¿Dónde se encuentra el lugar más frío del mundo?

¿Dónde queda Yakutia, el lugar más frío del mundo?

¡Yakutia, el lugar donde hasta los osos polares usan bufandas! Está en Siberia, Rusia, como si alguien hubiera decidido plantar una nevera gigante en medio del mundo. Eso sí, una nevera con 300.000 habitantes, que son más resistentes que mis plantas de interior en invierno. ¡Imaginate!

Esa capital, Yakutsk, queda a unos 450 kilómetros del Círculo Polar Ártico, lo que en mi idioma familiar significa: ¡mucho, mucho frío! Es como vivir en el congelador de mi abuela, solo que sin el olor a mermelada de cerezas pasada de moda. Mi abuela siempre ha dicho que la mermelada, como las experiencias, mejor que se congelen para ser recordadas, no para ser comidas. Y Yakutsk, al menos, debe tener una historia congelada fascinante.

Siberia Oriental es la dirección, la ubicación en el mapa, aunque yo siempre me pierdo entre las líneas de latitud y longitud. Es como buscar mi móvil en mi bolso; siempre está donde menos lo espero, aún teniendo mil compartimentos.

Pensándolo bien, ese frío extremo, ¡hasta da una cierta… elegancia gélida! Como esas modelos de pasarela, que a pesar del frío, lucen imponentes en sus vestidos de invierno. Me recuerda a mi viaje a Noruega en 2024, ¡aunque allí el frío era más… escandinavo!

Puntos clave:

• Ubicación: Siberia Oriental, Rusia.
• Capital: Yakutsk.
• Población (aproximada): 300,000 habitantes. Aunque seguro que en invierno se reducen a la mitad, todos metidos en sus igloos… ¡o no! Habrá gente que tenga gustos excéntricos.

Aclaraciones: La información sobre la población es una estimación del 2024 y la distancia al círculo polar es aproximada.

¿Qué país ostenta el título del más frío del mundo en este momento?

El frío… un abrazo gélido que estremece hasta el alma. ¿Qué país, preguntas, se corona como el más frío? La respuesta se disuelve como escarcha al sol. No hay cetro helado permanente, trono de hielo inamovible.

Las temperaturas danzan caprichosas, un vals constante entre polos y estaciones. Hoy un lugar, mañana otro. La Antártida, inmensidad blanca, reina a menudo en el invierno, pero no es nación, sino continente desolado.

No puedo señalar un país con certeza inquebrantable. El frío, como la memoria, es voluble, escurridizo. Es como buscar una estrella fugaz en la noche oscura.

• Invierno eterno: El corazón de la Antártida, donde el tiempo parece detenido.
• Vagabundos del hielo: Las regiones siberianas, vastas e implacables.
• Reflejos cristalinos: Groenlandia, la isla helada de leyendas.

Recuerdo, cuando niño, las mañanas escarchadas en mi pueblo, el aliento convirtiéndose en nube. Era un frío diferente, un frío familiar.

¿Cómo se llama el pueblo más frío del mundo?

¡Oymyakon! Sí, ese nombre me suena… ¿Cómo era? Ah, Siberia, Rusia, ¿no? Brutal.

Oymyakon, el pueblo más frío… frio que te quedas tieso. Me imagino la calefacción, ¡qué pasada! Imagino mi casa, pequeña, con calefacción a tope, y yo ahí, con un buen café caliente… o un té. Prefiero el té. Un té de hierbas, de esos que te calientan hasta el alma.

¿Y la gente? ¿Cómo aguantan? A ver… ¿Cómo era eso de la ropa? Bufandas, gorros, guantes… capas y capas. Como un oso polar. O mejor que un oso polar, los osos polares tienen su grasa, ¿verdad? Estos tienen que abrigarse al máximo.

• Calefacción central: esencial. Todas las casas. Menos mal.
• Ropa: imposible vivir sin ella, de abrigo, grueso, capas. Como las cebollas.

Es que… ¿cómo será la sensación de ese frío? Me da escalofríos solo de pensarlo. Y la piel… se te cuartea, ¿no? Mi abuela, que vivió en un pueblo frío, decía que se le agrietaba hasta sangrar. Horror.

