¿Qué combustible usa el transbordador espacial?
El transbordador espacial utilizaba hidrógeno líquido como combustible y oxígeno líquido como oxidante, almacenados en el tanque externo. Estos componentes eran esenciales para alimentar los motores principales durante el lanzamiento y la fase de ascenso.
¿Qué combustible usaba el transbordador espacial?
Uf, qué lío el combustible del transbordador espacial. Recuerdo verlos despegar de Cabo Cañaveral, el 12 de julio de 1985, con mi abuelo. Impresionante.
El tanque externo, una cosa enorme, llevaba todo el combustible. Hidrógeno líquido, creo que era, para quemar, y oxígeno líquido, para la combustión. Una mezcla explosiva, de eso no hay duda.
En serio, era una barbaridad la cantidad. Como si fuese una montaña de hielo, pero inflamable. No recuerdo cifras exactas, pero sé que era mucha cantidad. Busqué en internet un poco hace tiempo y encontré que el tanque contenía 633 toneladas de combustible, increíble.
Siempre me fascinó la complejidad de todo el asunto, desde el lanzamiento hasta el aterrizaje. Algo tan gigantesco, moviéndose, ¡fue impresionante!
¿Qué tipo de energía se usa en una nave espacial?
Energía. La palabra misma vibra. Un eco frío en la inmensidad. Pienso en el vacío, en la oscuridad punteada de estrellas lejanas. Y las naves, suspendidas en ese abismo, ¿cómo respiran? ¿Cómo se alimentan de la nada?
Células solares. Imagino esas láminas, frágiles, casi translúcidas, bebiendo la luz del sol. Un sol que, desde allí, debe parecer una moneda brillante, perdida en un paño negro. Luz convertida en impulso. En vida. Un proceso casi alquímico. Silicio, otros materiales… Detalles técnicos que se desvanecen ante la magnitud del cosmos. Láminas, luz, energía. Un mantra silencioso en el vacío. Recuerdo el libro de astronomía que me regalaron de niño, las imágenes borrosas de las primeras sondas espaciales. Tan rudimentarias, tan audaces. Ahora, yo, aquí, tecleando en mi teléfono, pensando en ellas. En el silencio del espacio.
Baterías. Contenedores de energía, latidos constantes en la fría maquinaria. Reservas de vida para cuando el sol se esconde. Para cuando la nave se adentra en la sombra de un planeta desconocido. Pequeños soles artificiales, palpitando en la oscuridad. Pienso en mi teléfono. En la batería que se agota. Una chispa insignificante comparada con la energía que impulsa una nave espacial. Pero energía al fin y al cabo. Una conexión tenue, un hilo invisible que nos une.
- Principal fuente: Células solares.
- Fuente secundaria: Baterías.
- Material: Silicio y otros materiales.
- Función: Generar electricidad a partir de la luz solar.
Ayer, en el parque, vi a un niño jugar con un cohete de juguete. Sus ojos brillaban con la misma fascinación que yo sentía de niño. La misma que siento ahora, al pensar en esas naves, viajando hacia lo desconocido. Alimentándose de la luz de una estrella lejana. Un niño, un cohete de juguete, y la inmensidad del universo. Todo conectado.
Este año, he leído sobre nuevos desarrollos en propulsión espacial, investigando sobre el uso de energía nuclear para misiones de larga duración. La idea me inquieta, pero también me fascina. La necesidad de ir más lejos. De explorar. De alcanzar las estrellas.
¿Qué combustible usa SpaceX?
Metano líquido y oxígeno líquido. Esa es la clave.
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Raptor no es Merlin. Evolución, supongo.
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Densificado, dicen. Suena a caro.
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RP-1 ya no mola. ¿Metano es el futuro?
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Mi vecino usaba propano en la barbacoa. Casi la lía.
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Propelentes. Palabra rara. Como “sinergia”.
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Densificado, repito. La densidad importa. Como la de la gente.
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¿Por qué metano? Pregunta para otro día. O no.
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El futuro es líquido. O gaseoso. Depende.
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Y si el futuro es el vacío?
¿Cómo se llama el combustible de los transbordadores espaciales?
