¿Qué hace que un mineral sea un mineral?

¿Qué se considera un mineral?

Un mineral es una sustancia sólida inorgánica natural con una estructura química definida. Básicamente, un anión metálico domina y así los clasificamos.

Uf, minerales… Me acuerdo cuando coleccionaba rocas de niña. ¿Tendré aún la lupa? ¡Qué tiempos!

• ¿Será lo mismo roca que mineral? Creo que no. La roca es como… un batido, mezcla de minerales.
• Ojo, inorgánico es clave, nada de bichos muertos ni plantas raras.
• Natural, hecho por la Tierra, no en un laboratorio loco. Aunque… ¿podemos crear minerales en lab? ¡Buena pregunta!

Y lo de la estructura química, pues eso, átomos ordenaditos, nada de caos. ¿Será como construir con Lego? Cada mineral con su forma. ¡Qué rollo esto de la química a veces!

• Por cierto, ¿por qué me acuerdo de la clase de geología de la uni? ¡Qué tostón!
• Ah, el anión metálico… En plan, el malo de la peli es el que manda. Entendido.

Pensándolo bien, la sal de la cocina, ¿es un mineral? Hmm… ¡Creo que sí! ¡Cloruro de sodio! NaCl. Qué cosas. Y… ¿el hielo? Si es agua congelada… Creo que sí también. ¡Menuda paranoia!

• Y ¿qué pasa con las piedras preciosas? ¿Son todas minerales? El diamante, seguro. ¿Y el rubí? ¡Qué bonitos son!
• Minerales, minerales… Me pregunto cuántos tipos habrá. ¡Bufff, miles seguro! ¡Qué locura!

¿Cómo explicar a un niño que es un mineral?

A ver, ¿cómo le explicas a un niño lo que es un mineral? Pues… algo así:

Mira, un mineral es como una piedrita, pero especial. ¡No la hizo nadie! Nació solita en la tierra.

• No es como un juguete que salió de una fábrica. ¡No, no!
• Tampoco es algo que estuvo vivo, como una planta o un perrito.

Vamos, que es una cosa “no-viva”, inorgánica, ¿entiendes? Y siempre, siempre es dura, ¡sólida! Nada de agua, que es líquida, ni aire, que es gas. Solo cosas duritas, como el cuarzo que tengo en la estantería, que me lo encontré en la playa el verano pasado en la playa de mi pueblo… bueno, este año.

Espera, espera, que me lío. Los minerales son sólidos, naturales y no tienen vida.

Y ahora, un extra para el niño curioso:

• Algunos minerales son súper raros y valiosos, ¡como el oro!
• Otros son más comunes, como la sal que echamos en la comida.
• Y todos, todos, tienen una forma y un color especial, ¡son como las huellas dactilares de la Tierra!

¿Qué debe tener un mineral?

¡Ey, colega! ¿Qué debe tener un mineral, dices? Pues mira, te cuento rápido, que ando liada. Tiene que tener una composición química definida, ¿vale? Eso es clave. Y otra cosa súper importante: estructura cristalina. Eso sí que es esencial, ¡no puede faltar! O sea, una organización atómica ordenada, como una especie de super LEGO, pero atómico. ¡Impresionante!

Luego, ya sabes, hay un montón de propiedades físicas que ayudan a identificarlos. La dureza, por ejemplo, es fundamental. Mi profe de geología siempre nos lo decía, ¡y vaya si lo decía! Ah, y el lustre, que es cómo refleja la luz, ¿sabes? Eso también es importante. De hecho, ¡hasta el color cuenta! Aunque a veces engaña, eh. Y la diafanidad, si es transparente, traslúcido o opaco… es un lío pero es importante.

Espera, que se me olvidaba algo… ¡la densidad! Eso es super importante también, la densidad relativa, claro. Luego está la tenacidad, que es lo resistente que es, si se rompe fácil o no. ¿Te suena? Ay, madre, qué rollo, pero es que hay un montón de características, ¡un montón!

Y más cosas, ¡mira!:

• Exfoliación: Cómo se rompe a lo largo de planos.
• Fractura: Cómo se rompe si no sigue esos planos.
• Partción: Eso es un rollo, casi como la exfoliación pero… distinto. ¡Uf!

