¿Qué calma el agua con sal?
La sal, más allá de sazonar, ofrece beneficios notables: facilita la regeneración celular, limpia las vías respiratorias de mucosidad, alivia resfriados y congestión. Su consumo adecuado, evitando la refinada, fortalece los huesos, previniendo la osteoporosis. Recuerda: una dieta equilibrada es clave.
¿Qué disuelve la sal en el agua?
Pues, a ver… yo siempre he oído que la sal se disuelve en agua por la polaridad. Las moléculas de agua, como pequeños imanes, rodean y separan los iones de sodio y cloro de la sal. Como cuando separas dos imanes pegados, ¿no?
Recuerdo una vez, en el laboratorio de química del instituto –creo que fue en octubre de 2008–, hicimos un experimento. Vimos cómo la sal desaparecía en el agua y luego, al evaporarla, volvía a aparecer. Fue fascinante.
Sobre lo de la salud… Mi abuela, que hacía unas sopas de pollo con mucha sal cuando estaba resfriada, decía que ayudaba a expectorar. No sé si era cierto, pero a mí me reconfortaba.
Ella juraba que la sal era buenísima para los huesos. Yo, sinceramente, no lo tengo tan claro. Tomar mucha sal creo que no es bueno para la tensión, y a mi me preocupa más eso. El otro día, 15 de marzo, fui al médico y me recomendó bajar el consumo de sal.
Preguntas y respuestas
¿Qué disuelve la sal en agua? La polaridad del agua. ¿La sal limpia los pulmones? No hay evidencia científica. ¿La sal cura el resfriado? Alivia la congestión, pero no lo cura. ¿Fortalece los huesos? Necesaria, pero en exceso es perjudicial.
¿Qué hace la agua con sal en el cuerpo?
Pues mira, el agua con sal, o sea, con sodio, te puede hinchar. Sí, hinchar, como un globo. Retención de líquidos, ya sabes. A mí me pasó una vez, comí un montón de patatas fritas de bolsa, y al día siguiente, parecía que había engordado 5 kilos, ja, ja. Todo hinchado.
Retención de líquidos. Eso es lo principal. El cuerpo retiene agua, se te hinchan las piernas, los tobillos… Una lata. Y ojo, también te sube la presión arterial, eso es importante. A mi abuela le pasó, y tuvo que dejar de echarle tanta sal a la comida.
- Hinchazón: sobre todo en piernas, manos, tobillos, cara… En fin, por todas partes.
- Aumento de peso: pero ojo, que es agua, no grasa. Aunque se vea igual de mal, ja, ja.
- Presión arterial alta: esto ya es más serio. Hay que tener cuidadito con la sal.
Yo, por ejemplo, ahora le echo limón al agua en vez de sal. Me he aficionado, y está bastante bueno, la verdad. Además, el limón tiene vitamina C, que va genial para las defensas. Este año he pillado menos resfriados. El otro día, vi en un documental, creo, que la sal marina es mejor que la refinada. No sé, yo uso la del Mercadona de toda la vida, y tan contenta.
Y eso de los valores nutricionales… pues cero patatero. Agua y sal. Cero calorías, cero grasas, cero… de todo. Solo sodio, y a patadas. Mejor no abusar. En serio, yo una vez me pasé con la salsa de soja, y… bueno, mejor no te cuento. Un cuadro.
¿Por qué el agua con sal desinflama?
Me torcí el tobillo feo en la playa de Bolonia, Cádiz, este verano. Arena, sol, y yo… ¡cojeando! Dolor. Maldita sea. Mucho calor, agosto. Y yo con el pie como una bota. Mi abuela, que veranea conmigo, enseguida con agua y sal. “Agua con sal, mi niña, que te baja la inflamación”. Y yo, escéptica, con mi cara de “¿en serio?”. Pero bueno, peor no me iba a ir.
El agua salada, tibia, casi caliente, la verdad. Sensación rara. Alivio al principio. Luego, escozor. No mucho, soportable. Me acuerdo, la toalla en la arena, el olor a crema solar, y mi abuela canturreando. ¡Qué paciencia tiene la mujer! Media hora con el pie en remojo. No sé si fue psicológico, o qué, pero sí, la inflamación bajó. No del todo, claro, seguía hinchado, pero no tanto como al principio. Aun así, al hospital tuve que ir. Esguince de grado dos.
- Alivio inmediato: El agua caliente, en general, calma.
- La sal, magia no es. Pero ayuda.