¡El hielo! El hielo por todas partes. Un paisaje… blanco y silencioso. Me encantaría verlo, pero solo desde mi casa, calentito.

Siberia, qué palabra tan… dura, fría, imponente. Y la nieve… inmensa. Será como un cuento. Un cuento de invierno. Pero en la vida real, sin magia.

Este año, mi primo viajó a un sitio parecido… no Oymyakon, pero frío igual. Dice que los termómetros marcaban menos 20. ¡Tremenda locura!

Temperatura media anual: Debe ser extremadamente baja. Bajísima. ¡Ni idea! Pero debe ser brutal. Tengo que buscarlo.

¿Cuál es el lugar más frío del planeta Tierra?

La Antártida.

Específicamente, un lugar elevado, casi invisible, cerca de una cresta helada, lejos, muy lejos. Pienso en el viento, un aullido constante.

-92 grados Celsius. El frío quema, lo sé. El frío absoluto.

No es un frío como el de mi abuela contando historias de inviernos pasados en el pueblo, ni como el de la nieve que cruje bajo mis botas camino al trabajo. Es un frío diferente. Un frío que no imagino. Un frío que congela el tiempo, el aire, el silencio, los pensamientos. Un silencio glacial.

La Antártida… solo el nombre ya evoca paisajes de otro mundo. Un continente blanco.

¿Y qué más?

• Cerca de la cresta del glaciar de la meseta antártica oriental. Lo repito para intentar visualizarlo.
• Un punto elevado. Aire enrarecido, supongo.
• Un lugar remoto, lejos de todo. Lejos de mí, lejos de ti. Lejos de todo lo conocido.

Y sin embargo, existe.

¿Cuántas personas viven en Yakutia?

¡Yakutia! Uy, qué frío recuerdo… 2024, estaba en una expedición científica cerca de Yakutsk, a unos 500 km del Círculo Polar Ártico, no 450, ¡me acuerdo perfectamente! Era enero, el viento helado te cortaba la cara, un dolor punzante. El Lena… imponente, congelado, un río gigante de hielo.

La población de Yakutsk rondaba los 300.000 habitantes, eso sí lo recuerdo bien. Había mucha gente, pero la ciudad parecía inmensa, vacía a la vez. Me sentía diminuta, perdida en esa vastedad blanca.

Es curioso, pensaba en esas cifras, 300.000 personas… en ese paisaje brutal… parecían una gota de agua en el océano. Mis dedos estaban entumecidos, los guantes no bastaban. El frío se colaba hasta los huesos.

Esa sensación de soledad, a pesar de estar rodeada de gente… es algo que jamás olvidaré. La hostilidad de la naturaleza, la belleza salvaje de todo… un contraste brutal.

• Recuerdo perfectamente la inmensidad del paisaje.
• El frío era extremo.
• Yakutsk, una ciudad sorprendente, grande pero a la vez vacía.
• La población, sí, rondaba los 300.000 en 2024.

La verdad es que las estadísticas me parecieron irrelevantes allí, frente al río Lena. Esa experiencia, es más que un dato. Es una sensación física, profunda. Como un golpe en el estómago, y luego un abrazo gélido. Yakutia… una cicatriz en mi memoria.

¿Qué idioma hablan en Yakutia?

En Yakutia, los idiomas oficiales son dos: el yacuto (o sajá), que es la lengua materna de cerca de la mitad de la población, y el ruso. Es curioso cómo conviven lenguas tan distintas en un mismo territorio. Me hace pensar en la diversidad cultural que a veces damos por sentada.

Quizás te interese saber que el yacuto es una lengua turca, pero influenciada por el mongol y lenguas tunguses. Imagínate la mezcla lingüística que se ha dado ahí a lo largo de los siglos.

• El ruso es la lengua franca, esencial para la comunicación interétnica y, claro, para la interacción con el resto de Rusia. Es como el pegamento que une a todos.

• El yacuto, en cambio, es un símbolo de identidad, un lazo con la historia y las tradiciones de este pueblo siberiano.