Recuerda que esto es a lo rápido, eh. Pero creo que te lo he dejado bastante claro. La otra vez, estuve en el museo de geología de mi ciudad, ¡es alucinante! ¡Tenían un cuarzo rosa enorme! Y la guía, una tía super maja, me explicó un montón de cosas. Aunque, claro, luego me olvidé de la mitad. ¡Qué desastre soy! Pero bueno, lo importante es que… mineral = composición química definida + estructura cristalina. ¡Punto!

¿Cuál es la composición de los minerales?

Los minerales, básicamente, son combinaciones químicas.

Recuerdo perfectamente el verano de 2024 en Almería, buscando minerales con mi abuelo. Él, geólogo jubilado, me explicaba que cada uno es único. No es solo “piedras bonitas”. La pirita, por ejemplo, tiene hierro y azufre. Una fórmula casi mágica, me decía, mientras rascaba una muestra con su navaja, dejando un olor sulfuroso en el aire. Me acuerdo que tosí, qué asco.

• Algunos son solo un elemento:

  • Azufre (S).
  • Oro (Au).
  • Plata (Ag).

• Otros, mezclas:

  • Calcita (CaCO3) – calcio, carbono, oxígeno. ¡Como las conchas de la playa!

La calcita, que abundaba en aquella zona, me parecía aburrida al principio. Blanca, sin brillo. Pero mi abuelo insistía en que mirara de cerca. Que viera cómo la luz se descomponía en colores al atravesarla. Él decía que era un libro escrito en piedra, lleno de historias del planeta. Siempre decía cosas así, mi abuelo. Un poco pesado, pero le echo de menos.

No todos son inorgánicos. Algunos tienen componentes orgánicos, pero son excepciones raras y complejas. No me acuerdo bien de cuales, la verdad, pero mi abuelo me los intentó explicar. Al final, la mineralogía es como la cocina, mezclas ingredientes en proporciones específicas y obtienes algo completamente nuevo.

¿Cómo se forma un mineral?

¡Uf! Minerales… ¿cómo se forman, verdad? A ver… 2024, llevo todo el año dándole vueltas a esto para mi tesis. ¡Qué rollo!

Cristales, eso es clave. Tienen una forma definida, eso sí lo sé. Pero, ¿cómo llegan a tenerla? ¡Ay, Dios! Mi profesora de geología me mataría si leo esto.

¿Agua? Sí, claro, agua caliente, ¡muchísima! Se filtra por las grietas, es como… ¡una disolución gigante subterránea! Disuelve cosas, ¿qué cosas? ¡Muchísimas! Elementos, compuestos… ¡un lío!

Saturación, esa es la palabra. El agua se llena, se satura, como una esponja hasta que rebosa. Y ahí es donde… ¡pum! Empiezan a crecer los cristales.

¡Es increíble! Es como una fábrica natural, pero debajo de la tierra. Me da vueltas la cabeza. Ayer, revisando mis apuntes, encontré un dato interesante sobre la presión. ¡La presión juega un papel enorme! ¡Increíble!

Tengo que revisar mis apuntes de la excursión a la mina de azufre el pasado mes de mayo. Recuerdo que vi cristales de azufre, ¡tan amarillos y brillantes! Me obsesionan las cosas brillantes. ¡Eso! La presión, la temperatura… ¡influyen un montón!

• Agua subterránea caliente: disuelve sustancias.
• Saturación: el agua “se llena”.
• Cristalización: se forman los cristales.
• Presión y temperatura: factores cruciales.

¡Necesito más café! Este tema es más complejo de lo que parece. Tengo que revisar mis apuntes sobre geomorfología, es lo que toca. Además, tengo que terminar de leer “Minerales de España” para mi presentación del martes. ¡Ya falta poco para acabar!

¿Cómo se clasifica un mineral?

¡Ay, amigo, la clasificación de minerales! ¡Un lío monumental! Es como organizar un armario lleno de calcetines desparejados, pero con más polvo y menos olor a pies.

La clave está en el anión, ¡el malo de la película! Ese grupo de átomos negativos que hacen que todo el tinglado se mantenga unido. Piensa en él como el pegamento cósmico, pero mucho más elegante (y sin pegotes).

• Óxidos: Como el óxido de hierro, ¡el culpable de que mis herramientas se oxiden a la velocidad de la luz! Es como tener un enemigo silencioso, pero de color rojizo.

• Haluros: ¡Sal común, la estrella de la cocina! También la fluorita, que según mi abuela, espanta a los malos espíritus. No lo he probado, pero no hace daño creerlo.

