, implacable, indiferente a nuestro dolor. A mi dolor. Siempre la misma cara, siempre la misma herida. Maldición.

La Luna realiza una rotación sincrónica con la Tierra. Es decir, su periodo de rotación es igual a su periodo orbital. Por ello, solo vemos un lado.