¿Qué es lo que mantiene unidas las moléculas?

¡Ay, las moléculas! Siempre ahí, juntitas, pero… ¿qué las mantiene unidas, eh? Me acuerdo cuando estudiaba química en el instituto, me lo preguntaba constantemente. Era como pensar en el pegamento que usa mi abuela para sus manualidades, pero a una escala infinitamente más pequeña.

Y resulta que la respuesta son las fuerzas intermoleculares. Suena a nombre de villano de película de ciencia ficción, ¿verdad? Pero en realidad, son estas fuerzas las que se encargan de que el agua sea líquida, de que el hielo sea sólido, de que podamos oler el café por la mañana… ¡de todo!

Son como pequeños imanes, un “tira y afloja” constante entre las moléculas. Y la fuerza con la que se atraen, ¡madre mía!, influye directamente en las propiedades de cada sustancia. ¿Alguna vez te has preguntado por qué el alcohol se evapora tan rápido y el aceite no? Pues ahí tienes la respuesta: las fuerzas intermoleculares son más débiles en el alcohol que en el aceite.

Recuerdo una vez, intentando hacer un pastel con mi hermana pequeña. Le echamos más mantequilla de la cuenta y… ¡un desastre! La masa estaba demasiado líquida, y al final no salió bien. Ahora, pensando en ello, quizás las fuerzas intermoleculares de la mantequilla no eran lo suficientemente fuertes como para mantener la harina unida, ¿no? Quizás me estoy pasando de lista con la química, pero a veces pienso que todo está conectado, hasta un simple pastel.

Vamos, que estas fuerzas son las que deciden si algo es gas, líquido o sólido a temperatura ambiente. O, por ejemplo, cuánto calor necesitamos para que un líquido hierva. Es como si cada sustancia tuviera su propia personalidad, definida por la fuerza de estas… ¿cómo las llamábamos? Ah, sí, fuerzas intermoleculares. Un nombre que, al final, tiene su lógica, ¿no creen?

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