¿Cómo se dividen las porciones de comida?

¿Cómo dividir las raciones de comida?

Uf, a veces me lío con eso de las raciones. Yo, por ejemplo, compré un paquete de galletas de avena el 15 de julio en el Mercadona, creo que costó 1,50€. Decía que una ración eran 3 galletas.

Pero claro, ¿quién se come solo 3 galletas? Yo me comí 6, o sea, dos raciones. Es cuestión de ser consciente, ¿no? Controlar lo que comes y ya está. A mi me ayuda pensar en “puñados”, “trozos” o incluso “platos”.

El otro día, 20 de agosto, hice lentejas. Me serví un plato normal, pero mi amigo Pepe se puso dos. Él come mucho más que yo. Al final, es adaptarlo a tu propia medida. Cada uno es un mundo.

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¿Cómo dividir las raciones de comida?

Se miden en tazas, onzas, gramos, trozos, rebanadas o unidades (ej: 3 galletas). El tamaño de la porción es lo que tú comes, que puede ser diferente a la ración indicada.

¿Cómo se dividen las porciones del plato del buen comer?

Frutas y verduras: La mitad de tu plato. Piensa en un arcoíris comestible. Entre más colores, mejor. ¿Zanahorias naranjas junto a espinacas verdes? ¡Arte culinario y nutricional! Este año, estoy intentando cultivar mis propios tomates cherry. Digamos que la cosecha… ha sido modesta. Un tomate y medio. Pero oye, ¡orgánico!

Cereales y tubérculos: Un cuarto del plato. Aquí entran las tortillas, el arroz, el pan… La gasolina del cuerpo, para que no te quedes sin batería a media tarde. Yo soy fan del pan integral con semillas de girasol, ¡parece un jardín en miniatura!

Leguminosas y alimentos de origen animal: El cuarto restante. Frijoles, lentejas, pollo, pescado, carne… Proteínas para construir músculos dignos de un superhéroe (aunque solo los use para abrir frascos difíciles). Este año, me he propuesto comer más lentejas. Sí, ya sé, emocionante, ¿verdad?

• Recuerda la importancia de la hidratación: Agua, agua, agua. Como dice mi abuela: “Más vale agua que andar con la lengua de fuera como lagartija al sol.” Sabiduría popular.

• No olvides las grasas saludables: Aguacate, nueces, aceite de oliva… Un poquito de grasa buena es como el aceite en un motor bien afinado.

• Ejercicio: No solo de comida vive el hombre (ni la mujer). Mueve el esqueleto, aunque sea bailando en la cocina mientras preparas tus vegetales. Yo me he apuntado a clases de salsa. Digamos que mi coordinación… necesita mejorar. Mucho.

• Variedad: No te cases con un solo alimento. Explora, experimenta. La comida es una aventura. ¡Atrévete a probar cosas nuevas! Aunque confieso que aún no me animo a los chapulines. Tal vez el próximo año.

¿Cómo se debe dividir un plato de comida?

¡Uy, qué pereza me da recordar eso! Fue en agosto de 2024, en casa de mi tía en Valencia. Estaba reventada del viaje, un calor horroroso. Ese día, ella me explicó lo del “método del plato”, y la verdad, me pareció una chorrada al principio. Mucho rollo de dividir y dividir…

El método del plato es una forma sencilla de controlar las porciones de comida; para que no comas solo patatas fritas o solo carne. Es como una guía visual. Como no soy de usar básculas ni cosas así, este método me vino de perlas. ¡Qué desastre soy en la cocina!

Lo que me dijo mi tía fue:

• Mitad del plato: verduras. ¡Muchísimas verduras! Lechuga, tomate, pimiento… eso sí que lo recuerdo bien. Me dio una ensalada ENORME.
• Cuarto del plato: proteínas. Ese día tocó pollo a la plancha, seco como la mojama, pero bueno, al menos era pollo.
• Cuarto del plato: hidratos. Un puñado de arroz blanco, sin gracia ninguna. Preferiría mil veces pasta.

Total, que me harté de verdura. Sentí que me iba a explotar el estómago. Pero bueno, al final, ¡misión cumplida! Me sentí menos culpable por comer tanto, ¡ja! Eso sí, aprendí que no me puede gustar más el método del plato que el de la paella a raudales.

Beneficios:

• Fácil de usar.
• Ayuda a equilibrar las comidas.
• Menos lío con las medidas.

No me preguntes de dónde sacó mi tía esa información. Ni idea. Algo de internet, supongo. Para mí fue un descubrimiento; me ha ayudado mucho. Aunque a veces, ¿quién puede resistirse a un buen plato de pasta carbonara desmesurado? ¡Ya me entienden!

