¿Cómo se prepara el agua alcalina casera?

Agua Alcalina Casera: Una Guía Fácil

El agua alcalina ha ganado popularidad en los últimos años debido a sus supuestos beneficios para la salud. Si bien no hay evidencia científica concluyente que respalde todas las afirmaciones, algunas personas creen que el agua alcalina puede ayudar con la hidratación, el equilibrio del pH y la reducción de la inflamación.

Si deseas probar los posibles beneficios del agua alcalina, no es necesario gastar dinero en dispositivos costosos. Puedes prepararla fácilmente en casa con ingredientes simples.

Cómo Preparar Agua Alcalina Casera

Sigue estos sencillos pasos para crear tu propia agua alcalina:

1. Disuelve una cucharadita de bicarbonato de sodio. Añade una cucharadita de bicarbonato de sodio (no polvo para hornear) a un litro de agua filtrada o purificada.
2. Revuelve hasta que se disuelva. Revuelve bien la mezcla hasta que el bicarbonato de sodio se disuelva por completo.
3. Deja reposar durante 24 horas. Deja que el agua alcalina repose a temperatura ambiente durante al menos 24 horas antes de beberla. Esto permitirá que se asiente cualquier residuo.

Prueba el pH (opcional)

Si tienes un medidor de pH, puedes probar el pH del agua alcalina después de 24 horas. Debe estar entre 8,5 y 9,5, que se considera el rango alcalino.

Consejos Adicionales

• Para un sabor más agradable, puedes añadir unas gotas de zumo de limón o lima al agua alcalina.
• El agua alcalina casera es segura para beber a diario, pero debes consultar con un profesional de la salud antes de realizar cambios significativos en tu consumo de agua.
• El bicarbonato de sodio puede aumentar la presión arterial en algunas personas. Si tienes antecedentes de presión arterial alta, consulta con tu médico antes de beber agua alcalina.

Conclusión

Preparar agua alcalina casera es fácil y económico. Simplemente disolviendo bicarbonato de sodio en agua, puedes crear una bebida potencialmente beneficiosa que puedes disfrutar en la comodidad de tu hogar. Sin embargo, es importante tener en cuenta que no hay evidencia científica concluyente que respalde todos los beneficios para la salud del agua alcalina.