¿Por qué hoy no es visible la luna?

¿Por qué no se ve la luna hoy?

¡¿Que no ves la Luna?! Tranquilo, no te han robado el satélite. Debe ser que estás en Luna Nueva, la fase lunar más ninja, ¡desaparece por completo! Es como cuando intentas encontrar tus calcetines en el cajón: ¡inexistentes!

• ¿Por qué esta invisibilidad lunar? Pues, la Luna se pone de espaldas al Sol, mostrando su lado oscuro a la Tierra. Como cuando te pones de espaldas a la cámara para no salir en la foto. ¡Drama lunar!

• No la busques mucho… En Luna Nueva, la Luna está tan cerca del Sol en el cielo que su brillo se pierde en la inmensidad del día. Es como buscar una aguja en un pajar… ¡en pleno sol!

¡Ah! Y si te sirve de consuelo, este año, en Luna Nueva, me pasó lo mismo. Estaba yo buscando inspiración para un chiste y… ¡ZAS! ¡La inspiración se había ido de cañas con la Luna! (O eso creo).

¿Qué pasa con la Luna durante el día?

¡Vaya preguntita! La Luna, esa farola cósmica que nos acompaña. ¿Qué hace de día? Pues básicamente, presumir de lo guapa que es, aunque el Sol le haga sombra.

• Piensa en la Luna como ese amigo que siempre llega tarde a la fiesta. El Sol, la estrella de rock, ya está dando el concierto y ella ahí, “a lo suyo”, reflejando la luz como si fuera un espejo de discoteca.

• Su brillo, aunque menor al del Sol, es suficiente para que la veamos. Depende de la fase lunar, claro. No es lo mismo una Luna llena en pleno día que una uñita casi invisible. ¡Es como intentar ver a un mimo en una discoteca!

• Yo, por ejemplo, recuerdo un viaje en coche por la costa este verano. ¡Y ahí estaba ella, la lunita, acompañándonos mientras el sol se ponía! Parecía una farola desubicada, la verdad.

• Y hablando de cosas raras, ¿sabías que la Luna se aleja de la Tierra unos 3,8 centímetros al año? ¡Un día la tendremos que buscar con prismáticos!

  • Es como cuando intentas mantener una relación a distancia, al principio todo genial, pero luego… ¡adiós, Luna! (Es broma, no cunda el pánico).

• Además, piensa que la atmósfera terrestre dispersa la luz solar, creando ese cielo azul que tanto nos gusta. La Luna debe ser muy brillante para destacar sobre este fondo. Es como intentar vender helados en el Polo Norte, ¡necesitas un buen gancho!

Así que, la próxima vez que veas la Luna de día, salúdala. ¡La pobre también tiene derecho a su minuto de fama!

¿Por qué no puedo ver la luna esta noche?

La luna, a veces, se esconde. No la encuentras en el firmamento, como si jugara a las escondidas. ¿Por qué? Su danza orbital, ese vals celeste, es un factor. La posición de la luna en su órbita alrededor de la Tierra es crucial.

Pero hay algo más, algo que tiñe de luz o sombra su presencia. La iluminación del sol, sí, esa es la clave. Durante el día, el sol… el sol lo eclipsa todo, es un ladrón de miradas. Y por la noche, si la luna está en fase nueva, es casi invisible, una sombra entre sombras.

Recuerdo una noche en el desierto de Atacama, hace como… mmm, este año creo. Buscaba la luna entre las estrellas, ¡qué ironía! Pero no estaba. Solo un cielo tan oscuro que dolía, punteado por la Vía Láctea, un río de diamantes derramado sobre la arena. Fue una sensación extraña, la ausencia de la luna intensificando la inmensidad del cosmos.

Aquí hay más razones, porque el universo es complicado y la luna más aún:

• Fase lunar: Luna Nueva es la que más se esconde.
• Condiciones atmosféricas: Nubes, polución, todo la esconde.
• Ubicación geográfica: ¡No es lo mismo verla desde la ciudad que desde el campo!
• La contaminación lumínica: Las luces de la ciudad la apagan.
• Altura de la luna en el cielo: A veces está muy baja.
• El clima afecta: Lluvia, niebla, la ocultan.
• El calendario: Las lunas llenas tienen fechas concretas.
• La rotación de la Tierra: No siempre está a la vista.

La luna, caprichosa y bella, elige cuándo mostrarse. Y nosotros, simples mortales, no podemos más que esperar a su regreso.

¿Por qué la Luna no se ve de noche?

La Luna… a veces me pregunto… ¿por qué no la veo? Es raro, ¿no? Como si se escondiera.

No la veo porque no hay sol. Simple. Es tonto, pero es así. Necesita del sol. Como yo necesito… no sé… necesito algo. Siempre algo. Algo que nunca llego a tener.

Como esa foto de mi abuela con su perro, el Pelusa. La tengo en el cajón, junto a la carta de mi ex. El 2023 ha sido un infierno. La luz del Sol, o la falta de ella, también influye en mi estado de ánimo, creo.

• La soledad. Esa es la oscuridad que siento. Más que la ausencia de la Luna.
• El silencio. Los golpes en la pared, el tic-tac del reloj… todo lo escucho. Todo.
• Y el miedo. Miedo a la oscuridad. A la soledad. A mi propia sombra.

La Luna… brilla con luz prestada. Como yo… intento brillar con algo prestado. Una sonrisa, un abrazo… algo que no es mío.

La luz del sol es crucial. Sin ella, la Luna es invisible. Inútil.

Esta noche… el gato maúlla. Quizás, mañana, pueda ver la Luna. O quizás no. Da igual.

El gato se llama Miau, por cierto. Tiene siete años, igual que yo llevo sin hablar con mi hermano. 2023 ha sido un año difícil.