¿Cuánto pesa un botellón de agua de 20 litros?

¿Cuánto pesa un botellón de 20 litros?

¡Ay, madre! ¡Un bidón de 20 litros! Parece una pregunta sencilla, ¿verdad? Pues no lo es tanto, ¡es un mundo de posibilidades! Depende, claro, del material… Este de COEX reforzado, con su código B2061, presume de 1200 gramos en la balanza. Ni un pollo asado. Siendo sinceros, es ligero como una pluma comparado con la cantidad de líquido que puede llevar. ¡Casi me atrevería a decir que flota!

Un kilogramo y doscientos gramos: así de sencillo es el peso. Aunque claro, ¡eso sin contar el contenido! Imaginen: un bidón de esos lleno de limonada casera… ¡Un peso considerable! Ah, y ojo, porque la tapa y el color… ¡eso es a su gusto! Es como elegir el relleno de una tarta. Queda tan bonito, personal, hecho a la medida. Mi vecino, por ejemplo, tiene uno azul chillón para guardar agua de lluvia; es la versión bidón de una piscina pequeña.

El peso del bidón en sí es una cosa, pero el peso total… ¡esa es la pregunta del millón!

• Piensen en un bidón lleno de agua… ¡Casi 20 kilos! Un poquito más o menos, dependiendo de la temperatura del agua, ja ja.
• O imaginen llenarlo de aceite… ¿Cuánto pesa el aceite? ¡Ay, Dios mío! ¡Mejor no lo calculo!
• ¿Y si lo llenan de algo más denso? ¡Pues entonces subirá el peso sin remedio!

El peso del líquido contenido es la gran variable. Es como esa incógnita en una ecuación que te deja con la cabeza dando vueltas.

¡Ah! Casi se me olvidaba: tengo uno de esos en mi garaje. Lo uso para guardar mis valiosas existencias de … eh… … … cosas. Cosas importantes, claro. Lo importante es que me hace sentir seguro. Aunque me da miedo que un día el peso de mi colección de dedales antiguos lo haga reventar…

Este bidón, a pesar de su aparente sencillez, nos ha dado para mucho.

¿Cuál es el peso de un botellón de agua?

Uf, un botellón de agua… ¿cuánto pesa? A ver…

• Botellón vacío: Entre 1.1 y 1.35 kg, pone. Depende del plástico, supongo. ¡Qué barbaridad, tanto plástico! ¿Reciclarán todos?

• Pero, espera, ¡20 litros! Eso es un montón de agua. Casi como llevar un niño pequeño, ja.

• El peso lleno: 20 litros son 20 kg más el botellón, ¿no? O sea, entre 21.1 y 21.35 kg. ¡Menuda carga!

¿De qué estaba hablando antes? Ah, sí, el peso… Mi abuela siempre decía que el agua era vida. Y sí, pesa, ¡vaya que si pesa!

¿Cuánto pesa 20 litros de agua?

20 litros de agua… ¡20 kilos! Fácil, ¿no? Aunque… espera. ¿Y si no es agua pura? ¿Si tiene sal? Pesaría más, ¿verdad? Mi experimento de química en la uni… ¡un desastre! Recordar eso me da hasta un poco de escalofríos.

20 kilos. Punto. A ver… ¿para qué necesito saber esto? Ah, sí, para calcular cuánto pesa el agua de mi nueva pecera. Será enorme, ¡una pasada! La quiero poner en mi sala, aunque mi gato… ¡ese travieso seguro que intentará pescar peces!

• Necesito arena para el fondo.
• Y plantas, ¡muchas plantas!
• Filtración potente, por favor.
• 20 kg de agua… ¡eso es mucha agua!

¡Ay, Dios mío! ¿Y si se me cae la pecera? Tengo que asegurarla bien. Mejor que la instale a ras de suelo… y cerca del enchufe para la bomba… 20 kg… ¿Será demasiado peso para la mesita? ¿Y si necesito más litros? ¡Más kilos entonces! Uf, ya estoy agobiada pensando en todo.

