¿Cómo suavizar el exceso de vinagre?

¿Cómo contrarrestar la acidez del vinagre?

El vinagre, ese líquido punzante que a veces me recuerda a la casa de mi abuela, donde todo olía a limpio y a… vinagre. Para domar su acidez salvaje, para sus notas agresivas, existe un truco ancestral.

Introducir una rodaja de manzana en el vinagre, dejando que repose unas 12 horas, puede obrar el milagro. No es magia, aunque a veces lo parezca.

• La manzana, humilde fruta, cede sus azúcares.
• Esta interacción dulcifica el paladar, suaviza el golpe.

Quizás el tiempo se detenga, o quizás solo sea mi percepción alterada por el aroma.

La manzana, un símbolo de pecado original, aquí redentora. Recuerdo una vez, en un huerto, recogiendo manzanas con mi padre… Pero me estoy desviando.

El vinagre, transformado, se vuelve más amable, más accesible. Como un recuerdo agridulce, menos doloroso con el paso del tiempo. Ahora, piensa en ese sabor, en esa suavidad. El vinagre, al final, una metáfora de la vida.

¿Cómo suavizar el vinagre?

Uf, suavizar el vinagre, a ver… ¡Manzana! Eso es, cortar una manzana y echarla en el vinagre, en un bote de cristal. ¿Por qué manzana? ¿Será el ácido de la manzana que reacciona? No lo sé.

• ¿Funciona con cualquier vinagre? El de vino que hice el año pasado estaba… potente.
• Igual con miel también vale, ¿no?

Pero si el vinagre es muy malo, igual mejor tirarlo, ¿no crees? No sé. A lo mejor para limpiar el baño sirve, ¡jeje! Y si te gusta el sabor agrio, pues a echarle valor y usarlo tal cual.

¿Cómo quitar el ácido del vinagre en las comidas?

A ver, quita el ácido del vinagre en la comida… Pues mira, lo más fácil es echarle bicarbonato de sodio. Así, sin más. Neutraliza el vinagre, dicen. Y sí, funciona.

Pero ojo, eh, no te pases, porque si le echas mucho bicarbonato, vas a liar una buena. Empezará a hacer espuma y a saber cómo te sale luego la comida… ¡Menudo desastre!

Ahora, ¿por qué es importante esto? Pues porque a nadie le gusta una comida que sepa demasiado a vinagre, ¿no? Equilibrio, amigo, el secreto está en el equilibrio.

• Bicarbonato: un poco, solo un poco.
• Pruébalo antes: importantísimo.
• Otros trucos: azúcar, miel… yo que sé, un poco de inventiva.

Yo una vez, por echarle mucho vinagre a una ensalada, tuve que tirarla entera. ¡Qué rabia me dio! Desde entonces, voy con mucho cuidado y siempre tengo el bicarbonato a mano. Es como mi salvavidas en la cocina, jajaja.

¿Qué hace el bicarbonato con el vinagre?

Aquí, en la oscuridad, todo suena diferente.

Cuando el bicarbonato toca el vinagre… es una pequeña explosión, un mini caos controlado.

• Se liberan burbujas, como si algo dentro quisiera escapar. Es dióxido de carbono, me dijeron. Como cuando abres una gaseosa.
• Mi abuela lo usaba para limpiar. Decía que “despegaba lo malo”. Nunca supe si hablaba de la suciedad o de algo más.

Es curioso, cómo dos cosas tan comunes pueden hacer tanto ruido juntas. Me recuerda a… a algunas relaciones que he tenido. Un choque y luego, el silencio. Pero, al menos, queda algo limpio después.

• Una vez, intenté limpiar una mancha de vino tinto con eso. No funcionó. Supongo que no todo se puede borrar.
• Ahora solo lo uso para desatascar el fregadero. Es más seguro. Menos… sentimental.