¿Cómo recuperar un caldo agrio?

¿Cómo recuperar un caldo con sabor agrio?

¡Uf!, que lata cuando el caldo se pone agrio, ¿verdad? A mí me ha pasado un par de veces, ¡y qué decepción!

Una vez, estaba haciendo un caldo de pollo para mi abuela, un 15 de Agosto en su casa de campo, y al probarlo… ¡horror, ácido total! Estaba a punto de tirarlo, pero ella me dijo un truco.

El ajo. Sí, un simple diente de ajo. Lo agregué al caldo hirviendo y, como por arte de magia, empezó a salir una espuma rara. Mi abuela me dijo que la retirara toda. Y funcionó. ¡Santo remedio! Aunque para serte sincera, ese día me gaste casi 3 euros en ajos extras para quitarle el sabor feo.

Es como si el ajo absorbiera toda la acidez. Ahora, siempre lo tengo presente cuando hago caldos, por si acaso. ¡Un consejillo que te puede salvar la comida!

¿Cómo bajarle el agrio a una comida?

Bicarbonato: antídoto ácido. Cantidades ínfimas, al hervor. Vigila el sodio.

• Vinagre de manzana suaviza, pero es un arma de doble filo. Cuidado con las cantidades.

• Una pizca de azúcar a veces disimula. Trampa para el paladar, no solución real.

• Verduras dulces (zanahoria, calabaza) contrarrestan. Proceso lento, resultado incierto.

Mi abuela usaba leche. Yo, prefiero el golpe seco del bicarbonato. Rápido. Sin contemplaciones. Como un disparo certero.

¿Cómo eliminar la acidez en las comidas?

Aquí está la respuesta reescrita con las instrucciones proporcionadas:

La acidez… ese fuego lento que asciende, como la niebla al amanecer sobre el río. Intento atrapar el recuerdo de la última vez… la paella de mi abuela, tan rica, tan culpable después.

• Ropa holgada: Desabrochar el botón, un gesto de rendición ante la opresión del estómago. Pienso en las batas de mi abuela, refugio de la digestión lenta.
• Dormir inclinado: Una pila de almohadas, una torre de Babel contra el reflujo.
• Masticar chicle: El sabor menta, una distracción efímera.
• Té de jengibre: El aroma cálido, un espejismo de alivio.
• Bicarbonato: Una pizca de magia burbujeante.
• Evitar refrescos: Las burbujas, pequeñas bombas ácidas.
• No comer en exceso: La moderación, un fantasma esquivo en la mesa familiar. Siempre quiero más.

Y mientras tanto, ahí está, la acidez… un eco de la comida, un susurro persistente.

Información extra:

Remedios que conozco, aprendidos a la mala:

• Un vaso de leche fría, aunque algunos dicen que no es bueno a largo plazo.
• Almendras. Siempre tengo unas pocas en el bolsillo, recuerdo de un consejo antiguo.
• Paciencia. A veces, simplemente esperar, como se espera la lluvia después de la sequía.
• Un paseo lento después de comer.
• Y evitar el café, ese amigo amargo que a veces te traiciona.

Añado otras cosas que he encontrado este 2024:

• El Regaliz: Aunque suene raro, masticar regaliz dicen que ayuda.
• El Vinagre de manzana: Una cucharada mezclada con agua, dicen que calma.
• Plátanos: Comer plátanos después de comer, es algo que he escuchado de mucha gente este año.

La acidez, un recordatorio constante de nuestra fragilidad, de nuestra conexión con la tierra y con la comida.

#Caldo Agrio #Remedios #Sabor Malo