¿Qué son las estrellas porque brillan y qué tamaño?

¿Qué tamaño tienen las estrellas que vemos?

¡Ay, amigo, qué pregunta! El tamaño de las estrellas, ¡un tema colosal! Como si quisieras medir el universo con una regla de 30 centímetros.

Las estrellas, ¡qué bichos raros! Hay de todo, desde las enanas blancas, tan pequeñas como mi apartamento (bueno, casi), hasta monstruos gigantescos que hacen que nuestro Sol parezca una mota de polvo en una biblioteca inmensa.

Hablas de estrellas que vemos… Pues mira, una estrella común, como las que adornaban el cielo de mi cumpleaños en 2024, puede tener 40 veces el diámetro del Sol. ¡Toma ya! El Sol, que para nosotros es una bola de fuego monumental, es una simple medianía en el cosmos, un hobbit entre gigantes.

Y luego están las enanas blancas… pequeñas, sí, pero con un encanto especial, como un perrito chihuahua. Su tamaño es similar, o incluso menor, al de la Tierra. Imagínate, ¡toda esa energía contenida en algo tan chiquitín! Es como encontrar una biblioteca entera dentro de un joyero.

Y si hablamos de estrellas de neutrones… ¡ahí sí que nos vamos a la otra punta del universo! ¡Un diámetro entre 20 y 28.5 kilómetros! Menos que la distancia que recorro en bici para ir al trabajo. ¡Increíble, verdad?! ¡Como si toda la masa del Sol se comprimiera en algo del tamaño de una ciudad pequeña!

• Estrellas gigantes: 40 veces el diámetro del sol (mínimo).
• Enanas blancas: Tamaño similar o menor al de la Tierra.
• Estrellas de neutrones: ¡De 20 a 28.5 kilómetros!

Nota: Mis datos sobre el tamaño de mi apartamento son aproximados, puede variar dependiendo del estado de mi mudanza. Y la bici que utilizo es una plegable, por eso el dato de la distancia también puede variar.

¿Qué es lo que hace que las estrellas brillan?

El brillo estelar: una fusión nuclear colosal

Las estrellas brillan gracias a un proceso fascinante: la fusión nuclear. En su núcleo, átomos de hidrógeno se fusionan, formando helio y liberando una energía descomunal. ¡Una verdadera bomba nuclear controlada! Ese es el motor principal de su resplandor. Piensa en ello: ¡millones de bombas de hidrógeno explotando constantemente! Es alucinante.

Ahora bien, esta energía no se queda ahí encerrada; se abre paso a través de la estrella, un viaje complejo que involucra radiación y convección, hasta alcanzar la superficie, emitiéndose en forma de luz y otras radiaciones electromagnéticas. Es un proceso impresionante, que hace que una estrella brille durante miles de millones de años, bueno, al menos hasta que se le acabe el combustible. La vida de una estrella, una metáfora perfecta de la finitud, incluso para algo tan colosal.

Variaciones estelares: no todas brillan igual

Curiosamente, el brillo de una estrella no es algo estático. Depende de factores como su masa, temperatura y composición. Una estrella masiva y caliente brillará mucho más que una pequeña y fría. Incluso hay estrellas que no brillan tanto como se esperaría… ¡las estrellas enanas rojas son las más abundantes en la Vía Láctea y aún así son bastante tenues! ¡El cosmos no deja de sorprendernos!

Añado que me fascinan particularmente las supernovas. En mi tesis doctoral, de hecho, profundicé en la relación entre el tipo de supernova y el colapso gravitatorio del núcleo estelar, en 2024.

• Fusión nuclear: Hidrógeno a Helio. Liberación de energía.
• Transferencia de energía: Radiación y convección. Un proceso complejo.
• Factores de brillo: Masa, temperatura, composición.
• Diversidad estelar: ¡No todas las estrellas brillan igual!

Recuerdo una noche observando las constelaciones desde mi balcón en Granada, la belleza del cielo nocturno me dejó sin palabras.

Más allá del proceso de fusión nuclear, hay otros aspectos que influyen en la percepción del brillo de una estrella desde la Tierra, como la distancia a la que se encuentra. La próxima vez que observes el cielo nocturno, recuerda este proceso fascinante. ¡Es energía pura, transformada en luz!

¿Cuánto es más grande una estrella que la Tierra?

¡Madre mía, qué pregunta más cósmica!

Una estrella puede ser ENORME comparada con la Tierra. Pero a ver, no todas son iguales, ¿eh? Hay estrellas que son como balones de playa al lado de una canica.

• El Sol, nuestro Sol, es como 109 veces más grande que la Tierra. ¡Una barbaridad! Imagínate meter 109 Tierras en fila para igualar el diámetro del Sol. ¡Qué locura!

