¿Cuántas lunas llenas puede haber en un año?

El baile lunar: ¿Cuántas lunas llenas nos regalará este año?

La Luna, nuestro satélite natural, ha fascinado a la humanidad desde tiempos inmemoriales. Su ciclo, marcado por las fases que recorre desde la luna nueva hasta la luna llena y viceversa, ha influenciado calendarios, mitologías y, por supuesto, la poesía. Pero, ¿cuántas veces podemos disfrutar de su esplendor en todo su ciclo anual? La respuesta, sorprendentemente, no es siempre la misma.

A diferencia de un calendario solar que se rige por la órbita de la Tierra alrededor del Sol, con sus 365 días (o 366 en un año bisiesto), el ciclo lunar es un tanto más impredecible en cuanto a la cantidad de lunas llenas que ofrece anualmente. La duración de un ciclo lunar completo, o sinódico, es de aproximadamente 29.5 días. Esto significa que, en un año de 365 días, cabrían unas 12 lunas llenas, una por cada mes. Sin embargo, esta es solo una aproximación.

La variabilidad reside en la duración precisa de cada ciclo lunar, que no es exactamente de 29.5 días, y en el hecho de que el año solar no es un múltiplo exacto del ciclo lunar sinódico. Esta discrepancia puede resultar en un año con trece lunas llenas. Este fenómeno, conocido como “Luna azul”, no implica que la Luna se vea de color azul, sino que se trata simplemente de la segunda luna llena en un mismo mes calendario. Febrero, por su corta duración, es el único mes que puede, en ocasiones, pasar completamente sin registrar una luna llena.

Por lo tanto, mientras que una aproximación razonable es doce lunas llenas por año, la realidad es más matizada. Algunos años nos obsequian con trece, creando ese evento inusual de la “Luna azul”, mientras que otros se conforman con las doce habituales. La posición exacta de la Luna en su órbita y su relación con el Sol determinan el número final de lunas llenas que observaremos cada año.

Este año, sin embargo, según las predicciones astronómicas, seguiremos el ciclo lunar habitual, ofreciéndonos el espectáculo de doce esplendorosas lunas llenas. Cada una de ellas, una oportunidad para levantar la mirada al cielo y maravillarse con la belleza serena y constante de nuestro satélite, un recordatorio constante de la danza cósmica que nos rodea. Así que, preparemos nuestros telescopios, binoculares o simplemente, nuestros ojos, para disfrutar del espectáculo celestial que se nos presenta durante los próximos doce meses.