¿Cómo recuperar el ácido del estómago naturalmente?

¿Cómo recuperar el ácido en el estómago?

¡Uf, qué ardor! ¿Será la salsa que comí ayer? A ver… ¿recuperar el ácido? Mmm…

Antiácidos: Maalox, Mylanta o Tums. ¡Eso es! Neutralizan el ácido.

• ¡Pero ojo! No abusar, ¿eh? Que luego te da rebote.
• Mi abuela siempre decía que un poquito de vinagre de manzana… Pero a mí no me convence.
• ¿Y si es algo más? Debería ir al médico, creo yo.

Igual la acidez es por el estrés del trabajo… ¡Qué caos tengo! Hoy tengo que presentar el informe.

¿Qué es bueno para quitar la acidez estomacal rápido?

Antiácidos, amigos del estómago en apuros. Como Cimetidina y Famotidina, ¡es como darles un respiro a las paredes del estómago!

Inhibidores de la bomba de protones (IBP). Esomeprazol, Lansoprazol y Omeprazol. Imagina que son fontaneros estomacales, cerrando el grifo del ácido. ¡Qué alivio!

• ¿Alivio rápido o fontanería profunda? Los antiácidos son bomberos, apagan el fuego rápido. Los IBP son reformas, tardan más pero duran más.

• Efectos secundarios, la letra pequeña: Los IBP, con uso prolongado, podrían ser como ese invitado que se queda más de la cuenta. ¡Atentos a la osteoporosis!

• Mi truco personal: Un vaso de leche fría. Funciona como el abrazo de la abuela al estómago.

• Un consejo inesperado: Evita los tomates, ¡son el demonio de la acidez!

La acidez es como ese vecino pesado que siempre tiene algo que decir. ¡Pero con estos trucos, lo mantendrás a raya!

¿Qué provoca la falta de ácido en el estómago?

¡Ay, la acidez! O mejor dicho, la falta de acidez. Un drama estomacal digno de una comedia griega, ¿no creen? La baja acidez gástrica, o hipoaclorhidria, como dicen los doctores (y que suena a hechizo de Harry Potter), te deja en pañales a la hora de digerir. Piensen en su estómago como un oso perezoso al que le robaron la miel: sin acidez, ¡ni fuerza para procesar la comida! Este año, mi prima Lola, ¡fanática del brócoli!, sufrió esto.

El problema principal es la absorción. Es como intentar beber agua con una pajita rota: ¡imposible! Nutrientes, como los de esas proteínas tan monas que te prometen abdominales de acero, se quedan por ahí, flotando como náufragos en el mar de tu estómago. ¡Qué desperdicio! Y esos minerales, ¡calcio, hierro y magnesio! Se van de vacaciones sin avisar. Vitaminas como la C y la B12 también hacen pucheros. ¡Un auténtico desastre! Lola tuvo que recurrir a suplementos. ¡Menos mal que el brócoli no se rebeló!

• Proteínas: ¡Desastre!
• Minerales (calcio, hierro, magnesio): ¡Fuera!
• Vitaminas (C y B12): ¡Adiós!

¡La hipoclorhidria es un fastidio! Si la tienes, visita a tu médico, que es mejor que acudir a consejos de internet… ¡yo que sé! Aunque a veces, la solución es tan simple como cambiar a un café más fuerte. Es broma, ¡o no!

Causas: Pueden ser múltiples, desde la gastritis hasta algunos medicamentos. A veces, incluso es genética. La edad también influye, como mi abuelo, que con 80 años ya no digiere el bacalao como antes.

¿Qué remedio casero alivia la acidez estomacal?

Bicarbonato. Punto. Suficiente. A veces, la simplicidad es brutal.

• Plátano: Maduro. Obvio. No me preguntes por qué. Solo funciona.

• Chicle: Sin azúcar. Aburrido, sí. Pero efectivo. Un mal menor.

• Comida: Lento. Poco. Nada de atracones nocturnos. Ya sabes. Eso es todo.

La vida es un juego de equilibrios. O eso dicen. Yo solo sé que la acidez es un fastidio.

Peso: Controla el peso. Ya lo dije. Eso afecta. Más que una obviedad.

Dormir: Posición. Importa. Aunque parezca una tontería. El cuerpo habla.

• Ropa: Holgada. A nadie le gustan las presiones innecesarias. Ni en la ropa, ni en la vida.

Ayer mismo tuve una cena con mi hermano en El Bohío, comí demasiado. Me pasó factura. Bicarbonato. Siempre bicarbonato.

Conclusión: No hay más que añadir. El cuerpo, un sistema caótico. El tiempo, un cruel enemigo. La acidez, un síntoma.