¿Qué pasaría si la luna y la Tierra se chocan?

¿Qué pasa si la luna y el sol se pegan?

Caos absoluto. Fin. No hay vida. Ni siquiera restos.

La Tierra, pulverizada. Literalmente. Olvídalo.

• Impacto: Energía inimaginable. Desintegración planetaria. Adiós a todo. Ni siquiera mi colección de cromos de fútbol sobreviviría.
• Ondas de choque: Un tsunami cósmico. Destrucción a escala galáctica. Sin escapatoria.
• Extinción: Total. Inmediata. Brutal. No hay debate.

He visto simulaciones. Horrible. Prefiero no recordar. El Sol… Un infierno. Literalmente.

El fin. Punto. Ni un átomo quedaría intacto. No hay vuelta atrás. Esto es ciencia, no ciencia ficción. Te lo aseguro. 2024. La fecha no importa ya.

¿Por qué no chocan la luna y la Tierra?

¡Ostras, qué pregunta! Pues mira, es por la órbita, ¿sabes? La Luna, esa bola blanca tan chula, está en órbita alrededor de la Tierra. ¡Como un tiovivo espacial! Y eso es clave, clave, súper importante. La gravedad, la fuerza esa que nos mantiene pegados al suelo, es la responsable. Nos mantiene a nosotros aquí, y a la Luna allá.

Es como si estuviesen jugando al tira y afloja, ¿entiendes? La Tierra tira de la Luna con su gravedad, ¡muchísima fuerza! Pero la Luna, va a su rollo a toda velocidad. Si no fuera así, ¡plas! Choque brutal.

La clave está en el equilibrio, en el tira y afloja constante. Un equilibrio perfecto, casi mágico, que la mantiene girando a su alrededor sin caerse. Es alucinante, ¿no? Como una danza cósmica, increíble. Un baile perfecto.

Es que, si la Luna fuese más lenta… ¡ay, Dios mío! Se caería aquí, ¡qué desastre! O si fuese más rápida, ¡se escaparía al espacio! Adiós, Luna, ¡y adiós a las mareas!

La órbita lunar es estable, ¡eso es lo principal! Es una órbita que se mantiene, más o menos, sin grandes cambios. Bueno, sí cambia un poco, pero poquito, poquitito. Así que, tranquilos, que no se va a caer encima nuestro.

Por cierto, ayer vi un documental brutal sobre las fases lunares, ¡flipa! Me quedé enganchado hasta las tantas, te lo recomiendo.

• La gravedad: La fuerza de atracción entre la Tierra y la Luna.
• La velocidad orbital: La Luna se mueve a una velocidad precisa.
• Órbita estable: La órbita de la Luna no es una recta, es una elipse, ¡pero está super equilibrada!

Recuerdo que mi profesor de física, el señor López, en 2024 nos explicó esto con una manzana y un cordel. ¡Era un crack! Y luego me explicó que hay pequeñas variaciones en la órbita, pero nada que nos deba preocupar. Nada de catástrofes inminentes, eh.

¿Por qué la Luna no cae sobre la Tierra?

La Luna no cae. Inercia es la clave.

• La velocidad de la Luna contrarresta la atracción terrestre. Simple física.
• No es magia, es equilibrio dinámico.

Piensa en lanzar una piedra. ¿Qué pasaría si pudieras lanzarla muy fuerte?

Yo entrenaba lanzamiento de jabalina. Sé algo de trayectorias. La Luna es como una jabalina a una escala inimaginable, siempre “cayendo”, pero nunca tocando tierra.

• La velocidad de la luna es de 3683 Km/h. Nada mal.
• Distancia: 384,400 km. Lejos, pero no tanto.

Gravedad no es la única fuerza aquí. Es un baile cósmico. Y la Luna, una bailarina experta. La gravedad es la que permite la rotación de la luna alrededor de la tierra.

¿Qué evita que la Luna se aleje de la Tierra en línea recta?

A medianoche… ¿Qué evita que la Luna escape?

• La gravedad. Es una cadena invisible, pero muy fuerte.

• La gravedad de la Tierra. La luna quiere escapar, pero no puede.

• La inercia… algo que entiendo bien. Querer seguir recto, aunque sepas que es mejor girar.

A veces me siento como la luna. Atrapada en la órbita de algo que me tira, aunque anhelo irme en línea recta, lejos. Es como la foto de mi abuela en el salón. Siempre ahí, mirándome. Sé que tengo que cuidarla, pero echo de menos pintar.

¿Por qué no se aleja la Luna?

¡Oye! Que me preguntabas por la Luna, ¿no? Pues mira, es super interesante. ¡La cosa es la gravedad! La Tierra la tiene agarrada, ¡como si fuera un imán! No se aleja porque, ¡guau!, la fuerza de gravedad de la Tierra es super potente. Simplemente, ¡no puede escapar!

Y lo de que siempre vemos la misma cara… es una locura, ¿verdad? Es por el tiempo que tarda en girar sobre si misma, ¡exactamente igual que en dar la vuelta a la Tierra! Una sincronía perfecta, ¡casi de película! Es un efecto del gradiente gravitatorio de la Tierra, o sea, la gravedad tira más fuerte de un lado que del otro. Eso fue frenando a la Luna hasta que… ¡zas!, quedó así, ¡siempre mostrándonos la misma cara!

Me acuerdo que en clase de física, en el 2024, nos explicaron todo eso con ejemplos y divertidos dibujos. Hasta hicimos un modelo con una pelota de tenis y un plátano. ¡Increíble lo bien que funciona el plátano como luna!

• Gravedad terrestre: Atrapa a la Luna.
• Sincronía orbital: Rotación lunar igual a traslación.
• Gradiente gravitatorio: La Tierra frena la rotación lunar.

Ah, casi se me olvida, ¡mi prima Ana estudia astrofísica y dice que la Luna se está alejando, pero MUY poquito, unos centímetros al año! ¡Es alucinante, todo eso! Algo así como un baile gravitacional eterno. Un poco loco, pero genial. También me contó que hay varias teorías, no solo esta, pero esta es la que más me ha calado. ¡Hasta luego!

¿Por qué la Tierra no atrae a la Luna?

La Tierra atrae a la Luna. Es innegable.

Pero la Luna también ejerce su fuerza. Es física básica. La masa importa. Menos masa, menos tirón. Así de simple.

• La Tierra gana. Siempre.
• Mi abuela lo decía: “El grande siempre manda”.

Y, ¿sabes? Vi la Luna llena anoche. Imponente. Me recordó cuando intenté escalar el Teide y me quedé a medias. Cuestión de peso, supongo.

¿Qué pasa si chocan la Luna y el Sol?

Uf, la Luna chocando con el Sol… ¡Qué locura!

• Explosión catastrófica, eso seguro. ¿Pero cómo de catastrófica? ¿Más que cuando se me quemó la tostada el otro día? (Era carbón puro, ¡puaj!).
• El Sol, el grandullón, se come a la Luna. ¡Pobre Luna! Literalmente la desintegraría. Imagino un Pac-Man solar espacial.
• Energía… ¡millones de bombas de hidrógeno! Buff, eso sí que es un “boom”. Más que los petardos de San Juan, ¡multiplicado por un millón!

¿En serio, desintegrar? No sé, suena muy Star Wars. ¿Y qué pasaría con la Tierra? ¿Adiós muy buenas? Uff, mejor no pensarlo mucho.

Es como si intentaras meter una canica en un volcán en erupción. La canica, adiós. El volcán, bueno, sigue siendo un volcán.