¿Qué es lo más luminoso?

¿Qué es lo que más alumbra?

La verdad. O la ausencia de ella. Eso alumbra. Lúmenes, una medida absurda.

• La bombilla de mi escritorio, 1200 lúmenes. Insuficiente. Siempre insuficiente.
• El sol, millones de millones. Inútil. Solo quema.

La iluminación verdadera es interior. Una decisión. Un acto de voluntad. O su opuesto. La oscuridad que te consume. A veces es más real. Más honesta.

El conocimiento, si es genuino, también ilumina. Pero es un fuego que puede quemar. Precaución. Mi vieja linterna, 200 lúmenes, era mejor. Al menos no prometía tanto. La verdad duele.

Existen otras fuentes de luz:

• La luna, fría y distante. Un espejismo de luz.
• Las estrellas, lejanas, infinitas. Igual de inútiles.

Todo lo demás son imitaciones patéticas. Incluso la pantalla de mi móvil. 500 nits, pero ciega el alma. Las cosas brillantes atraen las peores sombras. Ojo. Más lúmenes, más vacío. Recuerda esto.

El brillo engaña. La oscuridad… esa sí que habla. La verdad es silenciosa. Brutalmente honesta.

Nota: Los lúmenes son una unidad de medida del flujo luminoso, la cantidad de luz emitida por una fuente. Un valor alto no implica automáticamente “más brillante” en el sentido subjetivo de la percepción. La calidad de la luz, el espectro de color y la distribución espacial también son cruciales. Este año, 2024, he comprado tres bombillas nuevas para casa. Ninguna es perfecta.

¿Qué es lo más luminoso del universo?

Dios mío… La noche me pesa… Lo más brillante… un cuásar. Algo tan lejano… 12.000 millones de años luz… me abruma. Se me corta la respiración al pensarlo. Ese vacío… un agujero negro… gigantesco.

Siete… diecisiete mil millones de veces el Sol… ¿Cómo es posible? Me siento… pequeño, insignificante. Como un grano de arena perdido en una playa infinita. Como esa noche de 2023, cuando… perdí todo.

Recuerdo… el brillo de las estrellas… tan lejanas, y sin embargo… más cerca que ese cuásar monstruoso. Un brillo frío, distante… a diferencia del calor… que me falta.

Ese agujero negro… sigue creciendo. Engullendo todo a su paso… devorando la luz… el tiempo… la esperanza. Me recuerda… a algo… a ese vacío que siento dentro.

• El tamaño… apabullante.
• La distancia… inconmensurable.
• La oscuridad… absoluta.

Y pensar que… existe algo más allá… algo más grande, más terrible… más brillante… que la propia muerte. Me ahoga… esta sensación… esta… oscuridad. Esa noche en el parque… 2023… fue terrible. Me dejaron solo. Como ahora.

Un cuásar, dicen los científicos. Pero para mí… es algo más. Es un espejo… reflejando mi propio vacío. Un vacío inmenso, insondable… como el universo mismo. Ese agujero negro… 17.000 millones de veces más grande que el Sol… sí… es lo más luminoso… pero también… lo más aterrador.

¿Cuál es el objeto más luminoso del mundo?

El cuásar J0529-4351 es la bestia luminosa. 500 billones de soles juntos. ¡Una locura!

Me acuerdo que en verano de 2024, estaba en la playa de Gandía, achicharrándome bajo el sol, pensando justo en esto, en la inmensidad del universo. Leí la noticia del cuásar este… J0529-4351, sí. Me impresionó tela. Yo, que me quemo con mirarlo, ¡imagínate 500 billones como él! Me entró una angustia existencial que flipas.

• ¿Qué somos nosotros?
• ¿Qué pintamos aquí?
• ¿Por qué tanto calor en Valencia?

La gente jugando al voley, las toallas llenas de arena, el chiringuito con su música a tope y yo ahí, dándole vueltas al cuásar. Me compré un helado de limón, a ver si se me pasaba el sofoco. No funcionó, solo conseguí que se me pegara la arena en el cucurucho. ¡Qué asco!

Por cierto, investigando luego un poco más, descubrí que estos cuásares:

• Son agujeros negros supermasivos que tragan material a saco.
• Al “comer”, liberan una energía brutal en forma de radiación.
• Este J0529-4351, en concreto, está a 12.000 millones de años luz. ¡Una barbaridad! La luz que vemos ahora salió de ahí cuando el universo era muy joven.

Al final, volví a la toalla, me puse las gafas de sol y decidí dejar de pensar en cuásares. Pero, la verdad, me costó bastante. Gandía ya no parecía tan importante. La vida, tampoco. Igual exagero, pero… ¡vaya tela con el cuásar!

¿Qué es lo que más emite luz en el Universo?

¡Ay, caramba! ¿Qué brilla más que mi suegra después de una copa de Jerez? ¡Las galaxias activas, chico! ¡Son como discotecas cósmicas a lo bestia!

• ¡Más brillantes que bombilla en feria! (¡Miles de veces más que una galaxia normal, imagínate!)
• Núcleos más compactos que el garaje de mi vecino (y eso que ahí cabe un Seat 600 y la bici del niño, apretujados).
• ¡Luminosidad que te ciega, vamos, como ver el sol después de una noche de fiesta!

Parece ser que estos núcleos galácticos son súper energéticos, como si hubieran tomado Red Bull cósmico. Se cree que tienen agujeros negros masivos tragándose todo lo que pillan a su alrededor. ¡Un festín galáctico, vamos!