¿Cómo se llama el hombre que viaja al espacio?

Más allá del cielo, en la negrura salpicada de estrellas, se aventuran los exploradores de lo desconocido. Pero, ¿cómo llamamos a estos hombres y mujeres que desafían la gravedad y se lanzan al vacío cósmico? La respuesta, aunque aparentemente simple, esconde matices ligados a la historia y la geopolítica. Hablamos de astronautas y cosmonautas, términos que, si bien describen la misma profesión – la de viajar al espacio – cargan con connotaciones diferentes.

El término “astronauta”, de raíz griega (astron: estrella, nautes: navegante), se popularizó con el programa espacial estadounidense. Literalmente, se traduce como “navegante de las estrellas” y se utiliza para designar a aquellos individuos entrenados por la NASA y otras agencias espaciales occidentales, como la Agencia Espacial Europea (ESA) o la Agencia Espacial Canadiense (CSA). Imaginemos a Neil Armstrong, el primer hombre en pisar la Luna, o a Sally Ride, la primera mujer estadounidense en el espacio; ambos son ejemplos icónicos de astronautas.

Por otro lado, “cosmonauta”, derivado del ruso (kosmos: universo, naut: navegante), significa “navegante del universo” y se aplica a los viajeros espaciales entrenados por la agencia espacial rusa, Roscosmos, y anteriormente por la soviética. Yuri Gagarin, el primer ser humano en orbitar la Tierra, es el ejemplo paradigmático de cosmonauta, un símbolo de la ambición espacial soviética.

Aunque la distinción entre astronauta y cosmonauta radica principalmente en el origen de su entrenamiento y la agencia espacial que los respalda, ambos comparten una rigurosa preparación física, psicológica y técnica. Deben dominar complejas operaciones de vuelo, realizar experimentos científicos en entornos de microgravedad y enfrentar situaciones de alto riesgo con serenidad y profesionalismo. Operan como comandantes, pilotos, ingenieros de vuelo, especialistas de misión o científicos a bordo de estaciones espaciales y naves espaciales, expandiendo las fronteras del conocimiento humano y la exploración del cosmos.

En esencia, ya sean astronautas o cosmonautas, estos hombres y mujeres que se atreven a viajar al espacio representan la culminación del ingenio humano, la audacia exploradora y el anhelo ancestral de alcanzar las estrellas. Son los pioneros de una nueva era, los “navegantes del cosmos” que inspiran a generaciones y nos acercan cada vez más a la comprensión del universo que nos rodea.