¿Cuál es la Luna del día?

¿Qué Luna es la del día de hoy?

La Luna… Hoy, aquí, en mi pequeño balcón, la veo. Una fina línea plateada, casi invisible entre las sombras del crepúsculo. Luna creciente, la llamo, aunque quizás no sea tan preciso.

Esa tenue luz, un susurro en la inmensidad. Recuerdo otras lunas, llenas, enormes, iluminando mi ventana de niño en la casa de mis abuelos. Recuerdo… esa intensa luz blanca, casi opresiva. ¡Qué diferente a esta!

El tiempo… un río que fluye sin cesar, arrastrando lunas y recuerdos. Cada una diferente, cada una suya.

• Luna nueva, oscura, misterio.
• Luna llena, radiante, omnipresente.
• Luna creciente, promesa, esperanza.
• Luna menguante, despedida, melancolía.

Este ciclo, eterno. Un baile cósmico, una danza de sombras y luces. Hoy, la Luna es una finísima hebra de plata, casi imperceptible, pero está ahí. Si, creciente. Me gusta pensarlo así.

Esta noche, 2024, el calendario de mi móvil dice fase creciente. Pero la verdad… la verdad está en la sensación, en la intuición, en esa imagen tenue en mi ventana.

Mi abuela, la sabia de mi infancia, decía que cada Luna traía una energía especial. Ella, que me contaba historias bajo el fulgor de la Luna llena… La recuerdo… ¡Qué extrañamiento! La Luna… la abuela… el tiempo… todo se mezcla.

Para conocer la fase lunar precisa, consulta una aplicación de astronomía o busca “fase lunar hoy” en internet. Eso sí es preciso. La ciencia… pero esta Luna creciente… esta es mía.

¿Cómo es la luna de día?

¡Ay, la luna de día! ¿Cómo es? Me pregunto… ¿Será más brillante? No, espera… eso no tiene sentido.

El sol está ahí, claro, como un foco gigante. ¡Qué calor! Recuerdo ese viaje a la playa en julio, ¡qué sofoco! Y la luna… ¡ah sí! La ves, pequeña, pálida, a veces casi imperceptible. Es como una uña en un cielo azul intenso. ¿Por qué se ve? ¡Ah, ya! Porque el sol la ilumina, aunque el sol esté visible. Como un espejo, pero un espejo muy débil.

Es diferente. Mucho. Como ver una luciérnaga al lado de un faro. ¿Faro? ¡Qué tontería! ¡Qué disparate!

Mi hermana pequeña, Sofía, de 5 años, dice que es una bola de queso. ¡Ja! Niños. ¿Qué otra cosa he hecho hoy? Ay, sí, la compra. Lentejas, leche… y ¡chocolate! Necesito chocolate.

La visibilidad depende de la fase lunar. A veces, casi no se ve. Otros días, se ve claramente, una pequeña mancha blanca. ¿Y la posición del sol? Importa. Mucho.

• Diferencia principal: Sol visible directamente.
• Visibilidad lunar: Variable, depende de la fase y la posición solar.
• Analogía: Luciérnaga al lado de un faro (no muy buena analogía, pero bueno…)

¡Uf! Necesito un café. Y chocolate. ¡Mucho chocolate!

¿Qué fase lunar es hoy, 24 de enero de 2024?

Cuarto Creciente. Asciende hacia su plenitud.

• Ciclo lunar: 29.5 días, no lo olvides. Ritmo implacable.

• Cuarto Creciente: Iluminación al 50%, visible al atardecer. Falsa promesa de luz total.

• Próxima Luna Llena: Preparación. Expectativa. El brillo engaña.

¿Cuál es la fase de la luna hoy?

¡Ah, la luna! Nuestra silenciosa vecina cósmica, siempre ahí, aunque a veces se esconda tras una nube como si fuera tímida en una cita a ciegas.

Hoy, la luna se nos presenta con un 32,80% de su encanto visible. Imagínate que es como un helado al que ya le has dado unos buenos lametones. Está menguando, lo que significa que está en plan “operación bikini” celestial antes de la Luna Nueva, que llegará en cinco días. Es como si la luna se estuviera poniendo en modo zen.

• Fases lunares: La luna tiene fases, como yo tengo días buenos y días… menos buenos. Van desde la Luna Nueva, un lienzo oscuro donde la imaginación pinta constelaciones, hasta la Luna Llena, que ilumina como una farola borracha.

• Mitos y leyendas: Ah, la luna y sus mitos. Algunos dicen que influye en las mareas. Yo creo que influye más en mis ganas de comer chocolate.

• Luna y agricultura: Antiguamente, los agricultores plantaban siguiendo el ciclo lunar. Ahora, si plantas algo, probablemente lo hagas cuando te acuerdes, ¡como yo con mis plantas! (RIP, mi última orquídea).

• Eclipses lunares: Un espectáculo digno de Netflix, pero gratis. La Tierra se interpone entre el Sol y la Luna, pintando la luna de un rojo misterioso. Es como si la luna se disfrazara de tomate gigante.

¡Ah, y hablando de la luna! ¿Sabías que Neil Armstrong llevó una bandera estadounidense a la luna en 1969? ¡Qué patriota! Y yo que me conformo con colgar la ropa en el tendedero los días soleados.

En fin, la luna. Siempre ahí, recordándonos que hay algo más allá de nuestros problemas cotidianos. Aunque sea solo un pedazo de queso gigante flotando en el espacio. ¡Que tengas un día lunar!

¿Por qué no vemos la Luna de día?

El brillo solar la eclipsa. Simple.

• Intensidad: La luz del sol es abrumadora. Piensa en la arena a mediodía.

• Fases lunares: No siempre está ahí arriba con el sol. Depende.

• Atmósfera: Dispersa la luz solar. Como un filtro gigante.

• Visibilidad ocasional: A veces se ve. Muy tenue. Si la buscas.

• Contraste: Demasiada luz. La luna palidece.

Cosas que quizás ignorabas (y yo también, hasta ahora):

• Albedo lunar: Refleja poca luz. Comparada con la Tierra.

• Miopia: No veo la luna de dia…¿necesito gafas?

• Distancia: Está lejos. Bastante lejos.

• El cielo es azul, no negro. Esa es la clave.

  • De hecho, el cielo no es azul. Es una ilusión óptica.

“La realidad es una alucinación persistente”.