¿Cómo quitar el olor a podrido en la nevera?

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¡Adiós olores! El vinagre blanco, aliado contra el mal olor en tu nevera. Mezcla partes iguales de agua y vinagre en un pulverizador. Rocía el interior, limpia con un paño húmedo y ¡listo! Elimina eficazmente olores desagradables, dejando tu nevera fresca y limpia.

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¿Cómo eliminar el olor a podrido de la nevera?

Uf, el olor a podrido en la nevera… ¡qué pesadilla! A mí me pasó una vez, después de un viaje a Valencia en Julio. Dejé unas naranjas en el fondo y ¡madre mía!, cuando volví… El olor era horrible.

Lo primero que pensé fue en el vinagre blanco. Siempre tengo una botella en casa, ¡es súper útil!

Hice como dice la gente: mezclé mitad agua, mitad vinagre, y lo rocié por toda la nevera. Luego, un trapo húmedo para quitar el exceso, y otro seco para secar bien.

¿Funciono? Hmm, digamos que ayudo bastante. Pero el olor persistia! Yo creo que lo importante es sacar todo lo que hay dentro y limpiar muy bien, rincón por rincón. Quizás con un poco de bicarbonato también ayudaría, para la próxima.

¿Cómo limpiar una nevera que huele a podrido?

¡Uf! Qué asco, el olor a podrido de mi nevera en julio… ¡fue horrible! Estaba de vacaciones, regresé a casa y… ¡ay Dios mío! Sentí náuseas al abrirla. Un olor a pescado descompuesto mezclado con algo… ¿leche agria? Tenía que actuar rápido, antes de que me diera una intoxicación.

Primero, desconecté la nevera de la corriente. Seguridad ante todo. Luego, vacié todo. ¡Qué trabajo! Tiré a la basura media docena de cosas: yogures caducados, un resto de pollo sospechoso, dos botes de mermelada que quién sabe cuándo caducaron. ¡Asqueroso!

La limpié a conciencia con agua y jabón. Después, probé con el vinagre. Llené un vaso con vinagre blanco, lo dejé dentro toda la noche. El olor mejoró algo, pero aún quedaba ese tufillo… Entonces me acordé de la avena.

La avena absorbe los olores. Así que al día siguiente, puse un plato con avena en un rincón de la nevera. ¡Funcionó! Al cabo de unas horas, el olor a podrido había desaparecido casi por completo. Aún quedaba un leve olor, pero nada comparable al hedor inicial. Me relajé un poco.

Para asegurarme, la limpié de nuevo al día siguiente, y la dejé con el plato de avena por 24h más, para asegurarme de neutralizar el olor por completo. Ya no olía a nada malo. ¡Qué alivio!

  • Vinagre blanco: Neutraliza olores.
  • Avena: Absorbe olores.
  • Limpieza a fondo: Imprescindible antes de usar remedios caseros.

Conclusión: Para limpiar una nevera que huele mal, vacíala por completo, limpia muy bien, usa vinagre y avena. Después, ¡manténla limpia!

Añadido: Mi nevera es una LG de dos puertas, modelo GSL761PZXVZ. Todo esto pasó en mi apartamento de la calle Almendro 12, en Madrid. La experiencia fue desagradable, pero al menos aprendí una forma efectiva de eliminar olores fuertes de la nevera. Casi tiro la nevera entera a la basura, la verdad. Fue una lección para ser más cuidadosa con la comida y con la limpieza.

¿Cómo quitar el olor de la nevera podrida?

¡Ay, madre mía, nevera olía a… ¡desastre! Como si un oso panda hubiera hecho una fiesta de kimchi ahí dentro.

Bicarbonato, tu salvador. Sí, ese polvo mágico que parece sacado de un cuento de hadas para electrodomésticos, el bicarbonato, es la solución. Un tazón con él, dentro de la nevera, ¡y a dormir! Despierta y la nevera… ¡resucitada!

Es como un pequeño milagro, ¿verdad? Como si el mismísimo Gandalf hubiera hecho un conjuro.

Pero ojo, no lo uses si eres alérgico, ¡que luego me lloras! Mi vecino, Pepe, el que colecciona figuritas de dinosaurios, ¡casi tiene que llamar a los bomberos por una reacción alérgica al bicarbonato!

