¿Cómo guardar el bacalao en la nevera?

El santuario del bacalao: cómo conservarlo fresco en la nevera

El bacalao fresco, con su textura firme y sabor delicado, es un tesoro culinario que merece ser tratado con el máximo respeto. Para disfrutarlo en su plenitud, la clave reside en una correcta conservación en la nevera, que garantizará su frescura y evitará la proliferación de bacterias. No basta con meterlo en cualquier estante; existen estrategias específicas para maximizar su vida útil y preservar sus cualidades organolépticas.

La sección más fría de la nevera es el santuario ideal para nuestro bacalao. Generalmente, esta zona se encuentra en la parte inferior, justo encima del cajón de las verduras. El motivo es simple: el aire frío tiende a descender, creando un microclima de baja temperatura en esta área. Evita colocarlo en la puerta, donde las fluctuaciones de temperatura son más pronunciadas debido a la apertura y cierre constantes.

Una vez identificada la ubicación estratégica, es crucial envolver el bacalao adecuadamente. No basta con dejarlo en su envase original. Lo ideal es colocarlo en un recipiente hermético o envolverlo cuidadosamente en film transparente. Esta barrera protectora evitará que se seque y que absorba olores de otros alimentos, preservando así su sabor y aroma característicos.

Siguiendo estos consejos, el bacalao fresco se mantendrá en óptimas condiciones durante un máximo de dos días. Superado este periodo, es recomendable congelarlo para evitar su deterioro. Recuerda que un correcto almacenamiento no solo prolonga la vida útil del pescado, sino que también garantiza su seguridad alimentaria, permitiéndote disfrutar de todo su sabor y beneficios nutricionales. Así que, la próxima vez que compres bacalao fresco, recuerda: la parte baja de la nevera, envuelto y protegido, es su lugar ideal. De esta forma, honrarás este preciado ingrediente y te asegurarás una experiencia culinaria excepcional.