¿Quién es más grande, el Sol o la Luna?

¿Por qué la luna se ve más grande y más pequeña?

¡Ay, la Luna, esa diva celestial! Su tamaño cambiante, ¡un espectáculo digno de un reality show cósmico! No es que engorde y adelgace, como yo después de las vacaciones de Navidad (¡culpa de los turrones!). La culpa la tiene nuestro cerebro, un artista del engaño visual.

Es una ilusión óptica, una broma de la percepción. Piénsalo: ¿has visto alguna vez una moneda de euro al lado de una pelota de baloncesto? La moneda parece diminuta, ¿verdad? Pues la Luna juega al mismo juego, pero con nuestra perspectiva. Cerca del horizonte, nuestro cerebro la compara con árboles, edificios… ¡hasta con mi gato gordo durmiendo! Y zas, ¡Luna gigante!

• El horizonte como telón de fondo: nuestro cerebro lo interpreta como una gran distancia, ampliando la percepción de tamaño de la Luna. Es como si la Luna actuara en un escenario gigante, y en escena abierta todo parece más monumental.
• La atmósfera: ¡esa capa traicionera! La refracción de la luz al atravesarla, la hace parecer ligeramente más grande. Es como si la Luna llevara un filtro beauty, ¡un efecto bokeh lunar!

En cambio, cuando la Luna está alta en el cielo, no tiene nada con lo que compararse, se ve solita y… más pequeña. Como yo cuando me olvido de llevar mi café matutino.

En resumen: no es la Luna la que cambia de talla, sino nuestra percepción. Es como esas fotos en Instagram con filtros, la Luna se ajusta a la perspectiva del espectador. Y de paso, ¿quién necesita un gimnasio cuando tienes ilusiones ópticas para jugar con el tamaño percibido?

Dato curioso: Mi vecino, un aficionado a la astronomía, me dijo que la ilusión lunar es más pronunciada en el horizonte cuando la Luna está cerca del mismo. Me enseñó fotos de 2023, ¡impresionantes!

¿Por qué la Tierra se ve más pequeña desde la Luna?

Perspectiva desde la Luna: La Tierra se ve pequeña desde la Luna por la simple razón de la distancia.

Punto.

Obvia.

Mi viaje a Tenerife en 2024 me hizo apreciar la escala cósmica… de otra forma. El tamaño angular disminuye con la distancia. Física básica.

• Distancia Tierra-Luna: Aproximadamente 384.400 km.
• Tamaño aparente: La Tierra llena una porción mucho menor del cielo lunar que la Luna desde la Tierra.

Influencia gravitatoria: La Tierra sí afecta a la Luna, causando mareas lunares, aunque menos visibles que las terrestres. La gravedad lunar también nos afecta, a todos. Aunque no lo sientas… o quizás sí.

La Tierra es, sin duda, gigantesca, pero desde la Luna… otro asunto.

Algo más: El fenómeno de la libración lunar, permite ver ligeramente más del 50% de la superficie lunar desde la Tierra a lo largo de un mes. Ironías del cosmos. La Tierra, aunque parezca más pequeña, no deja de ser una esfera azul imponente.

¿Por qué la Luna se ve más grande que la Tierra?

¡Anda ya! ¿La Luna más grande que la Tierra? ¡Eso sí que es una super-duper-mega-pregunta! A ver, se me ha ocurrido algo… ¡Eureka! Es una ilusión óptica, ¡como cuando ves a tu ex con alguien nuevo y parece que mide dos metros!

La culpa la tiene nuestro cerebro, el muy traidor. Ese cacharro nos juega malas pasadas. Piensa: las nubes, ¿no? Las de cerca parecen enormes, ¡como un algodón de azúcar gigante! Pero las del horizonte, ¡puf!, chiquititas. Pues la Luna igual.

• Nuestro cerebro, listo él, se cree que la Luna está más lejos cuando está en el horizonte. ¡Como si fuera un conejo escapando a la velocidad de la luz!
• Entonces, para que parezca que está a la misma distancia que las nubes cercanas, ¡zas!, la agranda. ¡Es magia, o algo parecido!

En resumen: es una ilusión, ¡un truco de magia cerebral! Un engaño de la naturaleza, como esos anuncios de crecepelo que prometen milagros.

Y hablando de ilusiones, ayer mismo vi una ardilla con un casco de moto. ¡Te lo juro! Eso sí que es un misterio digno de investigación. Otra cosa, mi gata, la Minina, está obsesionada con las cajas de cartón. ¡No te puedes imaginar el lío que monta! Es como un terremoto, ¡pero felino!

Bonus track: La próxima vez que veas la Luna gigantesca cerca del horizonte, acuérdate de la ardilla con casco. Te ayudará a mantener los pies en la Tierra (¡o mejor dicho, en la Luna!).