Trucos extra (que aprendí en mi curso de “Cocina para zombis”):

  • Café molido: Absorbe olores como un campeón, oiga. Es como tener a un barista silencioso y eficaz en tu nevera. Probado en mi propio refrigerador, ¡funcionó!
  • Carbón activado: Muy eficaz pero… un poco dark. Se ve como si tuvieras un trozo de luna en la nevera. Eso sí, es un imán de olores.
  • Vinagre: ¡El rey del olor, pero en versión “limpieza agresiva”! Úsalo con cuidado. Ojo, no lo mezcles con el bicarbonato, que explotan y creo que vi una vez un documental sobre eso.

Mi nevera, por cierto, huele ahora a lavanda gracias a un saquito que me regaló mi abuela, la que tiene el huerto más exótico de todo el pueblo. ¡Y eso sí que es un olor que da paz!

¿Qué es bueno para quitar el mal olor de la nevera?

¡Uf, la nevera apestosa! ¿Quién no ha tenido esa batalla? Aquí te dejo unos trucos que son como el Santo Grial del buen olor, o al menos, lo intentan:

  • Limón partido: Como darle un ambientador cítrico, ¡pero natural! Funciona mejor si lo dejas ahí un buen rato, como si estuviera de vacaciones.

  • Bicarbonato: Este es el todoterreno. Absorbe olores como si fuera una aspiradora invisible. Ponlo en un recipiente, ¡y a esperar resultados!

  • Café molido: Para los amantes del café, esto es un win-win. Huele bien y disimula lo otro. ¡Como si tu nevera fuera una cafetería hipster!

  • Avena: ¿Quién diría que el desayuno te salvaría la nevera? ¡Pues sí! Pon un tazón con granos de avena, ¡y a ver si funciona!

  • Pan duro: El pan rancio tiene una segunda oportunidad en la vida. Pon un plato con pan duro en la nevera y adiós malos olores.

  • Carbón vegetal: ¡Ojo! No es para hacer una barbacoa dentro, sino para absorber olores. Un trozo de carbón vegetal es tu aliado.

  • Zumo de limón: Un vaso con zumo de limón es como un ambientador natural, ¡pero líquido!

  • Miga de pan en vinagre: Una bola de miga de pan empapada en vinagre ¡es un truco de la abuela!

Truco extra (y personal): A mí, lo que mejor me funciona es limpiar a fondo la nevera (sí, da pereza, lo sé), pero luego pongo un ambientador en gel de esos que huelen a lavanda. ¡Mano de santo!

¿Cómo limpiar una nevera que huele a podrido?

¡Ay, la nevera apestosa, esa cueva de horrores culinarios! ¡Pero no te preocupes, tenemos la solución, aunque parezca sacada de un libro de alquimia!

Vinagre al rescate: Imagina que tu nevera es un dragón maloliente y el vinagre, ¡el caballero blanco! Llena una taza y déjala actuar. ¡Verás cómo ese olor se esfuma más rápido que un político con la verdad!

Avena, la absorbente: ¿Avena? ¡Sí, como lo oyes! No solo sirve para desayunar y parecer sano, también para absorber olores como si fuera una esponja gigante. Ponla en un recipiente y espera pacientemente. ¡Ojo, no te la vayas a comer después, eh!

Trucos extra para valientes (o desesperados):

  • Limón: Parte un limón por la mitad y déjalo en la nevera. ¡El aroma cítrico es como un ambientador natural! Eso sí, ¡no te comas el limón después de una semana, por favor!
  • Bicarbonato de sodio: Espolvorea un poco en un plato y déjalo en la nevera. ¡Es como un Pac-Man comiéndose los malos olores!
  • Carbón activado: ¡Sí, el mismo que usan para filtrar el agua! Pon un trozo en un recipiente y déjalo actuar. ¡Es como un ninja silencioso eliminando el hedor!

Y hablando de olores raros, una vez abrí mi nevera y olía como a calcetín sudado con queso rancio. ¡Casi llamo a los bomberos! Resultó ser un trozo de queso azul olvidado en el fondo. ¡Menos mal que no explotó!

¡Ah! Y recuerda, si tu nevera sigue apestando después de todo esto, ¡quizás necesites llamar a un exorcista culinario! ¡O simplemente limpiarla a fondo! ¡Tú decides!

¿Cómo limpiar un refrigerador que huele mal?

La limpieza de un refrigerador con mal olor es fundamental para la higiene alimentaria. Un refrigerador maloliente indica una posible proliferación bacteriana, algo a evitar a toda costa.

