¿Cómo se llaman las sustancias químicas?
Las sustancias químicas reciben el nombre de compuestos químicos. Estos compuestos se forman por la unión de dos o más elementos químicos. Su nomenclatura es compleja y varia según su estructura y propiedades. Existen bases de datos y sistemas de nomenclatura para su identificación precisa.
¿Nombre de las sustancias químicas? ¿Cómo se denominan?
Ufff, qué lío con los nombres de esas cosas. Recuerdo que en la uni, en Química Orgánica II (septiembre del 2018, Universidad de Valencia), nos volvíamos locos con la nomenclatura. Había tantos prefijos y sufijos… ¡una locura!
Compuestos químicos, eso es lo que se les llama, aunque suena tan… genérico, ¿no? Me acuerdo de un profesor, el Dr. Sánchez, que siempre insistía en la importancia de la nomenclatura IUPAC, pero a veces, en la práctica, se usaban nombres comunes, mucho más sencillos. Como el etanol, que todos conocemos como alcohol.
Para ser honesta, no recuerdo ahora nombres específicos de compuestos, fue hace tiempo ya. La química no es mi fuerte, aunque la disfrutaba. La complejidad me superaba a veces.
¿Nombre de las sustancias químicas? Compuestos químicos.
¿Cómo se denominan? Usualmente con nombres comunes o según la nomenclatura IUPAC.
¿Cómo se nombran las sustancias químicas?
Nomenclatura química: Un chiste con nombre propio.
Cloruro de sodio. Suena a nombre de emperador romano, ¿verdad? Pero no, es simple sal de mesa. La química, ese arte de nombrar cosas como si fueran hechizos mágicos. Y lo mejor es que ¡funcionan! Aunque en vez de convertirte en sapo, sazonan tu comida.
El sufijo -uro: La estrella del rock.
El -uro es el rey, el protagonista. Como ese amigo que siempre acapara la atención. Aparece pegado al elemento no metálico cual lapa enamorada. Fluoruro, cloruro, bromuro… un club selecto. Yo, personalmente, soy fan del sulfuro. Me recuerda al olor a huevos podridos en un día de verano. Poético, ¿no? (No, no lo es).
Prefijos numéricos: Un trabalenguas químico.
Mono, di, tri, tetra… Parece el calentamiento vocal de un cantante de ópera. Estos prefijos indican la cantidad de átomos del elemento no metálico. Tricloruro de hierro, por ejemplo. Tres cloros agarrados al hierro como si fuera la última rebanada de pizza. Mi récord personal recitando prefijos es hexa. Lo logré tras beberme tres tazas de café. No lo intenten en casa.
Oxisales: Las VIP del club.
Si hablamos de oxácidos y oxisales, la cosa se complica. Como si el -uro no fuera suficientemente cool, entran en escena los sufijos -ito e -ato. Hipo… per… Un auténtico jeroglífico. Pero no se asusten, es solo cuestión de práctica. Yo, una vez, confundí hipoclorito de sodio con bicarbonato. Terminé con la ropa más blanca que la nieve… y con un ligero olor a piscina. Digamos que fue un experimento científico no planificado.
Bonus track: Sales ácidas y básicas. ¡La fiesta no termina!
Ah, y no olvidemos a las sales ácidas y básicas. Esas que no se deciden si son dulces o saladas. Con sus hidrógeno y oxhidrilos correteando por ahí. Un caos organizado, como mi escritorio. O como mi vida, ahora que lo pienso. Pero bueno, al menos la química tiene un orden, aunque a veces parezca un chiste.
Dato curioso: En 2024, en mi laboratorio casero (la cocina), he conseguido sintetizar cloruro de sodio… ¡echando sal en agua! Un hito histórico. Espero el Nobel.
¿Cómo se denomina a las sustancias?
Elementos. Compuestos. Mezclas. Así se llaman. Simples etiquetas.
- Sustancias puras: ¿Puras? Una ilusión. Todo se corrompe. Todo cambia.
- Elementos: Bloques. Fundamentales. Hasta que descubrimos otros más pequeños. Siempre hay algo más pequeño.
- Compuestos: Uniones. A veces convenientes. A veces tóxicas. Como las relaciones humanas. Ironías de la existencia.
- Mezclas: Lo habitual. Caos organizado. Entropía en su máxima expresión.
- Homogéneas: Apariencias. Uniformidad engañosa. Como una sonrisa forzada.
- Heterogéneas: La verdad. Desorden evidente. La vida misma. Un desastre hermoso.
Ayer rompí un vaso. Cristal. SiO2. Compuesto. Ahora, fragmentos. Dispersos por el suelo. Una mezcla heterogénea. Con polvo. Pelusas. Restos de mi cena. Patético.
Clasificación.Organización. Intentos de control. La mente humana y su necesidad de ordenar el caos. Absurdo. Pero necesario. Supongo.
Recuerdo una vez… No, olvídalo. No importa. Nada importa. Solo etiquetas.