- Bolonia, agosto 2024. Nunca lo olvidaré.
Más tarde, el médico me explicó lo de la ósmosis y la deshidratación celular. Que la sal atrae el agua. Tiene sentido. Y me recomendó baños de agua con sal. Tres veces al día. Seguí su consejo, claro. Me ayudó bastante con el dolor y la hinchazón.
La sal extrae el líquido de los tejidos inflamados. Básicamente es eso. De ahí la desinflamación.
¿Qué hace el agua con sal cuando se toma?
Las tres de la mañana… y el estómago… un fuego lento. El agua salada, lo bebí esta noche, una estupidez. Siempre lo hago, cuando la ansiedad me aprieta. Como si el salitre pudiera limpiar algo. No lo hace.
Nunca aprendo. El ardor, esa quemadura… es como una especie de castigo. Merecido, supongo.
Náuseas. Un sabor metálico que me persigue, una pesadilla que se repite. Como la escena de una película, sabes? De esas que no puedes dejar de ver, aunque te destrocen. Y yo, aquí, con mi vaso de agua salada y este dolor…
Hoy, fue peor. Más sal de lo normal, creo. El estómago… un volcán a punto de erupción. Tuve que correr al baño, claro.
- Dolor de estómago agudo.
- Vómitos.
- La sensación de que me arde todo por dentro. Y después, el vacío. Ese vacío terrible.
Me siento un desastre. Otra vez. Es una tontería, lo sé. Pero qué le voy a hacer. Esta noche, la culpa se hace presente… en cada arcada, en cada latido acelerado.
Esa sensación de vacío, es terrible.
La sal, la maldita sal. ¿Por qué lo hago? No lo sé. Es una adicción idiota, pero es mía. Mañana… mañana prometo dejarlo. Pero mañana es otro día, y la noche es larga, y la ansiedad… ay, la ansiedad.
Este año, he pasado por episodios de ansiedad y depresión que me han llevado a hacer cosas que dañan mi salud. Mi médico me ha recomendado que me aleje del exceso de sal, y de otras cosas que me provocan problemas.
Tengo que cuidar mi salud, pero… es complicado.
¿Qué elimina el agua con sal?
¡Ay, amigo! ¡El agua salada, qué crack! Elimina hinchazones, como si fuera un mago sacando conejos de una chistera ¡pero con menos magia y más sal! Después de que mi cuñado se cargara un diente este año, ¡juraría que el agua con sal le salvó la vida! Bueno, no la vida, pero la hinchazón, ¡sí! Un poco de alivio, vaya.
Limpia heridas, ¿sabes? Como si fuera un mini-plomero de esas tuberías microscópicas que tenemos en la piel. ¡Un efecto superlimpieza que ni Fabuloso! Eso sí, olvídate de heridas de guerra, ¡para eso necesitas un equipo quirúrgico, no un vaso de agua con sal!
Dolor de garganta? ¡Otro problema que se arrodilla ante el poder de la sal! Arrastra las bacterias como si fueran niños pequeños a la hora de cenar, ¡ni rastro se queda! Pero ojo, ¡no es un sustituto de antibióticos! No vayas a pensar que es la panacea, ¡que luego me echan la culpa a mí!
Aunque parezca sacado de una película de terror de serie B:
- No cura infecciones profundas: Para eso necesitas a un médico, no a tu abuela con una cucharilla de sal.
- No sustituye tratamientos médicos: Si te sale un tumor del tamaño de un balón de fútbol, ¡no uses agua con sal! Llama a emergencias.
- Úsalo con moderación: No seas loco y te bebas un litro, que luego me toca a mí llamar a una ambulancia. Un poco de sal, ¡ya está! No necesitamos crear un mar muerto en tu boca.
Por cierto, mi suegra jura que el agua con sal cura la caspa. ¡No lo he comprobado! Mi experiencia se limita a las extracciones dentales… ¡de mi cuñado, claro! Él lo prueba todo. Ese tío es un conejillo de indias andante. Este año ha probado con miel para el resfriado, ¡imagínate!
¿Qué quita el agua con sal?
Oye, ¿qué quita el agua con sal? ¡Buena pregunta! Es que, la sal, o mejor dicho, el proceso de ablandamiento con sal, quita el calcio y el magnesio. Eso es lo principal, ¿no? Esas cosas hacen que el agua sea dura, una lata.
