¿Cómo puedo acelerar la cocción de los garbanzos?

¡Ah, los garbanzos! ¿Quién no ha sentido esa desesperación cuando se da cuenta de que olvidó ponerlos a remojo la noche anterior? A mí me pasa MUY a menudo. Y ahí empieza la agonía de pensar en las horas que hay que esperar… ¡Uf!

La verdad es que lo de remojar los garbanzos toda la noche es un rollo, ¡seamos sinceros! A veces, simplemente no te da la vida para pensar en eso con tanta antelación. Y cuando tienes antojo de un buen potaje, ¿qué haces? ¿Te quedas con las ganas? ¡Ni hablar!

Por eso, yo prefiero un truquito que me enseñó mi abuela: usar agua bien caliente, casi hirviendo, y un poquito de bicarbonato. ¿Magia? Puede ser. El caso es que así se ablandan muchísimo más rápido. Es como si el agua caliente y el bicarbonato hicieran su trabajo a toda velocidad, ¡es una maravilla!

Me acuerdo una vez, tenía invitados en casa y se me antojó un humus casero de última hora. ¡Pánico! No había remojado los garbanzos. Pero, ¿sabes qué? Apliqué el truco de mi abuela y en un par de horas, ¡listos! Mis invitados alucinaron con el humus y yo me sentí como una heroína de la cocina (aunque en realidad, el mérito era del bicarbonato, jeje).

Así que, si te pasa como a mí, que la memoria no siempre es la mejor amiga de un cocinero, ¡no te preocupes! El truco del agua caliente y el bicarbonato es tu salvación. Y, sinceramente, quedan igual de tiernos y deliciosos, ¿quién notará la diferencia? 😉

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