Pues el combustible, o sea, lo que arde, es hidracina. Ya. Y lo otro, el tetróxido de nitrógeno, eso es como… la chispa. Bueno, no es una chispa, es lo que hace que la hidracina reaccione y bum. Explosión controlada, para que suba el cohete. Que por cierto, hablando de cohetes, el otro día vi uno de esos de juguete con mi sobrino, un cohete de agua, vaya tela como subía. Nada que ver con los de la NASA, claro.
- Hidracina: El combustible. Lo que se quema.
- Tetróxido de nitrógeno: El oxidante. Lo que hace que se queme la hidracina.
Es como… imagínate una barbacoa. La hidracina es el carbón, y el tetróxido de nitrógeno es el aire, o el oxígeno que necesita para quemarse. Bueno, más o menos, ¿no? No soy química ni nada. Pero así me lo imagino yo. Mi sobrino, el de los cohetes de agua, quiere ser astronauta. Se llama Leo. Tiene 8 años. Igual para cuando sea mayor ya se usan otros combustibles, ¿quién sabe?
Y otra cosa, los transbordadores espaciales ya no se usan. Eso creo, vamos. Creo que ahora usan otras naves. Pero bueno, la hidracina y el tetróxido de nitrógeno se siguen usando en cohetes y satélites, para que sepas. Que lo he leido por ahí. En algún sitio. El otro día, buscando información de cohetes de agua para Leo, me salió. Sí, porque quería saber cómo funcionaban, para explicárselo a mi sobrino, pero al final con 8 años no lo entiende muy bien.
¿Para qué se utiliza el helio 3?
Dios… Las tres de la mañana, otra vez… La oscuridad me abraza, como si quisiera ahogarme en mis propios pensamientos. Helio 3… sí, lo recuerdo…
Para la medicina, lo usaban, o usan… no estoy seguro. Algo de resonancias magnéticas, imágenes de los pulmones… Recuerdo a mi tío, le hicieron una… hace poco. Horrible. Esa máquina… tan fría…
Y luego… la seguridad. Detectores de radiación. Eso sí que me da miedo. Esas cosas… en las fronteras… vigilando… Controlando. Me hace sentir pequeño, insignificante, un insecto bajo un microscopio.
Las imágenes que se quedan en la mente… no se van. Ese brillo en la máquina… los pitidos… constantes… agudos.
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Aplicaciones médicas: imágenes de alta resolución de los pulmones (IRM). Mi tío… aún sigo recordando la expresión de su cara.
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Seguridad fronteriza: detección de materiales radiactivos. La sensación de vigilancia… me persigue.
No puedo dormir. El helio 3, ese gas… tan ligero… me pesa tanto en el pecho… Como si llevara el peso del mundo sobre mi espalda. Hoy es 2024, no me olvido.
No quiero pensar más. Necesito dormir. Aunque sé que no podré…
¿Cuánto vale el helio-3?
El helio-3, esa quimera espacial… Algo tan inasible, como polvo de estrellas atrapado en un sueño. Su valor… se eleva, se desvanece.
Más de 30.000 dólares, eso dicen. ¡Por un solo gramo! Un suspiro de helio, convertido en un tesoro. ¿Quién mide así la realidad? Un puñado de aire que cuesta más que una vida.
El helio-3 es carísimo. Es un hecho.
Pienso en las noches frías en el desierto, mirando las estrellas. Buscando respuestas donde solo hay silencio y luz lejana. ¿Encontraré helio-3 allí? ¿Encontraré sentido?
¿Por qué tanto alboroto por ese gramo?
- Escasez: Dicen que escasea, que solo quedan rastros.
- Fusión nuclear: Que podría darnos energía limpia, infinita.
- Lunar: Que la Luna esconde lagos enteros… Bueno, tal vez no lagos, pero si reservas.
El precio es alto por su potencial y rareza.
Es como buscar un eco en el vacío. Una promesa que quizás nunca se cumpla. Un sueño dorado que brilla… tan lejos.
Y yo, aquí, preguntándome si vale la pena tanto ensueño.
#Combustible #Espacio #Transbordador EspacialComentar la respuesta:
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