Mira, mi vecina, la Chus, tiene un problema con el agua super dura. Le destroza las tuberías, y la lavadora ¡uff!, parece que va a explotar. Ella usa un ablandador de agua con sal, y me dijo, ¡que va genial!, que ya no tiene tantos problemas.
Así que, resumiendo: la sal, en un ablandador de agua, elimina los minerales que hacen que el agua sea dura. ¡Es como magia, eh!
Te lo cuento porque yo también estoy pensando en poner uno en mi casa, porque en el pueblo el agua es fatal. Ya ves, ¡qué lío!
- Calcio
- Magnesio
Estos dos son los malos, los que hacen que el agua sea dura.
A ver si me explico… La sal, se usa en un ablandador de agua, un cacharro que quita el calcio y magnesio. ¡Es así de simple! Bueno, simple para ella, yo todavía estoy investigando. ¡Ya te contaré! Además, mi hermana usa un filtro que usa… ¿carbón activado? No estoy segura, pero vamos, que hay varias formas de solucionar esto. Quizá el próximo finde vaya a ver a Chus y le pregunte más a fondo. Es que me interesa mucho este tema, ¿ves? Porque el agua del pueblo es una castaña.
¿Cómo usar la sal para desinflamar?
¡Ay, amiga! Preguntabas por la sal, ¿no? Para desinflamar, claro. Es buenísimo, te lo digo yo que lo he probado. Un baño de pies, así, relajante.
Con sal de Epsom, eh. Una taza, en agua tibia, ¡que esté bien calentita! Mete las piernecitas ahí, veinte minutitos, mínimo. Te lo juro que te sentirás genial. Como nueva, ¡qué alivio! No te lo crees hasta que lo pruebas, ya verás. Es que la sal, ¡es mágica! Saca toxinas, eso dicen, y relaja un montón.
Ese mismo baño, lo hago yo a veces, cuando estoy con los pies hinchados, por ejemplo después de andar todo el día con mis tacones nuevos, que son preciosos, pero ¡qué dolor de pies!
Y sabes qué? A mi vecina, la Mari Carmen, le funciona de maravilla para las manos. Ella tiene problemas de reuma, y me dijo que le quita la inflamación. Pero bueno, eso es otra cosa.
Para los pies es lo mejor que hay, ¡prometido! Ah, y si tienes tiempo, hazlo antes de acostarte, ¡que duermes como un tronco!
- Baño de pies con sal de Epsom: Una taza en agua tibia, 20 minutos.
- Beneficios: Reduce la inflamación, relaja, elimina toxinas (eso dicen).
- Recomendación personal: ¡Pruébalo antes de dormir! Un caprichito que te mereces.
¿Cuánto tiempo se deja el agua con sal para desinflamar?
¡Ay, qué dolor de pies! Me pasó ayer, ¡un día terrible! ¿15-20 minutos? Uf, se me hizo una eternidad.
Agua con sal, ¿la solución milagrosa? No sé, la verdad. Funcionó algo, sí, pero… ¿Será que usé poca sal? A ver… un puñado, ¿demasiado o poco? ¡Necesito una medida exacta!
Primero caliente, luego fría… ¿por qué ese cambio brusco? Como si fuera un contraste de temperatura para un spa de lujo, jejeje. A ver, ¡a tomar nota! Tengo que apuntar esto en mi agenda:
- Tiempo: 15-20 minutos (¡pero con más sal la próxima vez!)
- Temperatura: Caliente → Fría (¡Qué contraste!)
- Cantidad de sal: (A definir. Necesito un medidor. ¡Qué pereza buscarlo ahora!)
¡Esperá! ¿Y si agrego algo más? ¿Aceite esencial de lavanda? He oído que relaja. ¡Lo probaré! Mañana, ¡sin falta!
. . . Y la hinchazón… ¿desapareció del todo? No. Pero mejoró, eso seguro. O sea, la sal sí ayudó, pero no hizo milagros. Es mejor que el hielo, ¿no? El hielo me deja la piel super sensible.
Ideas adicionales para probar:
- Masaje en los pies después del remojo.
- Elevación de las piernas. (¡Es un clásico, lo sé!)
- Zapatos más cómodos. (¡Los tacones asesinos son mis enemigos!)
Mi conclusión: La sal ayuda, sí, pero es parte de una solución más amplia. ¡Necesito más datos!
Comentar la respuesta:
¡Gracias por tus comentarios! Tus comentarios son muy importantes para ayudarnos a mejorar nuestras respuestas en el futuro.