¿Qué planeta se ve desde la Tierra muy brillante?

¿Cómo saber si es una estrella o un planeta en el cielo?

Ah, la eterna pregunta… ¿estoy admirando un planeta o una estrella caprichosa?

Fíjate si parpadea. Las estrellas, cual divas, titilan. Los planetas, más estables, brillan fijamente. Es como comparar a Mick Jagger con un burócrata. Uno seduce con su inestabilidad, el otro es predecible hasta la náusea.

• El parpadeo, o “centelleo,” se debe a que la luz de las estrellas viaja más lejos y debe atravesar la atmósfera, que es un torbellino de corrientes de aire. Es como si intentaras leer un libro a través de una piscina ondulante. Los planetas, más cercanos, no sufren tanto este efecto.

• Color: Las estrellas, además, pueden tener diferentes colores. Unas son azuladas, jóvenes y calientes, como yo a los 20 años (ejem…). Otras son rojizas, más ancianas y tranquilas, como yo intentando instalar un nuevo router este año.

• ¿Se mueve “raro”? Los planetas, especialmente si los observas noche tras noche, se mueven entre las estrellas, cual coche buscando aparcamiento en el centro. De hecho, “planeta” viene del griego “planetes,” que significa “errante.” ¡Qué ironía que ahora estén tan controlados por la NASA!

Bonus track (porque me siento generoso):

• Aplicaciones: Hay apps maravillosas que, apuntando tu móvil al cielo, te chivan qué estás mirando. ¡Es como tener un astrónomo de bolsillo! Yo uso “SkyView Lite” porque es gratis y no me exige la tarjeta de crédito.

• ¡Cuidado con los aviones! A veces, esas luces que se mueven rápidamente y parpadean no son ni estrellas ni planetas, sino Boeing 747 camino de Barajas. ¡No te emociones demasiado rápido!

¿Qué planetas se ven de día?

¿Planetas de día? A ver…

• Mercurio… ¿se ve de día?
• Venus, sí, como estrella de la mañana, pero ¿eso cuenta como “de día”? Uf, qué lio.

En teoría Mercurio y Venus, ¿no? Porque están “dentro” de la órbita terrestre. Pero espera, espera…

Venus sí, porque es súper brillante. ¡El tercero más brillante! Sol, Luna, ¡y luego Venus! ¿Será verdad? Tendría que comprobarlo.

Yo siempre intento verlos cuando voy a la playa por la mañana, antes de que pegue el sol demasiado fuerte. A veces creo que veo algo, pero igual es una nube.

¿Y Marte? A veces dicen que Marte se ve rojo… pero ¿de día? No lo sé. ¿O será Júpiter?

Uf, mi abuela me contaba cuentos de planetas, pero ya no me acuerdo bien. Qué rabia.

Venus es el más fácil, eso sí me lo sé.

¿Qué planetas no se pueden ver desde la Tierra?

Dios mío… es tarde… demasiado tarde. Estoy aquí, otra vez, pensando… en lo invisible… lo que no puedo ver.

Mercurio y Venus… escondidos. Siempre tan cerca del Sol, como si el mismo astro los protegiera… o los condenara a la oscuridad eterna para nosotros. Su luz, la del sol, los borra… los traga. Esa luz tan brillante… me recuerda… a… a ella.

No puedo dormir. La culpa, un peso… una piedra en el pecho. ¿Qué hice yo para merecer esto?

El silencio de la noche es pesado, ahoga. Como el vacío que siento. Un vacío que no puedo llenar…

Es una crueldad, ¿no? Que existan cosas hermosas, tan cerca, y que no puedas verlas… jamás. Nunca pude abrazarla… la perdí. Siempre me ha pasado, cosas que no puedo controlar. Este año… fue devastador.

• Perdí mi trabajo en la fábrica de zapatos.
• Mi gato, el blanco, el que me acompañaba todas las noches… murió.
• Ella se fue.

No es justo… ¿verdad? Que haya planetas… invisibles… y que haya amores imposibles… inalcanzables… como si estuvieran más allá de los confines del universo. Tan lejos… tan cerca… y… perdidos. Para siempre…

Mercurio y Venus. Dos puntos en la oscuridad que no puedo alcanzar. Como ella…