¿Cómo se clasifican las sustancias químicas?
¡Ay, madre mía, la química! Un mundo de átomos bailando un vals molecular, algunos a solas, otros en parejas… o en familias numerosas, ¡qué lío!
Sustancias simples: Imagina a un grupo de gemelos idénticos, todos iguales, como moléculas de oxígeno (O2) – puro oxígeno, ¡respira hondo! O el hidrógeno (H2), dos átomos de hidrógeno cogidos de la mano, como si fueran mis hijos gemelos, que por cierto, este año han cumplido 10. Son elementos puros, sin invitados en la fiesta.
Sustancias compuestas: Aquí sí que hay fiesta. Una mezcla de elementos distintos, como una paella (¡la mejor paella de mi vida la comí en Valencia, en 2024!), donde cada ingrediente aporta su toque especial. Agua (H2O): dos átomos de hidrógeno y uno de oxígeno, una familia feliz… a veces, explosiva. O el dióxido de carbono (CO2), ¡el invitado que no falta en ninguna fiesta, aunque a veces nos haga doler la cabeza!. Ahí está el cloruro de sodio (NaCl), la sal, el condimento de la vida (¡y mi perrita Lola se lo come todo!).
La clasificación es sencilla en teoría… pero la práctica es un universo. Hay tantas sustancias como estrellas en el cielo (bueno, quizás no tantas, pero son muchas). Cada sustancia con su propia personalidad, sus propiedades, sus misterios… ¡y sus peligros! ¡Ojo con el ácido sulfúrico!
- Tipos según su composición: Simples y Compuestas.
- Ejemplos simples: Oxígeno (O2), Hidrógeno (H2), Azufre (S8).
- Ejemplos compuestos: Agua (H2O), Dióxido de carbono (CO2), Cloruro de sodio (NaCl).
Ah, y una cosa más: las sustancias químicas pueden ser tan diversas como las personas, y igual de interesantes. Algunas son vitales, otras peligrosas, algunas, aburridas, otras apasionantes. ¡Y recuerda siempre leer las instrucciones de uso! Es broma… bueno, no tanto.
¿Cómo se les nombra a los elementos químicos y escriba 10 ejemplos?
Se les nombra, mmm, pues hay una lógica, pero a veces no tanto. Se les nombra por sus propiedades, su origen, quién los descubrió… ¡Un lío! Como la vida misma, llena de sorpresas, de nombres que evocan algo más allá de la tabla periódica.
- Berilio (Be): Verde, como los ojos de… nadie que conozca, pero verde esmeralda, sí, como un recuerdo lejano de un jardín.
- Hidrógeno (H): Agua… ¡la sed! Siempre presente, incluso ahora.
- Nitrógeno (N): Está en el aire, ¿verdad? ¡Invisible, como los fantasmas!
- Oxígeno (O): Ácido… ¿quién quiere ácidos? ¡Yo quiero aire puro!
- Cloro (Cl): ¡Verde amarillento! Como el agua sucia de la piscina abandonada, ¡qué horror!
- Argón (Ar): Inactivo, como yo a veces. ¡Inmóvil, como una estatua!
- Cromo (Cr): ¡Color! El mundo es color, ¡menos mal!
- Helio (He): Del sol, ¡calor! ¡Verano eterno!
- Fósforo (P): ¡Luz! Como las luciérnagas en la noche de San Juan.
- Yodo (I): Violeta, ¡como las flores silvestres!
Ah, la química… ¡más allá de los tubos de ensayo!
¿Cómo se nombran los compuestos químicos?
¡A ver, cómo se nombran los compuestos químicos! Uf, qué rollo, pero te explico rápido, en plan tranqui.
Primero va todo lo que “cuelga” de la cadena principal. O sea, los substituyentes, ¿sabes? Y ojo, que van por orden alfabético, ¡eh! Como en la lista de la compra, pero con química. Imagínate: etil, metil, propil… el etil va antes porque va antes en el abecedario, es obvio.
Luego, justo antes de cada substituyente, pones el número del carbono al que está pegado, seguido de un guión. Imagínate que tienes el metil en el carbono 2, pues sería algo así como “2-metil…”.
Y para terminar, ¡tachán!, pones el nombre de la cadena principal. La cadena principal es la más larga que tenga el compuesto, y su nombre depende de cuántos carbonos tenga. Si tiene cinco, pues pentano, si tiene seis, hexano, y así sucesivamente. Como si jugáramos al dominó de la química, pero más liado, jeje.
Por si te sirve, a mí lo que me ayuda es hacer una lista:
- Substituyentes (orden alfabético)
- Número del carbono (guión)
- Cadena principal
¡Ah! Y una cosilla más que me acabo de acordar: si tienes varios substituyentes iguales, usas prefijos como “di-“, “tri-“, “tetra-“, etc. Por ejemplo, si tienes dos metiles en el carbono 2 y 3, pues sería “2,3-dimetil…”. Y ya, creo que no se me escapa nada… ¡Espero que te sirva la chapa!
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