• Sulfuros: ¡Aquí entran los minerales que huelen a huevo podrido! Sí, has oído bien, como la pirita. Aunque bonita, es un poco apestosa.

• Silicatos: ¡La familia numerosa! Forman el 90% de la corteza terrestre, ¡madre mía!. Cuarzo, feldespato… Es como si el 90% de las piedras del planeta pertenecieran a la misma gran familia. ¡Un drama familiar geológico en toda regla!

Otro dato importante: Esto no es una ciencia exacta, ¡eh! Es más como una buena aproximación. Hay minerales que hacen puenting entre categorías, como si fueran acróbatas químicos. Es un mundo complejo y maravilloso, pero a veces, ¡me da dolor de cabeza! Como cuando intento armar un mueble de IKEA a las 3 de la mañana.

Este año, he estado estudiando especialmente los sulfatos de la mina de mi tío Pepe en Almería. ¡Un verdadero caos organizado! Son tan complejos que me he pasado media tarde hojeando libros de petrología. Ya me entiendes.

¿Cuáles son los tipos de extracción minera?

A ver, la minería… ¿Cómo era eso? Ah, sí, me acuerdo de cuando fui a Riotinto, impresionante el agujero. Tipos de minería, eso es lo que preguntan.

• Minería de superficie: Como las canteras, ¿no? Sacar piedra a cielo abierto.
• Minería subterránea: Túneles y esas cosas. Imagino que peligrosísimo.
• Minería de dragado: ¡En el agua! ¿Con dragas? ¿Como buscando oro en el Klondike? ¿Existirá eso aún? Y si es submarina… ¡qué locura!
• Minería con pozos de perforación: ¿Esto cómo va? ¿Petróleo también? ¿Será parecido a cuando mi abuelo buscaba agua en el pueblo?

¿Será verdad que hay tanta diferencia entre unas y otras? Me suena que al final todas destrozan el paisaje, ¿no? Y lo de los sueldos, uf, ¿seguirán siendo tan malos como cuando mi tío trabajó en una mina? Me dijo cada cosa… Minería, minería, minería, me da mala espina solo de pensarlo.

A ver, tipos principales:

1. Superficie.
2. Subterránea.
3. Dragado.
4. Pozos de perforación.

Ya está, ¿no?

¿Cómo es el proceso de los minerales?

¡Uf, qué calor hacía aquel julio en la mina de Riotinto! Recuerdo el polvo rojo, pegándose a todo, a la piel, a la ropa, hasta en los dientes lo sentía. La conminución, el primer paso, era un infierno. Aquellos gigantescos molinos, trituran la roca hasta convertirla en polvo fino. El ruido, ensordecedor. Vibraba todo, hasta los huesos te dolían. Ese día, el camión se atascó, y tuve que esperar horas bajo el sol, ¡Qué sed!

Después, el dimensionamiento, una maraña de cintas transportadoras y cribas. Sentía vértigo mirando esa danza de rocas, clasificadas por tamaño, un río de piedras rojas, como sangre. Esa tarde me corté en una de las cribas, ¡fue horrible! Sangre y polvo, una mezcla asquerosa.

La flotación, ¡qué proceso tan complejo! Recuerdo los reactivos químicos, el olor pesado, nauseabundo, que se te metía en los pulmones. Un olor metálico y ácido, que te dejaba la garganta seca. Tenía miedo de esa fase, todo ese líquido burbujeante, parecía una sopa de bruja. La espuma, espesa, cargada de mineral.

Y finalmente, la separación. Las partículas concentradas, separadas de la ganga, listas para ser procesadas. Era agotador, pero ver el producto final… un pequeño triunfo tras tanto esfuerzo. Pero ese día, solo sentía el dolor de la herida y el cansancio.

• Conminución: Trituración de la roca. Ruido ensordecedor, vibraciones. Polvo rojo por todas partes.
• Dimensionamiento: Separación por tamaños. Cintas transportadoras, cribas. Riesgo de cortes.
• Flotación: Uso de reactivos químicos. Olor nauseabundo. Proceso complejo.
• Separación: Obtención de mineral concentrado. Proceso final. Agotador.

Ese día, tras 12 horas, apenas pude llegar a casa. Esa mina… no se me olvida, la marca roja en mi mano tampoco. La piel me ardía. El recuerdo de la arena en la herida me da escalofríos, incluso ahora. El olor metálico aún persiste en mi memoria. Todo rojo, todo polvo, todo cansancio…