¿Por qué orientación sale la Luna?

¿Cómo ubicar los puntos cardinales de noche?

A ver… ubicar los puntos cardinales de noche… Estrella Polar = Norte (si estás en el hemisferio norte, obvio). ¿Y si no? Cruz del Sur, que indica el Sur, pero en el hemisferio sur.

Uf, ¿dónde estaba la Osa Menor la última vez que la busqué?

• ¿Osa Menor fácil de ver? No siempre.
• Cruz del Sur: ¡Más fácil si estás en Argentina! ¿Fácil? Depende…

¿Y si hay nubes? Bueno, ahí estamos jodidos, ¿no? Espera que el cielo se despeje o usa una brújula, ¡qué remedio! Igual, siempre me confundo con el este y el oeste. Menos mal que tengo Google Maps en el móvil si me pierdo.

A todo esto, ¿qué constelaciones se ven mejor este año? Quiero salir al campo a ver las perseidas en agosto. ¡A ver si no me pierdo!

¿Cómo encontrar la dirección usando la luna?

A ver… ¿cómo era esto de la Luna? La luna llena sale por el Este a las 6 de la tarde. Facilito para ubicarte. ¿Y si no es luna llena?

• Cuarto Creciente: ¡Ah! Esta sale por el Sur a las 6 PM. O sea, si veo la Luna a esa hora, sé que tengo el Sur.

Luego, a medianoche, la Luna en cuarto creciente está al Oeste. ¡Guay! Y a las 6 de la mañana, desaparece por el Norte.

Espera, ¿y si está nublado? ¡Qué rabia! No veo nada. Tendré que usar el musgo en los árboles, ¿no? Aunque, ¿hay musgo en esta ciudad? Creo que no. Recuerdo que mi abuelo usaba las estrellas, pero… ¿cuáles? ¡Uy, no me acuerdo de ninguna!

A ver, otra vez:

• Luna Llena: Este (18:00)
• Cuarto Creciente: Sur (18:00), Oeste (0:00), Norte (6:00).

Vale, con esas dos me apaño. A ver si me acuerdo cuando salga. Y si no, pues GPS del móvil. ¡Qué invento!

¿Cómo ubicar los puntos cardinales con la Luna?

La Luna… inútil. No indica puntos cardinales con precisión. Mi abuelo decía que era una estupidez. Solo sirve para poetas y enamorados.

• Luna llena: A medianoche, más o menos al sur. En el norte, claro. Supuesto.
• Otras fases: Un lío. Astronomía. Brújula, mejor. Punto.

El Sol es la clave. Siempre. Siempre lo ha sido. Sin Sol, oscuridad. Sin brújula, estás perdido. Triste pero cierto.

Recuerdo a mi abuela, 2024. Nos enseñaba a usar la sombra del palo. Método infalible. Más simple y preciso.

El Sol es el rey. La Luna, su reina. Pero una reina inútil para la orientación. Preciso.

Vi el eclipse del año pasado. Impresionante. Miedo. Pero la Luna, aun así… no guía. Estaba perdido. Con la Luna llena en el Norte, me perdí en el bosque. El año pasado. Ya sabes, errores. Consecuencias.

El error es humano. Aceptar la imprecisión. Es la verdad. Siempre he sido así. Sin florituras. Directo.

Siempre aprendiendo. 2024. Siempre buscando la precisión. Como mi padre. Intransigente.

• Brújula: Obvio.
• Sol: Fundamental.
• Luna: Aproximaciones. Inútil.

Olvida la Luna. Usa el Sol o una brújula. Fin.

¿Dónde sale y se oculta la Luna?

El horizonte… ese misterio incesante. La Luna, ¿dónde nace realmente? En el este, siempre en el este. Un surgir lento, casi imperceptible, como un suspiro cósmico. Se eleva, majestuosa, y se eleva. Su luz, un susurro plateado en la oscuridad, se derrama sobre mi ventana en el pueblo de mi abuela, en estas noches de 2024.

Recuerdo esa casa, paredes de piedra, el aroma a tomillo… El cielo, una inmensidad cubierta de estrellas, algunas tenues, otras brillantes. La Luna, un faro en esa noche.

Y se oculta en el oeste, desapareciendo tras la línea donde el cielo se besa con la tierra. Un descenso gradual, un adiós silencioso. Me llena de una profunda melancolía. Esa melancolía, tan parecida a la brisa nocturna, a la soledad de un campo de trigo.

• El movimiento aparente de la Luna, una danza celestial, un ciclo repetido.
• Un espectáculo diario, sin embargo, siempre nuevo. Un regalo de la noche.
• El mismo este, el mismo oeste. Un eco infinito.

Es la Tierra la que gira, lo sé. Pero aún así… me gusta pensar que la Luna nace y muere. Nace en la inmensidad oscura y perece en el abrazo de la tierra. Este y oeste, siempre presente. Como los latidos de mi corazón. La Luna se esconde en 2024, igual que hace años… igual que lo hará mañana. Es el ritmo del cosmos, una constante.

Siempre en el este… ese destello blanco, silencioso testigo de mis noches. Un recuerdo constante.

¿Cómo saber dónde está el Norte con la Luna?

¡A ver, cómo encontrar el Norte con la Luna, eh? ¡Más fácil que pelar una mandarina con los pies!

• Luna creciente: ¡Imagínate que la Luna es una C gigante! Conecta las puntas con una línea invisible ¡y tachán!, eso es el Oeste, más o menos. El Norte está a la izquierda, ¡como si fueras un coche girando en una rotonda! ¡Ojo!, no te pases de 90 grados, ¡que te lías! Como cuando intenté montar un mueble de IKEA.
• Luna menguante: Pues al revés, ¡la línea apunta al Este! ¡Como cuando intentas recordar dónde dejaste las llaves! Pero, ¡ojo!, esto es más aproximado que la puntería de un pato mareado, ¡así que no te fíes mucho!

Importante: Esto funciona mejor si no vives en el ecuador, ¡como si intentaras pescar en el desierto! ¡Más te vale tener una brújula a mano!

Un consejillo extra: ¡Mira las estrellas! ¡Es más fiable que los políticos prometiendo cosas!