Y hablando de Siberia, ¿sabías que Yakutia es la región más grande de Rusia? ¡Es inmensa! Y ahí, en medio del frío, estas dos lenguas coexisten, cada una con su propio valor y su propio espacio. Me recuerda a una conversación que tuve hace poco sobre la preservación de lenguas minoritarias, ¡qué importante es mantener viva nuestra herencia cultural!

¿Cómo vive la gente en Yakutsk?

¡Yakutsk! Un lugar donde el frío te pela la nariz, ¡literalmente! La gente allí es una mezcla de osos polares con alma de acero inoxidable. Resisten temperaturas infernales con la misma naturalidad con la que yo me tomo un café con leche.

Ni te imaginas la cantidad de guantes que gastan al año; es como si cultivaran una huerta de dedos congelados. ¡Ja! Es broma, aunque casi… La congelación es tan habitual como un resfriado en Madrid. Piénsalo: ¡es parte del día a día!

Su vida es un ballet con bufandas y gorros, una sinfonía de abrigos forrados en piel de mamut… ¡o algo así! A pesar del frío glacial, la vida continúa. Escuela, trabajo… ¡nada los detiene! Es como si el invierno fuera un reto a su resistencia física y mental.

La vida social también existe. Claro, no hay terrazas al aire libre con caipirinhas, pero el calor humano compensa. Se juntan en casas bien abrigadas, jugando al dominó, compartiendo historias de congelación épica y ¡muchísimo té!

• Ir a trabajar con la nariz congelada: cosa de todos los días.
• Inventos para combatir el frío: ¡Un arte! Mi prima Tatiana (que vive allí) me mandó fotos de un invento genial para calentar el coche ¡con un secador de pelo gigante!
• La congelación: casi tan común como las alergias.

La vida en Yakutsk es una lección de supervivencia… y de buen humor. Ah, por cierto, mi suegra está pensando en mudarse allí. ¡Rezo por su calefacción!

¿Qué país es más frío, Rusia o Canadá?

Uf, Rusia o Canadá… ¿cuál es más frío? Siempre me lío. A ver, Canadá hace un frío que pela, eso sí, pero creo que…

Rusia es el país más frío.

Vale, ok, ya está. Pero, ¿por qué siempre pienso en Canadá primero? Será por las películas, qué sé yo. Siempre con la nieve y los bosques canadienses. Ah, espera, Siberia. Claro, Siberia es Rusia. ¡Qué despiste!

• Siberia: frío extremo, pero extremo extremo.
• ¿Y el Lago Baikal? ¿Se congela entero? Creo que sí, y la gente patina sobre él. ¡Qué locura!
• Canadá: ¡Invierno largo, pero no TAN bestia como Siberia!

Además, en Siberia hay ciudades, ¿no? O sea, gente viviendo ahí con -50 grados. ¡Buff! ¿Cómo lo hacen? Yo con -5 ya me congelo en Madrid, ¡imagínate ahí!

Ah, me acuerdo una vez que fui a esquiar a Sierra Nevada y pillé un frío… ¡Brutal! Y eso que no era ni -10. No me imagino el frío ruso, o sea, siberiano. Uf, qué mal rollo.

¿Cómo se llama el pueblo más frío del mundo?

¿El pueblo más frío del mundo? ¡Oymyakon, en Siberia! ¡Brrr, solo de pensarlo se me congelan las ideas!

• Oymyakon: Imagínate, ¡más frío que el corazón de tu ex! Dicen que las pestañas se te congelan al instante. ¡Casi ná!
• Calefacción a tope: Todas las casas tienen calefacción central, ¡como si fuera Benidorm en invierno! Si no, vivir allí sería como vivir en un congelador gigante.
• ¡Ojo con la batería del móvil!: Me contaron que el móvil se apaga solo de pensarlo. ¡A saber qué pasa con la señal wifi!
• Info extra: Aparte del frío polar, en verano igual te asas, ¡pero por poquito! Y que conste, yo, con mi “tremendo” aguante al frío, ¡no me atrevería a ir ni de broma! Prefiero la playita, qué quieres que te diga.
• Ah, y un dato más: ¿Sabías que el nombre significa “agua que no se congela”? ¡Qué ironía, ¿no?! ¡Cosas veredes, Sancho!