Kan en Tesla ruste?

¿Puede un Tesla oxidarse? La verdad sobre la corrosión en vehículos eléctricos

La imagen de un Tesla, con sus líneas aerodinámicas y su tecnología punta, evoca una sensación de modernidad y durabilidad. Sin embargo, a pesar de su avanzada ingeniería, la pregunta sobre la susceptibilidad a la corrosión de estos vehículos eléctricos sigue siendo relevante. La respuesta, aunque pueda sorprender, es sí: un Tesla puede oxidarse.

Si bien la construcción de los Tesla emplea acero y aluminio, materiales susceptibles a la corrosión, la narrativa pública a menudo minimiza este aspecto. La creencia popular, alimentada posiblemente por la imagen de innovación tecnológica, podría llevar a pensar que estos vehículos son inmunes al óxido. Nada más lejos de la realidad.

El problema reside en la combinación de factores. Aunque Tesla utiliza técnicas de protección anticorrosiva, la exposición a elementos como la sal marina, la humedad extrema y las condiciones climáticas adversas puede, con el tiempo, degradar estas protecciones. El uso intensivo del vehículo, especialmente en entornos con inviernos rigurosos donde se utilizan agentes descongelantes agresivos, acelera este proceso.

Recientemente, la preocupación por la oxidación en Tesla ha resurgido a raíz de diferentes experiencias de propietarios y el debate generado en torno a la validez de las garantías. Organizaciones como Fyns Undervognscenter, especializada en el cuidado de bajos de vehículos, aconsejan explícitamente la aplicación de tratamientos anticorrosivos adicionales como medida preventiva. Este consejo contrasta con las afirmaciones previas de Tesla, que en ciertos casos negaban la cobertura de garantía ante la aplicación de estos tratamientos externos.

Sin embargo, la postura de organizaciones como la FDM (Federación Danesa de Motoristas – se asume que es la organización a la que se refiere el fragmento original, debiéndose adaptar este ejemplo a la legislación y normativa de cada país) refuerza la idea de que la negación de la garantía por parte de Tesla en estas circunstancias podría carecer de fundamento legal. Esto implica que los propietarios podrían tener el derecho de proteger sus vehículos contra la corrosión sin renunciar a la cobertura de garantía, siempre y cuando se respeten las condiciones de uso y se utilicen productos adecuados.

En conclusión, la aparente invulnerabilidad a la oxidación de un Tesla es un mito. Si bien Tesla emplea medidas de protección, la prevención adicional mediante tratamientos anticorrosivos es una inversión recomendable, especialmente en zonas con climas adversos. Además, es crucial conocer los derechos del consumidor en cuanto a la garantía y la validez de las posibles objeciones por parte del fabricante ante la aplicación de tratamientos externos anti corrosión. Informarse sobre la legislación vigente y consultar con expertos es fundamental para proteger la inversión en un vehículo eléctrico de alta gama.