¿Qué es el punto blanco que está al lado de la Luna?

Desvelando el misterio de los “Puntos Blancos” junto a la Luna: Planetas, no Estrellas

En las noches estrelladas, a menudo observamos pequeños puntos brillantes cerca de la Luna. Estos objetos pueden confundirse con estrellas, pero en realidad son planetas de nuestro propio sistema solar. Entendamos por qué estos puntos no son estrellas distantes y las características que nos ayudan a identificarlos en el cielo nocturno.

¿Por qué no son estrellas?

Las estrellas son objetos estelares distantes que emiten su propia luz. Están situadas a enormes distancias de nuestro sistema solar. Por eso, en el cielo nocturno, parecen puntos fijos de luz. Los planetas, por otro lado, no emiten luz propia. Reflejan la luz del Sol, lo que los hace aparecer brillantes.

Características distintivas

• Brillo: Los planetas suelen ser más brillantes que las estrellas.
• Movimiento: Los planetas se mueven alrededor del Sol y, por lo tanto, también se mueven en el cielo nocturno. Las estrellas, en cambio, permanecen relativamente fijas.
• Tamaño: Los planetas parecen más grandes que las estrellas en el cielo nocturno. Esto se debe a su proximidad relativa a la Tierra.
• Fase: Los planetas interiores (Mercurio, Venus, Marte) muestran diferentes fases a medida que reflejan la luz del Sol. Las estrellas, por otro lado, no muestran fases.

Identificando planetas junto a la Luna

Si observamos un punto brillante cerca de la Luna que cumple las siguientes características, es probable que se trate de un planeta:

• Es más brillante que las estrellas cercanas.
• Se mueve en el cielo nocturno con respecto a las estrellas.
• Muestra una fase distinta (si es un planeta interior).

Conclusión

Los puntos brillantes junto a la Luna no son estrellas distantes, sino planetas de nuestro sistema solar. Al comprender sus características distintivas, como el brillo, el movimiento y las fases, podemos identificarlos fácilmente en el cielo nocturno y apreciar su fascinante naturaleza como mundos vecinos en nuestro propio vecindario cósmico.