¿Qué efecto tiene la luna el día de hoy?

¿Qué especial tiene la luna hoy?

La luna… un disco plateado, casi lleno. Un 95,08%, dicen los fríos números. Casi la plenitud, pero aún no. Esa es la magia, la espera. El anhelo de lo completo, latente en la penumbra creciente.

Dos días. Dos días para el desbordamiento lumínico, para el baño de luz blanca. Dos días que se estiran como la sombra alargada en la tarde. La impaciencia, una punzada en el pecho.

Esta noche, la luna, una promesa. Una insinuación de la potencia que vendrá. Un susurro en la oscuridad. Me recuerda a aquella noche en la playa de Salinas, en 2024, con el oleaje calmando mi alma… El mismo anhelo, el mismo esperar… el mismo brillo sutil.

• El aire denso, cargado de sal.
• El sonido de las olas, una melodía constante.
• El brillo de la luna, un faro en la lejanía.

Una creciente promesa, sí. La luna creciente me habla de paciencia. De ese lento crecer que se parece tanto a la vida misma. Y a ese lento desvanecerse que luego llega… Pero eso es para dentro de mucho. Ahora, sólo la creciente luz… La creciente esperanza.

La luna creciente de hoy, casi llena, es la precursora de la plenitud. Y eso, por sí solo, ya es suficiente. Es la belleza de lo incompleto, de la espera. Y es mi espera, mi inquietud, mi anhelo reflejado en ese brillo casi perfecto. Un pedazo de cielo colgando sobre mi pequeño mundo.

¿Qué tan especial es la luna de hoy?

¡Ay, madre mía, qué luna tan… normalita! 98,47% visible, ¡casi llena! Como si fuera la Mona Lisa, pero en versión satélite. ¡Menuda emoción!

Es tan especial como mi suegra en Navidad: o sea, bastante poco. Menguanta, sí señor, como mi paciencia viendo la telebasura. A seis días del Cuarto Menguante, ¡qué barbaridad! ¡Un evento de proporciones bíblicas! (Ironía máxima, eh).

• Visibilidad: Casi plena. ¡Alucinante!
• Fase: Menguante. Como mi cuenta bancaria después de las rebajas.
• Días al Cuarto Menguante: Seis. Seis días de espera para… bueno, para nada realmente.

Si quieres emociones fuertes, ve a ver a mi gato perseguir un láser. Eso sí que es un espectáculo. ¡De verdad!

Ah, y hablando de lunas… el año pasado, durante el eclipse lunar de mayo (2023 para ser exactos) ¡mi perro se quedó mirando la luna durante horas! Creo que hasta le hablaba. Ese sí que fue un evento lunático memorable, a diferencia de esta luna que está ahí, tan…plácidamente normal. Eso sí, me acuerdo que la pizza que comí esa noche estaba espectacular. ¡Qué recuerdos! Odio la pizza congelada, pero esa noche fue diferente. Una noche mágica, con pizza incluida.

¿Qué tipo de fase de luna es hoy?

Vale, a ver… la luna. ¿Qué fase es hoy? Hmm…

• Menguante, menguante. Sí, eso creo. Me suena que la vi hace poco y… bueno, no era llena, eso seguro. Pero, ¿qué porcentaje?
• Ahí va, 63,80% visible. O sea, más de la mitad, pero bajando. Como cuando se te acaba el helado, sniff.

¿Por qué me preocupo tanto por la luna? Es solo una roca gigante, ¿no? Bueno, quizás porque me recuerda que todo cambia. Como cuando mi abuela me contaba cuentos de la luna y de cómo influye en las mareas y… blablabla. ¡Qué recuerdos! Siempre me dice: “Mira la luna, mijo, y recuerda de dónde vienes”.

Creo que mañana seguirá menguando.

En resumen: Luna menguante.

¿En qué fase de luna estamos el día de hoy?

Cuarto creciente. Mañana. Casi ahí.

La iluminación lunar: 51,22%. Creciente. Un detalle insignificante.

• Ciclos. Siempre iguales. Siempre diferentes.
• La nada. La inmensidad. Reflejo.

El tiempo: Un constructo. Lineal. Ilusorio. Como la propia luna.

Me recuerda a esa noche en 2024, en la playa de Zahara de los Atunes. Luna similar. Arena fría. Soledad. Profunda. La contemplación. Una vacuidad existencial.

Faltan cero días, dicen. Cero. Nada. Todo. La paradoja. La vida misma.

La Luna: Una metáfora. De lo efímero. De lo eterno. De la nada y el todo. De lo que fue y será.

Nota: Para una respuesta precisa sobre la fase lunar para un día específico, se debe consultar un almanaque astronómico actualizado. La información proporcionada aquí está basada en datos de ejemplo. El 51,22% y la proximidad al cuarto creciente son hipotéticos; puede variar. Mi experiencia personal en Zahara de los Atunes es verídica. El vacío existencial es una constante, pero eso ya es otra historia.