El método del vinagre es, desde mi punto de vista, el más efectivo. Su acidez ataca eficazmente las bacterias responsables de los malos olores. Basta con colocar un recipiente abierto con vinagre blanco en el interior de la nevera durante 24 horas. La evaporación gradual neutraliza los olores, ¡y además es barato! He usado este método en mi propia nevera varias veces este año, con excelentes resultados. ¡Incluso mi suegra lo usa!

La avena, por otro lado, funciona como un absorbente. Su textura porosa atrapa las moléculas olorosas, actuando como un filtro natural. Un recipiente con avena, de preferencia en un recipiente de aluminio (para evitar olores extraños del mismo recipiente), colocado en la nevera durante 24 horas ayuda a minimizar las emanaciones. La clave aquí radica en la capacidad de absorción.

Pero antes de recurrir a remedios caseros, un lavado completo es crucial. Desconecta la nevera de la corriente, retira todos los alimentos, estantes y cajones. Limpia concienzudamente cada superficie con agua jabonosa tibia. Recuerda secar bien para evitar la proliferación de moho. La limpieza profunda es la base de un buen resultado. Un detalle que a veces se olvida.

  • Vinagre: Neutraliza olores mediante su acidez.
  • Avena: Absorbe moléculas olorosas.
  • Limpieza profunda: Base indispensable para eliminar malos olores.

El proceso de limpieza puede verse como una metáfora de la vida: para eliminar lo negativo (malos olores), a veces hay que empezar por una limpieza profunda, un análisis honesto de nuestra propia “nevera interior”. Y para los olores persistentes, hay remedios caseros eficaces. Como el vinagre, que a mi juicio es excelente.

Nota: En mi experiencia personal, la combinación de ambos métodos (vinagre y avena) es aún más eficaz.

¿Cómo limpiar una heladera con olor a podrido?

¡Uf, qué asco! Heladera con olor a podrido… ¡Qué horror! ¿Cómo sacar eso?

  • Bicarbonato de sodio: ¡A ver si es cierto! Poner un recipiente con eso dentro. ¿Cuánto tiempo? Dice algunas horas. ¿Será suficiente? ¿Y si dejo una noche entera? Me acuerdo cuando mi abuela usaba bicarbonato para todo, ¡para todo!.

  • Naranja o limón partidos: ¿Y esto funciona? ¿No quedará peor? ¿Olor a naranja podrida? Jajaja. ¡Pero bueno! A probar. Igual me da cosa que atraiga bichos.

¿Qué más se puede hacer?

  • Vinagre blanco: Dicen que el vinagre blanco también sirve para limpiar. ¡A ver! Quizás mejor que el limón. ¿Pero cómo se usa? ¿Directo? ¿Diluido?
  • Limpiar bien: Obvio, sacar todo lo podrido primero. ¡Que no quede nada! Revisar cajones, rincones, TODO. El otro día encontré un tupper olvidado con… ¡mejor no recordar!.
  • Dejar la heladera abierta un rato: Después de limpiar, ¡que se airee! Que se vaya el olor. ¿Pero cuánto tiempo? ¿Un día entero? ¿Y si gastás mucha luz? ¡Uf!

El bicarbonato de sodio es una buena opción: dejar un recipiente con bicarbonato en la heladera por algunas horas.

¿Cómo quitar el mal olor de la nevera con remedios caseros?

Bicarbonato, siempre. Es lo que mejor me funciona, te lo juro.

¿Sabes que una vez dejé un tupper con lentejas abiertas en la nevera? ¡Horror! Olía a demonios. Fue en agosto, después de una comida familiar en casa de mi tía Marta. Un calorazo que flipas, y yo, con la cabeza en mil cosas, me olvidé del dichoso tupper. Al día siguiente, al abrir la nevera… ufff.

Lo primero que hice fue casi vomitar, jaja. Luego, saqué todo, limpié a fondo con agua y jabón. Pero el olor seguía ahí, como un fantasma. Desesperada, puse un bol con bicarbonato en la nevera. Al día siguiente, ¡milagro! El olor había disminuido muchísimo. Lo dejé una semana, y adiós olor.

  • Bicarbonato: Absorbe olores.
  • Limón partido: Refresca.
  • Café molido: Neutraliza.
  • Avena: Similar al bicarbonato.
  • Pan duro: Absorbe humedad y olores.
  • Carbón vegetal: Igual que el pan.
  • Zumo de limón: Limpia y refresca.
  • Miga de pan en vinagre: Desodoriza.

