¿Qué color de luz se ve más de noche?

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La luz azul, según estudios, es la que más afecta los ritmos circadianos durante la noche, ya que incluso cantidades pequeñas pueden interferir con el sueño.

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El espectro nocturno: ¿Qué color de luz realmente vemos mejor en la oscuridad?

A menudo se asume que en la oscuridad todos los gatos son pardos, y que la percepción del color se reduce a una escala de grises. Sin embargo, la realidad es más compleja. Si bien la visión nocturna limita nuestra apreciación cromática, la pregunta de qué color de luz vemos mejor en la oscuridad no se refiere a la percepción del color en sí, sino a la sensibilidad de nuestros ojos a diferentes longitudes de onda en condiciones de baja luminosidad.

Si bien es cierto que la luz azul afecta nuestros ritmos circadianos – como bien apunta la afirmación inicial – y que incluso pequeñas cantidades pueden interferir con el sueño, esto no significa que la veamos “mejor” en la oscuridad. De hecho, la sensibilidad de nuestro sistema visual cambia en condiciones de poca luz. Durante el día, los conos, responsables de la visión del color, son los fotoreceptores predominantes. En la oscuridad, los bastones toman el relevo. Estos son mucho más sensibles a la luz, pero son prácticamente monocromáticos, es decir, no distinguen colores. Sin embargo, presentan una mayor sensibilidad a la luz en la parte verde-azulada del espectro visible.

Este fenómeno se conoce como el “efecto Purkinje”, en honor al científico checo Jan Evangelista Purkinje, quien lo describió en el siglo XIX. Observó que durante el crepúsculo, las flores rojas parecen más oscuras que las azules, a pesar de que durante el día la percepción es la inversa. Esto se debe a que la sensibilidad de los bastones alcanza su punto máximo alrededor de los 500 nanómetros, que corresponde a una longitud de onda en el rango del verde-azulado.

Por lo tanto, en condiciones de escasa iluminación, las luces con longitudes de onda cercanas al verde-azulado parecen más brillantes, aunque no las percibamos con su color real. Esto no significa que “veamos más” el color azul, sino que nuestros ojos detectan con mayor facilidad la luz en esa parte del espectro.

Es importante diferenciar entre visibilidad y percepción del color. Mientras que la luz azul puede ser más visible en la oscuridad debido a la mayor sensibilidad de los bastones, nuestra capacidad para distinguir colores se reduce drásticamente. En la práctica, esto significa que una luz verde-azulada nos permitirá ver mejor los objetos en la oscuridad, aunque no podamos apreciar su color real.

Finalmente, es crucial recordar que la exposición a la luz azul, especialmente por la noche, puede ser perjudicial para la salud, afectando no solo el sueño, sino también potencialmente la salud ocular a largo plazo. Por lo tanto, aunque las luces azuladas puedan parecer más brillantes en la oscuridad, no son necesariamente la mejor opción para la iluminación nocturna, priorizando siempre la salud y el bienestar.