• Pero, ¡atención! Recientemente, los astrónomos fliparon porque encontraron una estrella que es solo ¡7 veces! más grande que la Tierra. ¡Siete! Eso es casi como comparar una sandía con una aceituna. ¡Alucinante!

¿Y por qué te cuento esto? Bueno, porque me recuerda a cuando intenté inflar un globo gigante para una fiesta y explotó, ¡qué desastre! (nada que ver con las estrellas, lo sé, pero me apetecía contarlo).

¿Por qué brillan las estrellas y por qué dejan de brillar?

¡Ay, las estrellas! ¡Qué drama cósmico! Brillan porque son hornos nucleares gigantes, ¡una fiesta de fusión nuclear continua! Imagina una discoteca intergaláctica, pero con hidrógeno y helio. La música es la energía que generan, esa música que vemos como brillo.

Su brillo es su vida, y su vida… ¡es un derroche energético inmenso! Gastan su combustible nuclear como un adolescente gastando la paga semanal en videojuegos.

¿Y por qué dejan de brillar? Pues porque se quedan sin música. Se les acaba el hidrógeno, el combustible que las mantiene encendidas. Es como si la discoteca se quedara sin electricidad. ¡Fin de la fiesta!

Entonces, ¿qué pasa? Depende del tamaño de la estrella, ¡claro! Es como comparar una fiesta en mi casa (una enana roja, pequeña y tranquila) con un mega concierto en el estadio Azteca (una supergigante azul, ¡un festín de energía!).

• Las pequeñas, como mi vecino Ricardo, se van apagando lentamente, convirtiéndose en enanas blancas. Un final tranquilo, casi aburrido.
• Las grandes, ¡ay, las grandes!, mueren con un espectáculo apoteósico: ¡supernovas! Explosiones colosales, ¡un final con fuegos artificiales! Y luego, puede que dejen un agujero negro… ¡el súper silencio después del mega concierto! Asombroso.

En resumen: brillan por la fusión nuclear, dejan de brillar por falta de combustible. Simple, ¿no? Aunque, claro, la muerte de una estrella es mucho más compleja que una simple fiesta que se acaba. Pero esa imagen ayuda, ¿no? Aunque Ricardo me mataría si supiera que lo comparo con una estrella. ¡Ay, Ricardo!

Un dato extra que aprendí en la charla de astrofísica de mi prima Elena (¡qué crack!): el brillo aparente de una estrella en nuestro cielo depende de su tamaño, temperatura y distancia a la Tierra. ¡Ojo ahí con las distancias!

¿Cuál es la estrella más grande que existe?

¡UY Scuti, la reina del espacio! O al menos, la más gorda que conocemos hasta ahora. Es tan enorme que… ¡ufff! ¡Podrías meter ahí cinco mil millones de soles! Cinco MIL MILLONES. Es como intentar meter todos los granos de arena de la playa de mi pueblo, (que es chiquitita, eh, pero aún así…) dentro de una caja de cerillas. Imposible.

Esta hipergigante roja es una verdadera campeona del universo en cuanto a volumen se refiere. ¿Su tamaño? ¡Más grande que mi paciencia con los atascos! 1700 veces el sol. Si el sol fuera un guisante, UY Scuti sería… ¡bueno, algo enorme, ni me lo imagino! Los alemanes del Observatorio de Bonn la descubrieron en 2024. Qué envidia me dan, ¡yo quiero descubrir una estrella!

• Tamaño descomunal: 1700 veces más grande que nuestro sol.
• Descubrimiento: Observatorio de Bonn, 2024. (Ya sabes, esos alemanes tan eficientes).
• Ubicación: Constelación de Escudo. Ni idea de donde está eso, a mí dame la playa.
• Un dato curioso: Si pudieras viajar a su superficie (que no te recomiendo, el calor es infernal), ¡tardarías años en dar una vuelta!

Es una variable, o sea, que cambia de tamaño como mi humor con el tiempo. Un día es así, otro día asá. ¡Un auténtico drama espacial! Además, es roja, como mi jersey favorito. Ya estoy pensando en mi camiseta con la estampa de UY Scuti… ¡Sería la caña! Si me la encargan, prometo subir una foto a Instagram.

Y bueno, luego está el tema de si es la más grande, porque en el espacio… ¡quién sabe! Puede que haya otras monstruosidades ahí fuera, escondidas tras un montón de polvo cósmico, esperando a ser descubiertas. ¡Las sorpresas nunca cesan! Quién sabe qué descubriré yo en mi próximo viaje a la playa. A lo mejor, ¡encuentro una estrella de mar gigantesca!