¿Dónde se encuentra la mina más grande del mundo?

¿Dónde está ubicada la mina más grande del mundo?

¡Ah, Grasberg! La mina de oro más grande del mundo se encuentra en Papúa, Indonesia. Imagínate, Papúa, un lugar donde la fauna local debe pensar que los mineros son dioses caídos del cielo, escupiendo metal brillante en lugar de rayos.

• Y con 14.000 hectáreas, ¡casi puedo verla desde mi balcón! (Si viviera en Papúa, claro, y tuviera un balcón, y una vista privilegiada).
• ¿Oro y cobre? Es como la pareja extraña del reino mineral. Uno se usa para joyas ostentosas, el otro para cableado que nadie admira hasta que se va la luz.

En serio, Grasberg es un monstruo geológico. ¡Más grande que algunos países! Pensar que hay un agujero gigante en el suelo, vomitando tesoros, mientras yo lucho por encontrar un euro en el sofá… la vida es injusta.

¿Sabías que las minas a veces tienen nombres épicos? Tipo “La Veta del Dragón” o “El Abismo de Midas”. Grasberg suena más a un pueblo alemán que a una fuente inagotable de riqueza. ¡Deberían contratarme para el marketing!

He visto fotos. Es como un paisaje lunar, pero en lugar de cráteres hay excavadoras gigantes y polvo. Imagino a los geólogos allí, diciendo: “Sí, ¡aquí es donde vamos a excavar hasta el centro de la Tierra!” con una sonrisa maniática.

¿Quién es el dueño de la mina más grande del mundo?

Freeport-McMoRan, ese nombre resuena como el eco de una excavación sin fin. ¿Pero dueño? ¿Alguien puede ser dueño de algo tan vasto, tan profundo?

Pienso en la mina, un abismo de sombras y luces artificiales, un vientre de la tierra donde el cobre brilla con una promesa metálica, donde el oro, oh, el oro, susurra secretos de avaricia y poder, poder. Siempre me ha parecido extraño que alguien pueda ser dueño de eso, de un lugar así, un lugar que existía antes que nosotros y que existirá después.

Las toneladas se acumulan, números fríos que intentan medir lo inmensurable:

• Cobre, ríos de cobre fluyendo hacia la superficie, 610.800 toneladas este año.
• Oro, polvo de estrellas atrapado en la roca, 58.474 toneladas arrancadas a la oscuridad.
• Plata, un pálido reflejo, 174.458 toneladas desenterradas.

Números, solo números. No pueden capturar el olor a tierra húmeda, el rugido de las máquinas, el silencio opresivo en lo profundo de las galerías. Recuerdo, hace años, cuando visité una mina abandonada en Potosí, Bolivia. El aire era denso, cargado de polvo y fantasmas.

¿Y el dueño? Freeport-McMoRan, un nombre impreso en documentos, en acciones, en el flujo constante de dinero. Pero, ¿es realmente dueño? ¿O es solo un custodio, un administrador temporal de algo mucho más grande, mucho más antiguo? Lo dudo.

¿Dónde se encuentra la mina de sal más grande del mundo?

La mina de sal más grande del mundo está en Polonia. Concretamente, las Reales Minas de Sal de Wieliczka y Bochnia.

Ubicadas en Polonia.

Me acuerdo cuando fui a Cracovia en junio de este año. No sé por qué, pero tenía una manía con visitar minas de sal. ¡Siempre me han fascinado! Quizá porque mi abuelo era minero. El caso es que Wieliczka… uff, es como entrar en otro mundo.

• Cracovia, una ciudad impresionante.
• Junio, un clima ideal.

Bajamos… bajamos… y bajamos. ¡Qué mareo! La oscuridad y el olor a humedad lo envolvían todo. Imagínate, niveles y niveles excavados, capillas subterráneas esculpidas en la sal… ¡una locura! Esculturas por todos lados. Un lago salado donde la gente tiraba monedas. Me sentí como Indiana Jones.

No sé, fue una experiencia muy rara, entre lo turístico y lo… espiritual, por decirlo de alguna manera. Mi móvil casi se queda sin batería haciendo fotos.

No tiene nada que ver, pero ese viaje también visité Auschwitz. Menudo contraste.

¿Dónde está la mina de oro más grande de Latinoamérica?

¡Ay, amigo! ¡La mina de oro más grande de Latinoamérica! Como si fuera a saberlo de memoria, ¡si yo apenas recuerdo dónde dejé las llaves de mi casa! Pero bueno, al lío:

Yanacocha, en Perú, es la campeona. Sí, sí, como el Messi del oro, ¡aunque sin tanta patada! Dicen que brilla más que el sol en pleno mediodía, que es tan grande que se ve desde el espacio… ¡o eso me contaron unos extraterrestres en una fiesta de disfraces!

Es tan grande que… ¡podrías perderte allí dentro, y encontrar una ciudad perdida de oro y… ¡ñandúes! Sí, ya sé que suena raro, pero es que allí hay de todo, ¡hasta un jardín secreto con duendes que guardan pepitas gigantes de oro puro!

A ver, vamos con datos “reales” (entre comillas, porque, a saber):

• Está en Perú. ¡Qué descubrimiento!
• Es enorme, de verdad, ¡como un elefante con alas!
• Oro, oro por todas partes. ¡Suficiente para dorar todos los churros del mundo!

Eso sí, no te metas a buscar oro sin permiso. Mi primo lo intentó, ¡y volvió con una multa y una colección de mosquitos gigantes!

Dato extra: El otro día vi un documental donde decían que la producción de oro de Yanacocha en 2024 supera las expectativas ¡casi tanto como mi expectativa de encontrar un billete de 100 euros en el bolsillo del pantalón! No me preguntes las cifras exactas, porque ahora mismo tengo un ataque de amnesia selectiva.

¿Dónde se encuentra la mina de oro más grande del mundo?

Aquí, en la quietud de la noche, las cosas se ven diferentes. Más nítidas, quizás, o más oscuras. Depende.

La mina de oro más grande… está en China, en Hunan, llamada Wangu. Eso dicen las noticias de este año.

Es curioso cómo un simple dato puede resonar tanto. Me pregunto si la gente que trabaja ahí, en esa inmensidad dorada, siente el peso de esa riqueza. Si piensan en lo que significa sacar oro de la tierra. Yo no creo.

• China lidera la producción mundial de oro. Sí, eso ya lo sabíamos, ¿no? Siempre están ahí, en todo.
• Me recuerda al collar que mi abuela guardaba, uno con una pequeña pepita. Decía que era su amuleto de la suerte. Nunca entendí por qué le daba tanta importancia a un pedazo de metal.
• A veces pienso que el oro es solo una excusa. Un símbolo vacío que nos distrae de lo que realmente importa. Como yo distrayéndome ahora de mis propios problemas, hablando de minas lejanas.

La noche es larga. Y los pensamientos, más aún.