¿Qué luna tenemos el 28 de octubre?

La Luna Esquiva del 28 de Octubre: Un Adiós Luminoso Antes del Nuevo Comienzo

El cielo nocturno es un lienzo en constante cambio, pintado por la danza cósmica de la luz y la sombra. El 28 de octubre, nuestra mirada al cielo nos revelará una fase lunar particular: una luna menguante, tan tenue que podríamos describirla como casi invisible. Pero esta aparente invisibilidad no es una señal de debilidad, sino más bien el preludio de un nuevo ciclo lunar.

A diferencia de la imponente luna llena que ilumina la noche con su brillo plateado, la luna menguante del 28 de octubre se encuentra en la fase final de su órbita alrededor de la Tierra. Imaginen una esfera cósmica girando alrededor de nuestro planeta. A medida que la luna completa su viaje, la porción visible desde la Tierra, iluminada por el sol, se reduce gradualmente.

El 28 de octubre, esa porción iluminada será una delgadísima franja, un sutil arco de luz que nos recuerda la presencia constante de nuestro satélite natural. Esta delicada media luna, visible justo antes del amanecer, es el resultado directo de la posición relativa del sol, la luna y la Tierra. La luna se está moviendo hacia la línea entre la Tierra y el Sol, y por lo tanto, solo una pequeña porción refleja la luz solar hacia nosotros.

Es importante destacar que esta fase menguante es esencial para el ciclo lunar completo. Después de la luna menguante, viene la luna nueva, el punto en el que la luna es prácticamente invisible desde la Tierra. Este “silencio” luminoso permite que el cielo nocturno se oscurezca, revelando las estrellas y constelaciones con mayor claridad. Luego, lentamente, la luna comenzará a crecer de nuevo, iniciando un nuevo ciclo de fases que culminará, una vez más, en una radiante luna llena.

Por lo tanto, la luna menguante del 28 de octubre no es simplemente una luna “casi invisible”. Es un recordatorio del dinamismo del universo, un símbolo de transición y renovación. Es el adiós silencioso de una fase, la promesa de un nuevo comienzo, y una oportunidad para apreciar la belleza sutil de la naturaleza en su constante evolución. Si el cielo lo permite, levanten la vista el 28 de octubre y busquen esa delgada línea de luz. Será un momento de conexión con el universo y un reconocimiento de la majestuosidad del ciclo lunar.