¿Cuántos ml de agua tiene una taza de té?

¿Cuántos ml de agua tiene una taza de té? Pues… ¿quién sabe realmente? O sea, sí, he leído por ahí que se supone que son 150 ml. 150 ml… suena tan… ¿exacto? Como si fuera una ciencia exacta. Pero a ver, ¿quién mide el agua cuando se prepara un té en casa? ¡Yo no, desde luego!

Mi taza favorita, esa azul desgastada que me regaló mi abuela, seguro que no tiene 150 ml. Es más grande, creo. Mucho más grande. ¿Cabrán 200? ¿O quizás 250? La verdad, ni idea. Simplemente la lleno hasta un poco antes del borde, dejando espacio para que no se derrame, claro. Y si es un día de esos grises y fríos, de esos que te calan hasta los huesos, pues le echo un poquito más. ¿Para qué engañarnos? Un buen té necesita espacio para… respirar. ¿No te parece?

Recuerdo una vez, estaba en Inglaterra visitando a unos amigos. Allí la cultura del té es otra cosa, ¿verdad? Me sirvieron una taza, minúscula, parecía de juguete. Les pregunté, un poco cortada, si esa era toda la ración. Se rieron y me explicaron que era una taza “formal”. ¡Formal! Yo, con mi tazaza de la abuela, me habría tomado tres de esas en un suspiro.

En fin, que esos 150 ml me parecen una referencia, una idea, algo así como… orientativo. Pero la realidad, al menos mi realidad, es que una taza de té es lo que te quepa en tu taza, ni más ni menos. Y si le echas un poco más o un poco menos, ¿qué importa? Lo importante es disfrutarlo. Ah, y que esté bien calentito, ¡claro!