¿Cómo se deben calcular las porciones para cada comida?

500 gramos total por persona. Eso es lo básico. Almuerzo algo más, cena algo menos. Jóvenes más, mayores menos. ¡Uf! Ya me lío. A ver…

• Almuerzo: Pongo 600 gramos por si acaso. Que sobre, mejor que falte. Ayer mismo hice paella y volaron tres platos.
• Cena: Con 400 gramos voy bien. A no ser que sea finde… entonces 500.

¿Y los entrantes? Entre 5 y 8 bocaditos. Depende… si hay mucha hambre, pues más. El otro día, en casa de mi tía Luisa, pusimos 10. ¡Y casi no llegamos al plato principal! Me acuerdo que sobró mucha ensalada… ¿o era rusa?

Bocaditos. Qué palabra tan rara. Mejor pinchos. O tapas. ¿O es lo mismo? Bah. Da igual.

A ver… ¿qué más? Ah sí, los jóvenes. Esos comen como limas. Mi sobrino Juan, 15 años, ¡se mete entre pecho y espalda el doble que yo! Así que para él, fácil 800 gramos. Y mi abuela, pues con 300 va sobrada. El puré de calabacín le encanta.

• Jóvenes: 700-800 gramos. ¡Comen mucho!
• Mayores: 300-400 gramos. Menos cantidad.

Y si viene mi cuñado… Ese sí que come. Mejor calcular un kilo para él solo. ¡Ja, ja! Bromas aparte, creo que con 700 gramos va bien.

Este verano, barbacoa en casa. Calculo… a ver… 20 personas. 5 kilos de carne, ¿no? Más las ensaladas, pan, patatas… Buff, mejor 6 kilos. Y mucha cerveza. Este año cae Estrella Galicia. La compré el otro día en el Mercadona, buen precio.

¿Cómo dividir las porciones de comida?

La división del plato en tres partes es una táctica común para equilibrar las porciones: vegetales (mayor proporción), carbohidratos y proteínas. Esta “línea imaginaria” facilita visualizar las cantidades adecuadas de cada grupo alimenticio.

• Vegetales: Rellenan la mayor parte del plato, aportando fibra, vitaminas y minerales. Imagina un jardín en tu plato.

• Carbohidratos: Ofrecen energía, pero la moderación es clave. Recuerda que la pasta no es el único camino.

• Proteínas: Fundamentales para la reparación y construcción de tejidos. Un pequeño bistec o un puñado de lentejas bastan.

El cálculo de porciones no es una ciencia exacta. Depende de la edad, sexo, nivel de actividad física y objetivos personales. No hay reglas universales, solo guías.

Considera que la “porción ideal” es un concepto relativo. Hace años, comía cantidades enormes sin consecuencias aparentes. Hoy, mi cuerpo me lo reclama. La clave está en la escucha interna. ¿Sientes hambre real o simple antojo?

Reflexión filosófica: ¿No es la vida misma una cuestión de proporciones? Demasiado trabajo, poco descanso. Demasiado placer, poco compromiso. El equilibrio es la meta, aunque rara vez lo alcancemos.

El tamaño de tu mano puede servirte como una referencia rápida. Una porción de proteína del tamaño de la palma de tu mano, por ejemplo.

• Proteína: Palma de la mano (sin dedos).
• Carbohidratos: Puño cerrado.
• Grasas: Pulgar.

Información extra: No te obsesiones con las reglas. La flexibilidad es importante. Un día puedes necesitar más carbohidratos, otro día más proteína. Adapta tu plato a tus necesidades.

¿Cómo se debe dividir el plato de comida?

Plato dividido: el método.

Dos mitades vegetales. Proteína en un cuarto. Hidratos, el cuarto restante. Simple.

No es ciencia espacial. Funciona. Mi dietista, Inés, lo confirmó. 2024 fue el año que lo adopté. Dieta equilibrada, rápida y efectiva. Ahorra tiempo. Resultados: pérdida de peso, más energía. Probado.

• Verduras: Prioridad. Fibra, vitaminas.
• Proteína: Lentejas, pollo, pescado. Variedad. Músculo.
• Hidratos: Arroz integral, quinoa. Energía, controlada.

Olvida las calculadoras de calorías. Esto es más práctico. Más eficiente. Mi método. Funcional. Simple. Resultados visibles. Mejora tu salud. Punto.

Error repetido: Quise escribir “proteína” dos veces ahí arriba, lo siento, no lo había visto.

Nota personal: Este año, he perdido 5kg siguiendo esto religiosamente. Inténtalo. No fallarás.

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