¿Cómo se llama el pescado que es muy salado?

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En las tiendas, se encuentra pescado salado, como bacalao, abadejo, merluza, eglefino y cusk, en diversas presentaciones: filetes en cajas, entero o en porciones en bolsas, e incluso a granel, en piezas grandes o en la tradicional forma de cometa.
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Más Allá del Bacalao: Descifrando el Mundo de los Pescados Salados

El pescado salado, un manjar con una larga tradición culinaria, nos ofrece una amplia variedad más allá del conocido bacalao. Su proceso de conservación, mediante la salazón, le otorga una salinidad característica que lo diferencia de otros pescados frescos. Pero, ¿cómo denominamos a ese pescado intensamente salado, y qué opciones encontramos en el mercado? No existe un nombre único para definir a todos los pescados salados con alto contenido de sal, ya que la salinidad depende tanto del tipo de pescado como del método y tiempo de curación.

En las pescaderías y supermercados, la oferta es diversa. Encontramos nombres familiares como el bacalao, protagonista indiscutible por su versatilidad y amplio consumo. Sin embargo, la gama se extiende a otros ejemplares que, igualmente, se someten al proceso de salazón, presentando diferentes niveles de salinidad según su preparación:

  • Abadejo: Este pescado blanco, similar al bacalao en textura, ofrece un sabor ligeramente más suave después de la salazón. Su precio suele ser más accesible, convirtiéndolo en una alternativa interesante.

  • Merluza: Aunque menos frecuente en su versión salada que el bacalao o el abadejo, la merluza también se puede encontrar en salazón, conservando parte de su delicada textura.

  • Eglefino: Un pescado blanco magro, ideal para la salazón, que proporciona un sabor ligeramente dulce que contrasta con la sal. Menos conocido que el bacalao, su sabor es una agradable sorpresa para paladares aventureros.

  • Cusk (o Bacalao Negro): Este pescado de aguas profundas, con una carne firme y blanca, resulta excepcionalmente sabroso una vez curado en sal. Su intenso sabor marino se intensifica con el proceso de salazón.

La presentación en el mercado también es variada. Desde filetes en cajas, ideales para una manipulación sencilla, hasta piezas enteras o en porciones en bolsas, pasando por la compra a granel, donde podemos encontrar piezas de gran tamaño o incluso la tradicional presentación en forma de cometa, que evoca métodos de conservación antiguos. Esta amplia variedad facilita la elección según nuestras preferencias y necesidades culinarias.

En definitiva, si bien no existe un nombre específico para el pescado “muy salado”, la variedad de pescados salados disponibles nos permite explorar un universo de sabores y texturas. La elección dependerá del gusto personal y la preferencia por una mayor o menor intensidad de salinidad. Así que, a la hora de comprar, no dude en preguntar al pescadero por las características de cada pescado salado para encontrar el que mejor se adapte a sus necesidades y disfrute de un auténtico sabor del mar.