Además, es fundamental limpiar la nevera regularmente y tirar todo lo que esté malo, obviamente. Revisa las fechas de caducidad. Y otra cosa, procura que los alimentos que desprendan mucho olor (quesos fuertes, embutidos) estén bien envueltos. ¡Ah! Y si tienes niños pequeños, vigila que no escondan nada en la nevera, ¡son expertos en eso!

A mí el truco del bicarbonato me salvó la vida. De verdad, pruébalo. Ahora, siempre tengo un bote en la nevera, por si acaso. ¡Nunca se sabe!

¿Cómo quitar el mal olor de la heladera?

A ver, la heladera… ¡Qué tema! El olor, brrr. ¿Por qué siempre huele a algo raro? Ok, la pregunta es cómo quitar el mal olor, ¿no?

  • Limón: Sí, el clásico. Cortarlo y dejarlo ahí. Funciona un toque.
  • Café molido: Un vaso lleno. ¿En serio? ¿Tanto olor hay? Igual, el café absorbe.
  • Bicarbonato: Otro que absorbe olores. Un recipiente abierto, creo.
  • Carbón vegetal: ¿En serio, carbón? Suena raro, pero dicen que va bien.

Lavanda… Un algodón con vainilla… Suena a perfume, no sé si es para la heladera, pero bueno, cada uno con sus gustos, supongo.

¿Por qué siempre se me pudren las verduras en el cajón de abajo? Debería limpiarla más seguido, la verdad. El otro día encontré un tupper con… ¡mejor no lo cuento! ¡Qué asco!

Quizás pruebe lo del carbón, me da curiosidad. Y voy a tirar YA esa cebolla que está germinando. Urgente.

Ah, y acordarme de comprar más bicarbonato. Siempre viene bien tener.

Lo más famoso: El limón. También, café molido, bicarbonato, carbón vegetal. Lavanda y vainilla también dicen.

¿Qué poner en la nevera para absorber los olores?

¡Ay, madre mía, el tufo que tenía mi nevera el otro día! Parecía un basurero nuclear después de una fiesta de mofetas. Pero ¡tranquilos, que la he resucitado! Aquí van mis trucos infalibilidades para dejarla como los chorros del oro, o sea, que hasta se pueda comer directamente de las baldas (no lo hagan, eh):

  • El limón: ¡Qué básico! Pero funciona como un campeón. Medio limón, cortado y listo. El olor a cítrico te dejará como nuevo. Es como si hubieses contratado a un equipo de aromaterapeutas limoneros.

  • Bicarbonato de sodio: Este polvo mágico absorbe olores como si fuera un agujero negro. Lo meto en un pequeño cuenco, y ¡zas! Olvídense del mal olor. Es como si le hubieras puesto un bozal a la pestilencia.

  • Café molido: Sí, el café, aparte de despertarte, es un súper absorbente de olores. ¡Es un milagro de la naturaleza! En un cuenco pequeño, y ¡adiós hedor! Parece que te transportas a una cafetería de lujo.

  • ¡El carbón!: Como el que usaba mi abuela para la barbacoa, pero para la nevera, ¡genial! Absorbe olores como si fuese un aspiradora espacial. Parece magia negra, pero funciona.

  • El pan duro: Sí, ese pan tan duro que casi te rompe un diente. Pues resulta que es un gran absorbente. Es como una esponja, pero para olores.

¡Y ojo a estas joyitas que descubrí ayer probando nuevas técnicas de la NASA (o algo así):**

  • Avena: Un tazón de avena, la dejo ahí y ¡puf! Olviden el olor a pescado del viernes pasado, porque con la avena ya ni se nota.
  • Vinagre y pan: Mezcla explosiva. El pan empapado en vinagre es como tener un ejército anti-olores. ¡Hasta los fantasmas huyen!

Truco extra, de mi cosecha personal: Si el olor es MUY persistente, una limpieza a fondo con agua y jabón es IMPRESCINDIBLE. Luego un toque de vinagre diluido en agua para rematar la faena.

Recordatorio: No olviden cambiar los absorbentes cada semana. Y, por favor, no dejen comida caducada mucho tiempo en la nevera, que no soy una experta en control de plagas.

Advertencia: No se hagan responsables si siguen mis consejos y de repente la nevera empieza a cantar ópera. Eso es otro nivel de magia.

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