¿Cuándo termina la Luna del mes de noviembre?

El Adiós a la Luna de Noviembre: Un Vistazo al Ciclo Lunar Completo

Noviembre, mes de transición entre el otoño pleno y el invierno inminente, también nos regala un ciclo lunar completo que culmina con un silencioso adiós. Para los amantes de la astronomía y para aquellos que simplemente se maravillan con la belleza celestial, comprender las fases lunares es una ventana a la incesante danza cósmica. Este artículo se enfoca en el fin del ciclo lunar de noviembre, desgranando las etapas clave que lo conforman.

La protagonista indiscutible de este mes es, sin duda, la Luna. Su viaje a través del cielo nocturno, marcando el ritmo de las mareas y, para algunos, influyendo incluso en nuestros estados de ánimo, ha sido observado y registrado por la humanidad durante milenios. Noviembre de 2024 no es una excepción.

Este ciclo lunar comenzó con la luna nueva el 1 de noviembre. Invisible a simple vista, esta fase representa un nuevo comienzo, un renacimiento en el ciclo lunar. A partir de ahí, la Luna fue gradualmente aumentando su luminosidad, pasando por el cuarto creciente el 9 de noviembre, mostrando la mitad de su disco iluminado. Luego, alcanzando su máximo esplendor el 15 de noviembre con la luna llena, una imagen majestuosa que ha inspirado poetas, artistas y soñadores a lo largo de la historia.

Finalmente, la Luna de noviembre llega a su fin. Astronómicamente, el ciclo concluye con el cuarto menguante el 23 de noviembre a las 2:27 horas (hora UTC). Este evento, que marca la transición hacia la luna nueva del mes siguiente, tiene lugar bajo el influyente signo de Virgo. Este cuarto menguante, con su suave declive en luminosidad, simboliza una conclusión, un periodo de reflexión antes del nuevo comienzo que traerá diciembre.

En resumen, el ciclo lunar de noviembre de 2024, un espectáculo cósmico gratuito y accesible a todos, se completa con el cuarto menguante del día 23. Observar estas fases, desde la sutil aparición de la luna nueva hasta el sutil desvanecimiento del cuarto menguante, nos permite conectar con la inmensidad del universo y apreciar la belleza de los ritmos naturales que rigen nuestro planeta. Aprovechemos este momento para elevar la mirada al cielo y contemplar el final de este ciclo lunar, un recordatorio de la constante transformación que caracteriza al cosmos y a la propia vida.