¿Cuál es la temperatura máxima y minima de una incubadora casera?

¡Ay, la incubadora casera! Me acuerdo la primera vez que intenté incubar huevos… ¡qué estrés! La pregunta clave, la que me quitaba el sueño: ¿cuál es la temperatura ideal? A ver, después de mucho leer y experimentar (y algún que otro susto, ¡no lo voy a negar!), llegué a la conclusión de que entre 37 y 38 grados Celsius es la clave.

¿Sabes? Es que a veces me siento como si fuera la madre de esos pollitos antes de que nazcan. Esa pequeña franja de temperatura, tan estrecha, es como su zona de confort, su “útero artificial”, ¿me explico? ¡Es crucial!

Me da una angustia tremenda solo pensar en que la temperatura pueda subir o bajar demasiado. Una vez, por un fallo en el termostato (¡bendito termostato, o maldito, según cómo se mire!), la temperatura bajó un poquito… ¡uff, qué susto! Estuve pegada a la incubadora día y noche, ajustando todo manualmente para estabilizarla. No quiero ni imaginarme lo que hubiera pasado si no me hubiera dado cuenta a tiempo.

Es que, piénsalo, una variación mínima, incluso de medio grado, puede marcar la diferencia entre un pollito sano y fuerte, o… bueno, prefiero no pensarlo. Por eso, siempre digo, la paciencia y la constancia son fundamentales en esto de la incubación casera. Es como cuidar un jardín: requiere atención, cariño y, sobre todo, ¡mucho ojo con la temperatura! ¿No te parece? Y después de todo, verlos nacer, ¡no tiene precio! Toda la ansiedad se te olvida en ese instante.