Densidad del agua: 1 kg/litro. Eso lo aprendí en el instituto, ¡hace ya un montón!

Conclusión: 20 litros = 20 kilos. Sencillo. Pero… ¡la logística de la pecera me está volviendo loca!

¿Cuánto pesa un bidón de 20 litros de agua?

Pesa unos 21 kilos, más o menos.

A ver, el peso exacto… uf, depende tanto. Me acuerdo el verano pasado, llevando garrafas de agua mineral a la casa rural en Ávila. ¡Qué paliza! Eran de estas de plástico duro azul, rellenables. Juraría que eran de 20 litros, porque eran enormes. Y claro, pensaba “20 kilos de agua + el plástico…”.

• El agua pesa. Eso seguro.
• El plástico también pesa, aunque no lo parezca.

Vamos, que no era lo mismo cargar con una de estas vacía que llena. Pero lo que más recuerdo es que, después de la quinta garrafa, el camino de tierra se me hacía cuesta arriba. ¡Y eso que hacía deporte! Pero claro, no es lo mismo el gimnasio que cargar agua bajo el sol de agosto.

Y ya luego, al vaciarlas, dejábamos que se secaran al sol, para que no cogieran moho. Y ahí te dabas cuenta del peso de la humedad que se quedaba dentro. ¡Increíble! Nunca pensé que el agua “pegada” pesara tanto.

Lo que sí sé es que después de la experiencia de Ávila ahora siempre pido agua a domicilio. O al menos, intento evitar cargar con garrafas enormes. Mi espalda me lo agradece.

¿Cuánto pesa una cubeta de 20 litros de agua?

¡Ay, madre mía, 20 litros de agua! Eso pesa un montón, ¡como un oso perezoso en patines! O quizá, mejor dicho, como mi primo después de una cena de Navidad… en fin.

El peso es de 1.295 kilos. ¡Casi una tonelada y media de agua! ¿¡Cómo cargarán eso los pobres empleados de Casa Myers?!

Hablando de Casa Myers, ¡qué cosas más raras tienen! La otra vez compré allí un sacacorchos… ¡que no sacaba corchos! ¡Un escándalo!

• Peso de la cubeta vacía: No lo dice la web. Será que pesa lo mismo que una pluma, o que un elefante bebé? ¡El misterio sigue!
• Peso del agua: 20 litros = 20 kilos (¡si el agua está en la Tierra y no en Marte, claro!).
• Peso total estimado: Pues suma 20 kilos + 1.295 kilos. ¡Las cuentas las hace tu abuela, no yo! Pero debe rondar los 21 kilos más o menos…¡un peso considerable!

Ese cubo blanco es una cosa seria, eh? Parece inofensivo, pero si se llena con agua… ¡Cuidado con el suelo! Y si se cae… ¡adiós, dedos del pie!

Por cierto, mi gato se escapó la semana pasada. Si lo ves, ¡avísame! Es gris, peludo y le encanta dormir en cubos. ¿Será que se metió en el de Casa Myers? ¡Ay, qué lío!

¿Cuánto pesa el botellón de agua?

Un botellón de agua, lleno y con envase, pesa alrededor de 20 kilos. ¡Uf, qué recuerdos!

En verano, con mis amigos, siempre hacíamos botellón en la playa de La Barceloneta. Bajábamos desde el Raval, cargados con las mochilas a reventar. Literalmente. Los botellones de agua eran lo peor. Pesadísimos.

• A veces, intentábamos “aligerar” el peso bebiendo un poco antes de llegar. Mala idea.
• Una vez, a Juan se le rompió la mochila por el peso del botellón. Menuda risa. ¡Y qué sed pasamos luego!

La verdad, ¡cuánta tontería hacíamos! Pero éramos felices. Recuerdo el olor a salitre, la música sonando a todo volumen y la arena pegada en los pies. Y, claro, el botellón, siempre presente. Ay, esos 20 kilos que parecían 100 al final del camino… Ahora me duelen las rodillas solo de pensarlo.

¿Sabes? Ahora prefiero una cerveza fresquita en una terraza. Pero esos veranos… ¡eran otra cosa!